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Rusia lanza una oleada de ataques contra las principales ciudades de Ucrania tras la retirada de Jersón

El impacto de los misiles es “el de mayor envergadura” registrado hasta ahora contra la infraestructura energética, según el Gobierno de Kiev

Un bombero intenta apagar este martes un incendio en un edificio de Kiev provocado por el impacto de un misil ruso. Foto: STRINGER | Vídeo: EPV
Luis de Vega (enviado especial)

Rusia ha lanzado este martes una oleada de ataques sobre una decena de regiones de Ucrania, cuatro días después de la retirada de las tropas rusas de Jersón, y en un contexto en el que las grandes potencias internacionales reunidas en la cumbre del G-20 rechazan “una era de guerra” y tratan de propiciar un diálogo entre Moscú y Kiev. El ataque, que ha dejado a más de siete millones de personas sin luz, es “el de mayor envergadura contra la infraestructura energética desde que comenzó la guerra”, ha denunciado el ministro de Energía ucranio, German Galushchenko. Hasta el momento, el asedio ruso ha dañado alrededor del 40% de la red de energía ucrania.

Las alarmas se han activado a primera hora de la tarde en todo el país. Los misiles han empezado a caer pronto sobre objetivos en la capital, Kiev, donde hay al menos un muerto, y en algunas de las ciudades más importantes, como Járkov, en el este, y Lviv, en el oeste. La ofensiva ha golpeado también Dnipró, Vinitsia, Yitómir, Volinia, Chernihov, Rivne, Mikolaiv, Jemelnitski, Cherkasi, Poltava y Krivi Rih. En algunas de ellas, a los apagones hay que sumar la interrupción de las comunicaciones por teléfono móvil. Ataques similares a los de este martes se habían producido ya tres lunes de octubre, los días 10, 17 y 31.

Según datos de la oficina presidencial, Rusia ha lanzado más de 100 misiles (desde el mar Negro, el mar Caspio y la región rusa de Rostov), de los que 70 han sido interceptados por las defensas antiaéreas ucranias. Entre los objetivos alcanzados, figuran 15 instalaciones esenciales para el suministro eléctrico, como ya había ocurrido durante los otros tres días de ataques masivos perpetrados por los rusos en octubre, lo que complica la situación del país a las puertas de un complicadísimo invierno en el que Moscú está empleando el frío como arma de guerra. “Este ataque puede afectar también a los sistemas energéticos de algunos de nuestros vecinos”, ha alertado Galushchenko.

La situación energética del país es “crítica”, según fuentes de la oficina presidencial, que señala que los principales daños han tenido lugar en el norte y el este de Ucrania. Hay apagones también en regiones del norte, el sur, el este y el oeste. “Esto es lo que Rusia tiene que decir sobre el tema de las conversaciones de paz. Los misiles rusos están matando gente y arruinando la infraestructura en toda Ucrania en este momento. (…) ¡Dejen de proponer a Ucrania que acepte ultimatos rusos! Este terror solo puede ser detenido con la fuerza de nuestras armas y principios”, ha clamado el ministro de Exteriores ucranio, Dmitro Kuleba, en su cuenta de Twitter. El alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, se ha sumado este martes a estas críticas. “Rusia ha dejado claras sus intenciones de que continuará la guerra. Por un lado, dicen vagamente que quieren negociaciones, pero, por otro lado, la guerra continúa y la destrucción incrementa”, ha asegurado el jefe de la diplomacia europea en una rueda de prensa tras la reunión de ministros de Defensa de la UE.

En Kiev, dos edificios residenciales fueron alcanzados en el barrio de Pecherski, donde al menos una persona ha muerto. Las autoridades han difundido imágenes en las que se ve uno de los bloques de casas en llamas mientras los bomberos tratan de sofocar el fuego. Varios misiles —cuatro, según fuentes militares— han sido interceptados por las defensas antiaéreas y no han logrado golpear en su objetivo, según el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko, que se encontraba de viaje en Barcelona para asistir al Smart City Expo y ha adelantado su regreso. Los misiles han alcanzado “un par de apartamentos” y han provocado “un incendio”, ha contado el regidor, informa Clara Blanchar.

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También durante buena parte del día han sonado las sirenas y retumbado las defensas antiaéreas en Járkov, segunda ciudad del país, ubicada a una treintena de kilómetros de la frontera con Rusia. A las 16.15 hora local (15.15 en la España peninsular), tras varias detonaciones que se han escuchado en diferentes barrios, la ciudad se ha quedado a oscuras. Una importante estación eléctrica situada al sureste de la localidad acababa de recibir el impacto de un misil. Se trata de la estación número 5, que ya había sido atacada en septiembre. “No hay electricidad ni en [la ciudad de] Járkov ni en la región. En ningún lugar poblado”, ha lamentado el gobernador, Oleg Siniegubov. Con la noche echada sobre Járkov, decenas de personas se agolpaban ante las bocas del metro, que ha dejado de funcionar.

En Yitómir, al oeste de la capital, el ataque ha dejado a oscuras la ciudad. En Kirovograd, al sur de Kiev, fueron atacadas dos estaciones eléctricas, según las autoridades regionales. En la ciudad de Ternopil, capital de la región homónima situada en el oeste del país, además de los apagones, las autoridades municipales han advertido a los ciudadanos para que se preparen también ante posibles cortes en las comunicaciones a través de los teléfonos móviles. Los responsables de Cherkasi y Krivi Rih han alertado también de ataques y apagones en un goteo de impactos que no se producía de manera tan generalizada desde el pasado 31 de octubre. En Krivi Rih (Dnipró), 500 mineros quedaron atrapados bajo tierra por los cortes de energía.

Bombardeo en un pueblo ruso

Poco después del masivo ataque sobre Ucrania, el otro lado de la frontera también se vio golpeado por otra explosión. En el pueblo ruso de Shebékino, situado justo en el borde que separa la región de Bélgorod de la provincia ucrania de Járkov, hubo al menos dos muertos y tres heridos en otro bombardeo, según el gobernador Viacheslav Gladkov, informa Javier G. Cuesta.

Las imágenes difundidas por los canales rusos muestran una zona residencial. Shebékino es una ciudad estratégica por cuya carretera pasan numerosos convoyes militares rusos y que aloja un importante centro médico reconvertido en hospital de campaña. Aunque normalmente los ataques ucranios sobre Rusia han estado centrados en depósitos de combustible y municiones, no es la primera vez que se producen víctimas civiles. El pasado 22 de octubre fallecieron dos civiles y hubo más de una decena de heridos, según las autoridades rusas, en un pueblo cuyos habitantes denunciaban a este periódico que solo desean vivir en paz y recuperar los lazos rotos con sus vecinos.

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Sobre la firma

Luis de Vega (enviado especial)
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear año y medio por Madrid y sus alrededores. Antes trabajó durante 22 años en el diario Abc, de los que ocho fue corresponsal en el norte de África. Ha sido dos veces finalista del Premio Cirilo Rodríguez.

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