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Detenido en San Francisco un hombre que mojó con una manguera a una mujer sin techo

El galerista Collier Gwin enfrenta una multa y seis meses de prisión tras ser captado en un video viral de Twitter

Collier Gwin
El galerista Collier Gwin moja a una mujer sin techo en San Francisco (California), el pasado 9 de enero.RR SS
Luis Pablo Beauregard

La imagen lleva algunos días desatando la ira en Internet. El video captado por el empleado de una panadería muestra a un hombre de pie y recargado en una verja disparando agua contra una mujer sin techo que está sentada en la banqueta frente al comercio del sujeto, una galería de arte en el lujoso barrio de Jackson Square, en San Francisco. Collier Gwin, el galerista, ha sido detenido la noche de este miércoles por la policía y acusado de un delito menor por el incidente.

“La agresión contra un miembro sin techo de nuestra comunidad es inaceptable”, ha dicho este miércoles la fiscal de distrito Brooke Jenkins en un comunicado. La abogada afirma que Gwin, quien fue arrestado sobre las 15.30, enfrentará consecuencias por sus actos. De ser encontrado culpable por un juez, el dueño de la galería puede pasar hasta seis meses en la prisión del condado y multado por 2.000 dólares.

La escena que ha causado indignación en San Francisco fue capturada el lunes 9 de enero en un teléfono móvil por Edson García, un salvadoreño que trabaja como chef en una panadería cercana a la galería Foster Gwin, en Jackson Square. El problema comenzó cuando Gwin quiso limpiar su banqueta y pidió a la mujer moverse del sitio donde estaba sentada. La afectada solo ha sido identificada por los vecinos del barrio como Q.

Al negarse, Gwin comenzó a mojarla con la manguera. García ha dicho que era una mañana lluviosa y que la acera ya estaba húmeda debido a las tormentas que afectaron el norte de California en las últimas semanas. El supervisor de la ciudad, Aaron Peskin, una de las mayores autoridades de San Francisco, dio a conocer hace algunos días que la mujer tuvo que ser tratada en un hospital después del incidente.

El video se viralizó rápidamente en Twitter, donde alcanzó más de 10,5 millones de reproducciones. Pero la humillante secuencia también provocó reacciones. La galería fue vandalizada y la puerta de vidrio de la entrada fue hecha añicos. “Entiendo que hay muchos impulsos por actuar, pero lo que más necesitamos ahora es civilidad”, tuvo que decir públicamente el jefe de la policía, Bill Scott, para tranquilizar los ánimos. El puntaje y reputación de la galería en los servicios en línea también se fue a pique.

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Después de la ola de indignación causada por el video en San Francisco, Gwin pidió perdón. Lo hizo con matices y a regañadientes. Le dijo a una estación local que le era difícil pedir disculpas por sus “horribles” acciones. En una entrevista con la emisora aseguró que durante las dos semanas anteriores al video había solicitado la policía de la ciudad que brindara ayuda a la mujer sin techo. Aquel lunes estaba simplemente harto y actuó como aparece en las imágenes.

Poco se sabe de Q, quien sufre de problemas mentales y que es conocida por varios de los comerciantes y habitantes del barrio. Según testimonios recogidos por The San Francisco Chronicle, la mujer recorre la zona en busca de comida en los basureros de la calle. En ocasiones se muestra hostil con la gente que camina por la calle.

Con 815.000 personas, San Francisco tiene una de las poblaciones sin techo más alta de Estados Unidos. Un censo de las autoridades locales estimaba, el verano de 2022, que unas 20.000 personas se encontraban en esta situación. La cifra era la mejor lograda en años, ya que representaba una baja de 3,5% respecto a la de 2021. A pesar de esto, son muchas las imágenes de esta tensa cohabitación las que pueden apreciarse en las calles de la ciudad.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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