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Grecia emprende su segunda huelga general tras el choque de trenes para reclamar servicios públicos eficientes

Empleados de hospitales, colegios, transporte urbano, aéreo y marítimo se suman a unos paros convocados por los principales sindicatos

Protestantes marchan en Atenas, este jueves por la mañana, durante la huelga general convocada en Grecia.
Protestantes marchan en Atenas, este jueves por la mañana, durante la huelga general convocada en Grecia. Socrates Baltagiannis (Europa Press)
Hibai Arbide Aza

Grecia ha amanecido este jueves con los ferris que conectan Atenas y Tesalónica con las islas amarrados en el puerto; con los trenes parados en las estaciones y con el transporte urbano detenido. Los sindicatos han convocado una segunda huelga general, tan solo ocho días después de la anterior. Como una bola de nieve, lo que comenzó como una protesta de la comunidad estudiantil de luto tras el choque de trenes del martes 28 de febrero, que causó 57 muertos, es ya el mayor ciclo de movilización en Grecia desde las protestas contra las políticas de austeridad en 2015.

La convocatoria tiene por objeto reivindicar servicios públicos seguros y eficientes. Fue originalmente lanzada por la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE), la central que agrupa la mayor parte de los sindicatos del sector privado y que cuenta con la mayor cantidad de afiliados de Grecia, casi medio millón. GSEE recibió fuertes críticas por no sumarse a la anterior huelga general, que tuvo lugar el 8 de marzo.

Tras el llamamiento de GSEE se han sumado ADEDY, que agrupa a los trabajadores del sector público, y la práctica totalidad de las federaciones sindicales sectoriales como la Federación Panhelénica de Trabajadores de la Alimentación y el Turismo (POEET), la Federación de Maestros de Grecia, la Federación de Oficiales de Educación Secundaria, la Federación Marítima Panhelénica y los sindicatos del sector de los transportes urbanos, entre otros.

Los dos mayores sindicatos en los hospitales ONGE y POEDIN, y el Colegio de Abogados de Atenas también han decidido participar en las movilizaciones. Los periodistas sindicalizados cubrirán la movilización durante todo el día y, por la tarde, se manifestarán en apoyo a la huelga.

Las protestas van dirigidas en su mayor parte contra la gestión del Ejecutivo del primer ministro conservador Kyriakos Mitsotakis, líder del partido Nueva Democracia (ND). Mitsotakis ocupa el cargo desde 2019, tras vencer a la formación izquierdista Syriza. Las próximas elecciones legislativas han de celebrarse antes de julio, aunque el Gobierno aún no ha anunciado la fecha oficial. Estas movilizaciones podrían influir de forma muy negativa para el primer ministro en unas elecciones que hace varios meses su partido daba por ganadas.

Menos gente que en la movilización anterior

La movilización de la semana pasada fue la más numerosa en casi una década y concluyó con fuertes disturbios en Atenas y Tesalónica. Si bien las manifestaciones de hoy han sido multitudinarias, los convocantes no han conseguido reunir tanta gente como la semana pasada. Al igual que en aquella jornada del 8 de marzo, esta vez la policía cargó contra cientos de manifestantes alrededor de la céntrica plaza ateniense de Syntagma. Los sindicatos convocantes han denunciado el uso intensivo de gas lacrimógeno por parte de la policía “contra miles de manifestantes pacíficos”.

En Tesalónica, segunda ciudad más poblada de Grecia, con 325.182 habitantes censados, decenas de miles de personas se han congregado en el centro y no ha habido disturbios. Varias decenas de activistas han aprovechado la protesta para reocupar el centro social Mundo Nuevo, casa okupa que había sido desalojada por la policía el pasado diciembre. También ha habido marchas en decenas de ciudades pequeñas. En Quíos, ciudad situada en la isla del mismo nombre, tradicionalmente de derechas con poca tradición en lo que respecta a secundar huelgas, han salido a las calles unas 1.500 personas, en su mayoría estudiantes.

