Polonia pide a EE UU alojar armas nucleares de la OTAN frente a la amenaza rusa
La medida no implica tener control sobre el armamento, pero sí ofrece a Varsovia una protección adicional en plena tensión con Moscú
Polonia lleva tiempo alertando de que la guerra de Rusia en Ucrania tiene potencial para extenderse a otros países de Europa. Insiste en que el afán imperialista del presidente ruso, Vladímir Putin, no va a pararse en las fronteras ucranias. Como vecino tanto de Rusia como de Ucrania, el Gobierno polaco se ha convertido en abanderado de la causa de Kiev en Occidente. En paralelo, Varsovia busca garantizar su propia seguridad. Después de conseguir el pasado mes de junio el compromiso para la presencia permanente de fuerzas de la OTAN en su territorio, el presidente, Andrzej Duda, ha desvelado que ha pedido a Estados Unidos alojar armas nucleares de la Alianza ante la amenaza rusa.
Nada más comenzar la invasión de Ucrania, Putin ordenó activar “en modo especial de combate” su arsenal nuclear. En abril, amenazó con desplegar armas nucleares cerca del Báltico si Suecia y Finlandia entraban en la OTAN —aunque después, cuando los procesos de adhesión comenzaron, rebajó la alerta—. Ha sido, sin embargo, la última amenaza de Putin de que defendería con todos los medios a su alcance el territorio que se anexionó ilegalmente en Ucrania la semana pasada, la que ha activado en todo el mundo las alarmas por el riesgo de un ataque nuclear.
Ante la posibilidad del uso del arma nuclear en una guerra que Polonia observa desde la primera fila, Duda ha desvelado, en una entrevista con el semanario polaco Gazeta Polska publicada este miércoles, que ha pedido a Estados Unidos alojar armas nucleares mediante un acuerdo de intercambio nuclear bajo el paraguas de la OTAN. “No hay indicios de que nosotros, como Polonia, vayamos a tener [armas nucleares] en nuestras manos en un futuro próximo. Siempre existe la posibilidad de participar en el Programa de Intercambio Nuclear”, explicó el presidente ultraconservador. “Hemos hablado con dirigentes de Estados Unidos sobre esta posibilidad. El asunto está abierto”, continuó sin dar más detalles sobre con quién habló y cuál fue la respuesta estadounidense.
Duda insistió en que no se trataría de tener un arma nuclear bajo control polaco. “La participación en el intercambio nuclear no significa tener un arma nuclear propia”, enfatizó el presidente. Solo tres miembros de la OTAN disponen de este tipo de armamento: Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Pero la Alianza cuenta con acuerdos de intercambio nuclear con varios socios. “Estados Unidos tiene desplegados un número limitado de bombas nucleares B-61 en ciertos lugares de Europa, que permanecen bajo custodia y control estadounidense, de acuerdo con el Tratado de no proliferación de armamento nuclear”, explica la OTAN en su web para describir el programa. Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos y Turquía albergan armas nucleares estadounidenses, según el Centro para el control y no proliferación de armas, una organización sin ánimo de lucro radicada en Washington.
El programa de intercambio nuclear también prevé otras formas de participación que no incluyen alojar armamento, como poner a disposición de la Alianza aviones con doble capacidad, para transportar este tipo de armamento. El presidente del partido ultraconservador en el Gobierno, Jaroslaw Kaczynski, manifestó en marzo que le gustaría que Polonia contase con el arma nuclear, pero reconoció que ese deseo era “poco realista”. En abril, en una entrevista con un diario alemán, afirmó que el país estaba “abierto” a alojar armas nucleares. En respuesta a la entrevista de este miércoles, ha dicho que “apoya firmemente” la idea de unirse al programa de intercambio nuclear, como recoge el medio local Notes from Poland.
Envío de armas y ayuda humanitaria
Desde que comenzó la invasión rusa en Ucrania, Polonia —que tiene previsto cerrar el año con un aumento del gasto en defensa hasta llegar al menos al 2,2% del PIB, y en 2023 al objetivo de la OTAN del 3%, según el Ministerio de Defensa—, ha funcionado como el principal centro logístico de envío de armas y ayuda humanitaria a su vecino. Es, además, el país que más refugiados ucranios acoge y es un firme defensor de las sanciones a Moscú. En el ámbito militar y estratégico, Varsovia ha buscado moverse desde el inicio un poco más allá de los límites que marcaban los aliados para tratar de evitar una mayor escalada bélica. En marzo, el país abogó por imponer una zona de exclusión aérea, que Estados Unidos y la OTAN rechazaron para evitar una escalada en el conflicto que implicaría la participación directa de la Alianza.
Antes de la invasión, durante las conversaciones diplomáticas que buscaron a toda costa rebajar la tensión, una de las demandas de Rusia era que la OTAN volviese a las fronteras anteriores a 1997. Moscú ha exigido además a Estados Unidos que retire sus armas nucleares de Europa y justificó la ofensiva contra Ucrania en el supuesto interés de ese país en adquirir armamento nuclear.
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