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El alcalde de Severodonetsk, la ciudad que lucha palmo a palmo contra los rusos: “Hay muchas Mariupol en Ucrania”

Oleksandr Striuk describe en una entrevista con EL PAÍS la sangrienta batalla por mantener una localidad clave para controlar la región oriental de Donbás

Oleksandr Striuk, en diciembre de 2020, durante la inauguración de una escuela en Severodonetsk.Foto: GETTY | Vídeo: EPV
Jacobo García

Cada hora que pasa, el futuro de la guerra de Ucrania parece decidirse en las calles de Severodonetsk. En esta simbólica ciudad de la región de Lugansk se pelea metro a metro en intensos combates que combinan infantería con el golpeteo continuo de la potente artillería, morteros y lanzaderas múltiples de misiles. El balance es una localidad casi en manos de Rusia. Pese a haber quedado reducida a escombros, está cerca de otorgar al ejército de Vladímir Putin una victoria importante en su control del este del país.

En una entrevista con EL PAÍS en Bajmut, la localidad a 70 kilómetros donde ha tenido que refugiarse, el alcalde de Severodonetsk, Oleksandr Striuk (44 años), dice que el control ruso no llega al 65% de la ciudad, pero reconoce que el ejército ucranio se ha replegado sobre todo en el polígono industrial.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha descrito el lugar, como “un pueblo fantasma que ha perdido a la mayoría de la gente, miles de vidas y absolutamente todas las perspectivas”. Según Zelenski, la batalla por el control de esta ciudad tiene una importancia mayor que la de Mariupol. “Esta es una batalla muy feroz, muy difícil. Probablemente una de las más difíciles de esta guerra. Agradezco a todos los que defienden esta posición. En gran medida, el destino de nuestro Donbás se está decidiendo allí”, dijo Zelenksi la noche del miércoles.

¿Considera Severodonetsk como una especie de segunda Mariupol? “Son muchas las ciudades ucranias que pueden llamarse así: Severedonetsk, Popasna, Lisichansk… Todas ellas son la segunda Mariupol. La ciudad de Rubizhne [a 13 kilómetros de distancia] por ejemplo, está totalmente destruida. Esa es la táctica que está aplicando Rusia: movilizan muchas armas y mucha artillería de los años ochenta. Eso es lo que hacen, atacar y bombardear cualquier cosa que puedan destruir. Esa es su táctica”.

El alcalde describe la situación de la ciudad como “muy grave y peligrosa”. “En este momento siguen librándose batallas y tiroteos, calle a calle. También hay ataques continuos con artillería. Ahora mismo no hay ningún tipo de seguridad ni control por ninguna de las partes. Rusia está enviando cada día nuevos recursos humanos y más material bélico”, asegura Striuk desde una oficina del Ayuntamiento.

Según su relato, el ejército ucranio controla la parte industrial de las afueras de la ciudad y algunas manzanas del casco urbano. Y algo más de un tercio de la ciudad sigue bajo el control de las fuerzas de Kiev. “El resto, dos tercios, está en manos de los rusos”, explica.

Al preguntarle por la población que queda, responde que antes de la guerra vivían 135.000 personas y que, según el último conteo que realizó el Ayuntamiento —“hace unas semanas, cuando aún había posibilidad de hacer estas cosas”, matiza—, las autoridades registraron que en Severodonetsk vivían menos del 10% de los vecinos de antes de la guerra, unas 12.000 personas. “Sin embargo, ahora mismo es imposible saber la población concreta que sigue en la ciudad. Muchas personas han sido llevadas a la fuerza a Rusia”, añade.

El alcalde describe el perfil de las personas que se han quedado como “ancianos o gente sin recursos”. “Son personas que no tienen posibilidad de ir a ningún lado, porque no tienen dinero o directamente no se pueden mover por su edad. Es también gente que nació y creció en la ciudad y no quiere irse bajo ningún concepto”.

Las caras de los soldados que llegan del frente pintan rostros exhaustos después de muchas noches sin dormir. Combatientes que resisten de forma heroica en el aeropuerto y en los alrededores de las fábricas de la ciudad, cansados de sacar a compañeros muertos del frente y superados en armas y en hombres por Rusia. Moscú da por controlado el 97% de una ciudad que en su día tuvo una poderosa industria química que daba trabajo a miles de familias obligadas a trasladarse aquí durante la época de Stalin.

Sobre los planes de evacuación de los Ayuntamientos que caen en manos de Rusia, Striuk responde que los alcaldes de cada localidad invadida por los rusos diseñan junto a su equipo un plan de actuación. “Consiste en deshacernos de ordenadores, papeles o documentos sensibles. Pero no tuvimos oportunidad de llevarlo a cabo. Los funcionarios de nuestro Ayuntamiento ya no están en la ciudad. Y, sobre el trabajo que había que hacer para sacar el material, por desgracia no hubo tiempo, porque las batallas llegaron muy rápido y la prioridad fue salvar la vida antes que los documentos. Cuando nos dimos cuenta, los rusos estaban en las calles y se sucedían los disparos y los bombardeos. No fue posible hacer nada y no pudimos seguir las instrucciones”, concluye.

Striuk niega que el Kremlin siguiera con él su estrategia habitual de comprar a los alcaldes antes de comenzar el ataque final. El motivo, en su opinión, es que llevaban más de dos meses sin comunicación con las fuerzas invasoras. “Creo que los rusos ni siquiera tenían mi contacto”.

Zelenski ha dicho que Severodonetsk es la batalla clave en el futuro del este de Ucrania. Y el alcalde de la localidad se muestra de acuerdo con el presidente. “Por eso los rusos han concentrado tantas armas y esfuerzos en esta ciudad”. ¿Pero por qué es tan importante Severodonetsk? “Esta ciudad tiene el estatus de centro administrativo de Lugansk desde 2014, por lo que tiene un significado simbólico como el centro de la región de Lugansk. Debe seguir siendo ucranio”, concluye.

Striuk no da una respuesta clara cuando se le pregunta cómo sería la nueva realidad de su ciudad si cayera en manos rusas, pero sí da a entender que no sería nada positivo. “Yo no me comunico con mis colegas que colaboran con los rusos, pero sé por los medios de comunicación cómo actúan cuando toman una nueva ciudad: compran voluntades, establecen sus alcaldes, imponen el sistema ruso en la municipalidad, obligan a usar el rublo, regalan pasaportes…”, responde. Y sobre las necesidades de la ciudad para ganar esta batalla, el alcalde pide más armas; “Necesitamos la artillería de larga distancia para poder defender la ciudad y llevar a cabo las operaciones. Es un duelo continuado de artillería”.

Mientras el avance ruso se produce por tres frentes al otro lado del río Donets, la vecina Lisichansk es el siguiente objetivo de la artillería rusa. Aunque más difícil de conquistar dada su altura sobre una colina, su control supondría el dominio total de la región. Las dos regiones orientales de Lugansk y Donetsk, que conforman la cuenca minera de Donbás, controlada parcialmente por separatistas prorrusos desde 2014, han sido el objetivo prioritario de Moscú desde que renunció a la conquista de la capital, Kiev.

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Sobre la firma

Jacobo García
Antes de llegar a la redacción de EL PAÍS en Madrid fue corresponsal en México, Centroamérica y Caribe durante más de 20 años. Ha trabajado en El Mundo y la agencia Associated Press en Colombia. Editor Premio Gabo’17 en Innovación y Premio Gabo’21 a la mejor cobertura. Ganador True Story Award 20/21.

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