El Senado de Rusia aprueba la anexión de los cuatro territorios ucranios ocupados por el ejército
El proceso formal de adhesión de las provincias del este y sur de Ucrania finalizará con la introducción de enmiendas a la Constitución rusa
Sin un solo voto en contra, el Consejo de la Federación de Rusia, la Cámara alta o Senado, ha dado luz verde este martes a la anexión de los territorios ucranios que el ejército ruso controla parcialmente. La adhesión formal de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, no reconocida por Ucrania ni por la comunidad internacional, permite al Kremlin justificar su defensa frente al avance de las tropas de Kiev. “Este será el deber sagrado de nuestro país”, ha proclamado la presidenta del Senado, Valentina Matviyenko.
Tras la anexión formal de estas cuatro provincias, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha subrayado el rechazo a cualquier negociación con el presidente ruso, Vladímir Putin. Este martes, Zelenski ha promulgado un decreto que recoge lo acordado en el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa ucranio y que veta precisamente la posibilidad del diálogo con Moscú.
Las leyes aprobadas en el Senado ruso volverán a ser remitidas al Kremlin para que Putin las firme. El proceso finalizará con la introducción de unas enmiendas a la Constitución rusa, cuyo artículo 65 enumera todos los entes territoriales. La Ley Fundamental fue reformada hace dos años para darle preeminencia sobre todas las normas internacionales y para prohibir la enajenación de cualquier área del país, incluidas zonas en disputa como las islas Kuriles (parte la reclama Japón). Con la inclusión de parte de la región de Donbás y del sur de Ucrania, “el procedimiento estará completo”, anunció este martes el presidente del comité para la legislación constitucional y la construcción del Estado, Andréi Klishas.
Los legisladores rusos avanzan así en las formalidades de un proceso que no reconocen ni los últimos apoyos de Rusia en la comunidad internacional, como India o China. El secretario general de la ONU, António Guterres, lo advirtió la semana pasada. “Toda anexión que sea resultado de la amenaza o el uso de la fuerza es una violación de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional”, subrayó.
El procedimiento comenzó con unos pseudorreferendos de cinco días en plena guerra, en territorio ocupado y en Rusia, y sin la participación de los ucranios desaparecidos, muertos o refugiados en cualquier otro punto de su país o Europa. Una semana después, el Senado ha dado el visto bueno en una sesión en la que la propia presidenta de la Cámara no pudo votar a tiempo por estar comentando el procedimiento de votación. Tras pedir perdón, pidió que su voto fuera incluido.
No ha sido el único tropiezo en la votación. La Duma Estatal ya aprobó por unanimidad los tratados con las zonas ocupadas el pasado lunes, pero según la agencia de noticias Águentsvo, solo 408 diputados se habían registrado para votar ese día, y para la anexión de Donetsk fueron contabilizadas 413 papeletas; para Lugansk, 412; Zaporiyia, 409 y Jersón, 411. El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, ha achacado el hecho de que hubiera más votos que diputados a “un error técnico” y ha subrayado que “no hay que tener en cuenta un voto más o uno menos”, dado el “apoyo sin ambigüedades”.
89 entidades federales
“Felicitemos a los residentes de las regiones de Donbás, Jersón y Zaporiyia por este evento verdaderamente histórico. Hemos completado esta etapa y ahora tenemos cuatro nuevos sujetos de la Federación Rusa. Ya somos 89″, ha afirmado la presidenta del Senado tras la votación.
La anexión de estos territorios ha supuesto cruzar el Rubicón para el Kremlin en plena contraofensiva ucrania. Desde que Putin firmó los tratados el pasado viernes, sus fuerzas armadas han perdido Liman y han sufrido varias rupturas en la línea de frente de Jersón.
“Nuestros nuevos compatriotas se convierten así en ciudadanos rusos para siempre. Pueden estar seguros de que Rusia los protegerá y apoyará en cualquier situación. Este es el deber sagrado de nuestro país”, subrayó Valentina Matviyenko. La nueva ley establece que los habitantes que han permanecido en las zonas ocupadas o han huido exclusivamente a Rusia podrán adquirir la ciudadanía previo juramento formal ante las autoridades. Asimismo, las fuerzas que fueron formadas con los ciudadanos de la zona ocupada serán integradas en el ejército ruso.
Las personas que aún viven allí apenas tendrán un par de meses para cambiar sus ahorros. Los tratados de anexión contemplan que solo se permitirá la circulación de grivnas, la divisa ucrania, hasta el 31 de diciembre para operaciones en efectivo.
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