La oposición a Macron une fuerzas para hacer caer al Gobierno y parar la ley de las pensiones
La derecha moderada tiene la clave para que la moción de censura triunfe si une sus votos a la izquierda, Le Pen y un grupo centrista
La oposición al presidente francés, Emmanuel Macron, ha presentado este viernes dos mociones de censura en la Asamblea Nacional con la intención de parar la impopular reforma de las pensiones y hacer caer al Gobierno de la primera ministra, Élisabeth Borne. La moción con más probabilidades de prosperar es la del pequeño grupo de regionalista y centrista LIOT (siglas francesas de Libertades, Independientes, Ultramar y Territorios). Tanto la extrema derecha de Marine Le Pen como la coalición de izquierdas, principales bloques opositores, están dispuestos a apoyarla. Les faltaría cerca de 30 votos de Los Republicanos (LR), partido histórico de la derecha moderada y cuarta fuerza en el hemiciclo. No es seguro que lo logren.
Mientras se preparaba el voto, que debería de celebrarse el lunes, por toda Francia hubo manifestaciones espontáneas y cortes de carretera. Por segunda noche consecutiva, centenares de personas se han concentrado en la céntrica plaza de la Concordia en París, frente a la Asamblea Nacional. La policía lanzó gases lacrimógenos y detuvo a 38 personas. La protestas del jueves por la noche, tras la adopción de la ley por vía exprés y sin voto, ya degeneraron en altercados y barricadas en varias ciudades. Las fuerzas del orden detuvieron a 310 personas por todo el país. Los sindicatos han convocado para el próximo jueves la novena jornada de movilización nacional desde que en enero el Gobierno presentó el proyecto de ley.
Las mociones de censura son la respuesta a la decisión de Macron de imponer la reforma de las pensiones recurriendo al artículo 49.3 de la Constitución. El artículo permite al Gobierno poner fin a los debates parlamentarios y adoptar un texto legislativo sin someterlo a votación. La oposición puede frenar la ley presentando y ganando una moción de censura. En este caso, cae el primer ministro y el Gobierno, y la ley se da por rechazada. El Reagrupamiento Nacional (RN) de Le Pen presentó su propia moción de censura, pero tiene menos probabilidades de prosperar que la de LIOT, porque la mayoría de diputados se negará a apoyar un texto de la extrema derecha.
La votación, el domingo o el lunes
La oposición tenía 24 horas, después de la adopción el jueves de texto legislativo, para presentar la moción de censura. El requisito era que contase con la firma de 58 diputados. A partir de entonces, se fija el voto en un plazo de 48 horas. Podría ser a partir del domingo por la tarde o, más probablemente, el lunes por la mañana.
Si la moción de censura obtiene una mayoría de votos, la primera ministra, Élisabeth Borne, deberá dimitir junto a su Gobierno. El presidente Macron tendrá entonces dos opciones. La primera es nombrar a un nuevo primer ministro y un nuevo Gobierno. Este no necesita un voto de confianza, pero puede pedirlo. La otra opción es disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones legislativas anticipadas, lo que desembocaría en una nueva composición de la cámara, quizás en una nueva mayoría y un nuevo Gobierno.
Macron ha indicado en privado que se inclina por la segunda opción: si una moción de censura triunfa, disolverá la cámara y convocará elecciones legislativas. En la actual Asamblea Nacional, elegida en junio de 2022, los tres partidos que apoyan al centrista Macron forman el primer bloque, con 250 diputados. La coalición de izquierdas, controlada por La Francia Insumisa (LFI) del euroescéptico y anticapitalista Jean-Luc Mélenchon, tiene 149, de los cuales 74 son de LFI. El RN de Le Pen, 88. LIOT, 20. Los Republicanos, 61.
Los Republicanos tiene la llave. Cuatro diputados de este partido ya han dicho que votaran a favor de la moción. Sumados a la izquierda, RN, LIOT y tres diputados del grupo mixto, llegan a 264 escaños. Faltarían unos 23 y el único caladero donde pueden obtenerlos es LR. Los esfuerzos de unos y otros, este fin de semana, se centrarán en convencer a los dubitativos de este partido.
Aunque los líderes de LR se han pronunciado a favor de la reforma y en contra de la moción de censura, su capacidad para controlar a sus tropas es dudosa, como se demostró el jueves. La derecha moderada, históricamente, ha sido favorable a la medida más polémica de la ley de las pensiones: el aumento de 62 a 64 años de la edad de jubilación. Sin embargo, el jueves estos líderes no fueron capaces de garantizar a Macron que su grupo apoyaría la medida. Al presidente no le salían los números, o eran tan ajustados ―e incierto el resultado― que prefirió no arriesgarse. De ahí que renunciase a aprobarla con votos y optase por la vía expeditiva, aplicando el 49.3.
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