El régimen de Bielorrusia condena a 10 años de cárcel al Nobel de la Paz Ales Bialiatski
El director de la ONG Viasná y tres colaboradores han sido sentenciados a prisión por pagar los abogados y las multas de otros opositores. El disidente cumple ya otra pena de 18 años
El Tribunal Supremo bielorruso ha sentenciado a 10 años de prisión al defensor de los derechos humanos y premio Nobel de la Paz de 2022 Ales Bialiatski, una destacada muestra de represión por parte del régimen aliado de Rusia. Junto al también director de la ONG Viasná han sido condenados otros tres colaboradores a entre siete y nueve años de cárcel. La acusación oficial esgrimida contra ellos por apoyar económicamente a otros opositores es la de “contrabando de grandes cantidades de dinero” y “financiación de protestas que violan gravemente el orden público”.
A pesar de la amenaza que pendía sobre los disidentes tras la represión de las manifestaciones de 2020, Bialiatski, miembro de la plataforma opositora Consejo de Coordinación de Bielorrusia, decidió permanecer en su país, donde fue detenido en 2021. El pasado diciembre ya fue condenado en otra causa a 18 años de prisión.
Bialiatski y sus compañeros ayudaron a otros activistas a sufragar los gastos relacionados con sus juicios. Según la Fiscalía, los presos introdujeron en el país 248.000 euros entre 2016 y 2021 desde Lituania. Lo hicieron de forma legal, pues llevaron ese dinero al país poco a poco sin superar el límite aduanero de los 10.000 euros en efectivo permitido por la legislación bielorrusa. Ese dinero sirvió para pagar multas, abogados y comida para otros opositores bielorrusos en la cárcel.
De hecho, en algunas cárceles del país, como en la temida Okrestina, se cobra a los reos por sus alimentos, según denuncia el diario Nóvaya Gazeta, cuyo director, Dmitri Murátov, recibió el premio Nobel de la Paz un año antes que Bialiatski por su cobertura de la represión rusa.
La jueza Maryna Zapasnik también ha dictado nueve años de cárcel contra el vicepresidente de Viasná, Valiantsin Stefanovic; siete años de prisión para el coordinador de la campaña Defensores de derechos humanos por las protestas libres, Uladzimir Labkovich; y ocho para el activista Zmitser Salauyou, que ha sido juzgado en ausencia. Asimismo, el tribunal bielorruso ha impuesto una multa de 185.000 rublos bielorrusos a cada uno de ellos, casi 70.000 euros al cambio.
Esta es la tercera vez que el régimen de Aleksandr Lukashenko sentencia a Bialiatski a prisión. Además de la condena a 18 años del pasado diciembre, en 2011 el opositor fue sentenciado a cuatro años y medio de cárcel por un supuesto delito de evasión fiscal. Tres años después, en 2014, fue liberado gracias a la presión internacional.
La ONG Viasná ha sido clave para mostrar al mundo la represión del régimen bielorruso, especialmente tras las elecciones presidenciales de 2020, donde la población denunció un fraude masivo. Lukashenko se apuntó un 80% de los votos frente al 10% de la oposición, y las protestas pacíficas de los ciudadanos fueron respondidas con violencia y detenciones masivas. Según los datos de la citada ONG, actualmente hay 1.458 presos políticos en el país.
“Estas vergonzosas prácticas represivas contra los defensores de los derechos humanos requieren acciones decisivas por parte de los actores internacionales clave”, reclamó Viasná en la víspera del juicio a través de un comunicado firmado por más de una veintena de ONG internacionales, incluidos Human Rights Watch y el Comité de Helsinki. Para los firmantes, el castigo ha sido draconiano “incluso para los estándares abismales del poder judicial bielorruso”.
Tras conocerse la condena a Bialiatski, la opositora en el exilio Svetlana Tijanóvskaya la calificó de “atroz”. “Debemos hacer todo lo posible para luchar contra esta vergonzosa injusticia y liberarlos”, añadió en un mensaje en Twitter. Josep Borrell, responsable de Política Exterior de la UE, sostuvo que los acusados han sido sometidos a un “juicio farsa” para intentar silenciarlos, algo que no conseguirán. “Lukashenko no tendrá éxito. Su clamor por la libertad es fuerte, incluso entre rejas”, afirmó Borrell en un comunicado. El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos destacó la preocupación por “la falta de procedimientos justos y de acceso a un poder judicial independiente”, y Berit Reiss-Andersen, del Comité Noruego del Nobel, consideró que la condena “demuestra que el régimen bielorruso no tolera la libertad de expresión ni la oposición”.
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