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España, satisfecha por la definición de integridad territorial de la OTAN que ampara a Ceuta y Melilla

La Moncloa celebra que se hayan incluido referencias a las amenazas del sur, y en especial del Sahel, en el Concepto Estratégico

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la sesión plenaria de cumbre de la OTAN de Madrid.Foto: Europa Press | Vídeo: EPV
Carlos E. Cué

Tras el arranque oficial de la cumbre de la OTAN, el Gobierno, y en especial el entorno más cercano del presidente, Pedro Sánchez, trasladan una sensación de euforia difícil de disimular. Aunque el encuentro aún no ha finalizado, la organización de momento ha funcionado como estaba previsto —solo hubo una minicrisis por la colocación de la bandera española al revés, por el que pidió perdón el protocolo de la Alianza— y ha recibido felicitaciones de varias delegaciones. El contenido, además, está teniendo un impacto incluso mayor del esperado, con un arranque muy fuerte con la retirada del veto de Turquía a la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN. “El mundo nos está mirando, mostrémosle nuestra unidad”, clamó Sánchez en el arranque.

España, con un papel limitado históricamente en esta organización a la que llegó en 1982, ha logrado un gran protagonismo por ser el anfitrión de una cumbre que hace unos meses parecía una más y finalmente se ha convertido en decisiva por la guerra en Ucrania. Y gracias a ese papel de anfitrión y a una intensa negociación, ha logrado incluir algunos cambios en la redacción final del Concepto Estratégico, el plan para los próximos 10 años, que amparan indirectamente a Ceuta y Melilla, dos ciudades autónomas que no están incluidas en el tratado.

“Si bien la OTAN es una Alianza defensiva, nadie debería dudar de nuestra fuerza y determinación para defender cada pulgada del territorio aliado, preservar la soberanía y la integridad territorial de todos los aliados y prevalecer contra cualquier agresor”, señala el texto. España reivindica que en un primer momento se hablaba de “integridad territorial aliada”, y eso, en alguna interpretación, podría hacer pensar que solo estaba cubierto el territorio incluido en el Tratado de Washington. Al decir la “integridad territorial de todos los aliados”, queda claro que se trata del territorio definido en las constituciones de cada Estado miembro. “No hacía ninguna falta, pero queda claro”, resumió el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

Aunque este párrafo no modifica el Tratado de Washington, que excluye a Ceuta y Melilla de la zona euroatlántica, es un mensaje político muy fuerte y el Gobierno español cree que serviría de amparo para reclamar el apoyo de sus aliados si las plazas españolas del norte de África se vieran amenazadas o agredidas. Es un tema trascendental para España. Aun así, el Gobierno español cree que, en realidad, Ceuta y Melilla ya estaban protegidas porque es impensable que alguien se anime a entrar en un territorio de un miembro de la OTAN, aunque no esté expresamente fijado en el tratado. Además, fuentes de la delegación española destacan que la integridad territorial está ahora como una “misión fundamental” de la OTAN en su documento más importante, el Concepto Estratégico, que se actualiza cada 10 años.

España está muy satisfecha también porque ha logrado incluir varias referencias a las amenazas del sur y, en especial, del Sahel, en dicho documento. Este era el primer objetivo de Sánchez antes de que estallara la guerra de Ucrania, que se ha convertido rápidamente en la prioridad que ha desplazado a todo lo demás, aunque la preocupación por el Sahel se mantiene en los documentos. España se ha esforzado para que se dedicara buena parte del texto al sur, que ahora pasa a ser región de interés estratégico para la OTAN.

Inmigración y crisis energética

Otro asunto que es muy relevante para España y que se ha incluido a propuesta del Ejecutivo es la idea de la utilización de la inmigración o de la crisis energética para desestabilizar a los países. El texto habla como amenaza de quienes “desarrollan actividades malintencionadas en el ciberespacio y el espacio, promueven campañas de desinformación, instrumentalizan la inmigración o manipulan el suministro energético y emplean la coacción económica”. En plena polémica por el último intento masivo de cruzar la valla en Melilla, y cuando este asunto se ha colado de nuevo en la agenda política nacional, para España es importante que la OTAN se ocupe de la posible utilización de la inmigración como una forma de desestabilizar los países miembros como un asunto central a combatir.

Las fuentes españolas insisten en que el ambiente de la cumbre, además del agradecimiento general a España por la organización, es el de un momento histórico en el que se están tomando decisiones que pueden cambiar todo el diseño del mapa geoestratégico de los próximos años. La unidad frente a la agresión del presidente ruso, Vladímir Putin, es la norma en todos los discursos a puerta cerrada, y también está quedando muy clara, según estas fuentes, la intención de muchos países, en especial Estados Unidos, de enviar a Ucrania más armas de forma rápida, como pidió a través de su intervención por videoconferencia el presidente ucranio, Volodímir Zelenski.

“Debemos estar orgullosos como país. Es la cumbre más importante de la historia de la Alianza, y eso se percibe en todas las intervenciones. Todos los líderes son conscientes de la trascendencia del momento. Cuando Finlandia y Suecia abandonan su política de neutralidad y quieren entrar en la OTAN es que el mundo está cambiando. La cumbre de Madrid será recordada y eso es algo muy importante para España”, señalan en La Moncloa con una euforia indisimulable.

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