Borrell, en una autocrítica a la UE: “Nuestra prosperidad estaba basada en la energía barata de Rusia y las oportunidades de negocio con China”

El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, advirtió el martes, en un ejercicio de análisis y autocrítica, de que la UE ha “disociado” las fuentes de prosperidad de las de seguridad. Para asegurarse bienestar, Europa ha confiado en Rusia y China, y para sentirse segura, en Estados Unidos, ha señalado Borrell durante una conferencia que ha ofrecido en Madrid.

“Una parte importante de nuestra prosperidad se ha construido en torno a la energía barata que venía de Rusia y de las oportunidades de negocio con China”, ha dicho el dirigente europeo, incidiendo en la misma idea que había desarrollado en Bruselas el lunes ante los embajadores de la UE. Tras la agresión rusa de Ucrania, “en Bruselas está de moda decir que este es el despertar geopolítico de Europa”, ha asegurado. “No podemos ser herbívoros en un mundo de carnívoros”, ha defendido el jefe de la diplomacia europea. “Si queremos subsistir tenemos que ser algo más. Debemos dotarnos de medios para hacer frente a esas amenazas”, ha dicho, y ha apuntado hacia las capacidades militares europeas.

La guerra de Rusia en Ucrania ha dado un giro después de meses de estancamiento y está en un momento crítico. Al contraataque de las fuerzas de Kiev en el este y el sur del país le ha seguido una escalada retórica y táctica de Moscú, que amenaza con el arma nuclear a la vez que lanza una movilización masiva, se anexiona ilegalmente cuatro provincias y comienza una campaña de bombardeos a gran escala contra civiles e infraestructura crítica. “Estamos asistiendo a un bombardeo sistemático y permanente de la población civil y de infraestructuras civiles en el centro de las ciudades. Putin está claramente escalando la guerra y llevando de nuevo la destrucción y la muerte a muchos sitios de Ucrania que hasta ahora, o al menos en los últimos meses, parecía que estaban a salvo”, ha comentado Borrell. “El lunes tendremos Consejo de ministros de Asuntos Exteriores y vamos a seguir tomando medidas que aumenten nuestro apoyo a Ucrania para hacer frente a esta agresión”, ha asegurado.

Las acciones de las últimas horas en el país invadido se sumarán a la denuncia que la UE prepara contra el Kremlin ante la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, ha afirmado. “La escalada es una realidad y creo que lo que tenemos que hacer es seguir ayudando a Ucrania y, al mismo tiempo, procurar evitar cualquier escalada”, ha afirmado el dirigente europeo, que ha evitado comentar la amenaza nuclear de Vladímir Putin. “Sé que a ustedes les gusta hablar de la amenaza nuclear, pero creo que cuanto menos hablemos de eso, mejor”, ha contestado a preguntas de los periodistas. También ha declinado comentar si la decisión de la OTAN de mantener los ejercicios de disuasión nuclear previstos en Europa para la semana que viene puede implicar una escalada más en el conflicto.

Sobre la posibilidad de lograr un final negociado a la agresión rusa, Borrell ha recordado que “hasta ahora, ha sido completamente imposible conseguir que Putin accediera a negociar”. “Todos los que van interesados, empezando por el secretario general de las Naciones Unidas, han vuelto de Moscú diciendo que Rusia tenía unos objetivos militares que conseguir y que mientras no los consiguiera, no había lugar a negociar”, ha manifestado. “Si han cambiado de opinión, estaremos encantados de favorecer cualquier solución diplomática”, ha añadido.

Unidad de Europa

Borrell ha destacado durante su reflexión sobre cómo la guerra ha impactado en el club comunitario, “que el aspecto más importante es que Europa ha sido capaz de estar unida. Y eso seguramente [el presidente ruso, Vladímir] Putin no lo esperaba”, ha añadido. La solidaridad entre los socios europeos, sin embargo, “no está claro cuánto va a durar”, y ha recordado que un socio comunitario (Hungría, país al que no ha mencionado) está convocando una consulta para decidir si seguirá apoyando las sanciones a partir de diciembre. La respuesta a la crisis energética de los Estados también está mostrando grietas, ha sugerido: “En Praga quedó claro que queda mucho por trabajar para conseguir la unidad”. Con todo, el alto representante de la UE ha celebrado que ha sido la unidad de los Estados miembros la que ha permitido pasar de un 40% del gas importado en la Unión de Rusia a un 10%.

El tono de la conferencia en Madrid, en la Fundación Carlos de Amberes, ha sido distendido. Borrell estaba acompañado de caras conocidas y ha sido presentado por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el ex primer ministro italiano, Enrico Letta, y Javier Solana, ex secretario general de la OTAN. En Bruselas, un día antes, el dirigente reprendió a los diplomáticos de la UE por no informarle de manera inmediata de lo que ocurre en sus países ni trabajar lo suficiente por difundir la información y el relato que se emite desde Bruselas. “Estamos viviendo una crisis y tenemos que estar en modo crisis”, les exhortó. “Tenemos que ser más rápidos y asumir más riesgos”, dijo Borrell, que apuntó en sus críticas también a los líderes de la UE: “A veces, algunos anuncios nos desacreditan si no van seguidos de acciones concretas”.

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