En Mitilene, capital de la isla de Lesbos, la manifestación se ha dividido en dos. Mientras las organizaciones izquierdistas han recorrido la calle Ermou, arteria comercial, el sector anarquista se ha dirigido a las oficinas de Nueva Democracia, donde han lanzado pintura y entonado el eslogan “Ellos hablan de beneficios empresariales, nosotros hablamos de vidas dignas”. En Heraclión, capital de la isla de Creta, se han congregado miles de personas, en un número similar a la semana pasada. En Patras, la tercera ciudad más importante y poblada del país, con 250.000 habitantes, los convocantes se han mostrado muy satisfechos por el número de manifestantes; allí también ha habido algunos incidentes al terminar la manifestación.

Agentes antidisturbios, entre las llamas de un cóctel molotov, durante la protesta de este jueves en Atenas.
Agentes antidisturbios, entre las llamas de un cóctel molotov, durante la protesta de este jueves en Atenas. Michael Varaklas (AP)

Cancelación de vuelos

También se ha sumado al paro el Sindicato de Controladores de Tránsito Aéreo de Grecia, que no participó en la huelga de la semana pasada. Aegean y Olympic Air, las dos principales aerolíneas griegas, están procediendo este jueves a la cancelación de todos los vuelos, tanto internos como internacionales, debido a la huelga de los controladores.

Los trabajadores de los aeropuertos han cobrado relevancia tras el accidente de tren mediante comunicados y declaraciones en los que afirman que un accidente similar podría ocurrir en el tráfico aéreo debido a la falta de seguridad. El presidente de la Asociación Aeroportuaria Panhelénica, Manolis Kamilakis, acusó al Gobierno en la cadena de televisión Open de haber “desmantelado metódicamente las estructuras del Estado griego en los aeropuertos, ignorando las advertencias de los trabajadores”.

Huelga general Grecia
Un hombre camina por el interior del aeropuerto internacional Eleftherios Venizelos, de Atenas, este jueves por la mañana durante la huelga general convocada en Grecia. ANGELOS TZORTZINIS (AFP)

Es un aviso similar al que los sindicatos ferroviarios hicieron tres semanas antes del accidente de Tempe, ciudad del este del país. ADEDY, el sindicato que agrupa a los trabajadores del sector público, ha denunciado lo que considera un intento de manipulación informativa por parte del Ministerio del Interior respecto a la legalidad de la convocatoria de huelga general. La central sindical denunció el martes que Interior difundió una nota de prensa titulada “La huelga de ADEDY es ilegal”.

Varios medios de comunicación titularon así la información, sin aclarar que la convocatoria declarada ilegal se refería a una convocatoria por un nuevo sistema de evaluación de los funcionarios, que nada tenía que ver con la huelga general. A última hora de la noche del martes, tras la queja del sindicato, Interior eliminó de su web la nota inicial y la sustituyó por otra en la que se aclaraba el objeto de la huelga suspendida.

Un señor frente a una parada de metro cerrada en Atenas, este jueves, durante durante la huelga general convocada en Grecia.
Un señor frente a una parada de metro cerrada en Atenas, este jueves, durante durante la huelga general convocada en Grecia. KOSTAS TSIRONIS (EFE)

La movilización de la semana pasada fue la más numerosa en casi una década y concluyó con fuertes disturbios en Atenas y Tesalónica. También hubo grandes movilizaciones e incidentes, si bien menores, en otras ciudades. Los partidos de izquierda y los sindicatos denunciaron que el Gobierno había decidido responder a la movilización social “con represión”. El Ejecutivo del conservador Mitsotakis, por su parte, denunció que “una minoría violenta” había utilizado la convocatoria de huelga para tratar de sembrar el caos.

Desde primera hora de la mañana, cientos de agentes de policías custodian el Parlamento, situado en la plaza Syntagma de Atenas, escenario de algunos de los mayores enfrentamientos la semana pasada, y gran parte del recorrido de la manifestación sindical.

Centenares de personas se congregan en los alrededores del Parlamento de Atenas, este jueves.
Centenares de personas se congregan en los alrededores del Parlamento de Atenas, este jueves. ALKIS KONSTANTINIDIS (REUTERS)

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