El tirador de Laguna Woods se enfrentará a la pena de muerte en California
Un antiguo vecino describe al asesino, David Chou, como un hombre al que se derrumbó su mundo
El tirador de Laguna Woods, David Chou, de 68 años, ha sido acusado este martes por el fiscal del condado de Orange de un cargo de homicidio y otros cinco cargos de intento de asesinato. El domingo, el sujeto intentó llevar a cabo una matanza de taiwaneses en una iglesia presbiteriana de la comunidad. Su objetivo fue frustrado por un médico, quien intentó desarmarlo, lo que permitió a los presentes en el templo doblegar al agresor. Todd Spitzer, el encargado de la acusación, ha explicado esta mañana que Chou enfrentará agravantes especiales que, de ser encontrado culpable, le enfrentará a la pena de muerte. El Estado, donde sigue vigente la pena capital, no ha ejecutado a ningún presidiario desde hace 16 años. Desde 2019 existe una moratoria que beneficia a los sentenciados al pabellón de la muerte.
Chou afrontará también en la corte cuatro cargos por posesión de explosivos. El agresor, un guardia de seguridad de casinos que viajó más de 400 kilómetros desde Las Vegas para perpetrar su crimen, entró al templo con dos pistolas nueve milímetros, municiones extras y cuatro bombas molotov. En el lugar se desarrollaba un banquete en honor de un pastor que había vuelto a la congregación después de un viaje por Taiwán. Chou encadenó por dentro las puertas del salón de eventos para asegurarse de que ninguna víctima, personas entre los 60 y 80 años de edad, pudiera escapar. Por esto, el fiscal ha añadido una agravante reservada a los asesinos que esperan hasta tener una posición de ventaja sobre sus víctimas antes de atacar.
“Chou está acusado de abrir fuego en contra de varios fieles, incluido el doctor John Cheng, de 52 años, quien estaba ahí con su madre. Según varios testigos, el doctor Cheng luchó contra el tirador, pero fue herido fatalmente. Cuando la pistola del agresor se atascó, otros fieles lo atacaron, le pegaron en la cabeza con una silla y atándolo con un cable hasta que llegaron agentes de la policía”, indica el recuento de los hechos de la fiscalía. Los cinco heridos tenían entre 66 y 92 años.
Spitzer ha informado que nuevos cargos pueden presentarse contra Chou en las próximas semanas. El FBI, la agencia de investigación federal, está llevando a cabo una investigación sobre el motivo del tiroteo. Las autoridades aseguraron el lunes que habían hallado evidencia que podría probar en un juicio que la matanza fue originada por motivos de odio a los taiwaneses. El sheriff del condado de Orange, indicó que en el coche usado por el sospechoso, nacido en China pero con la ciudadanía estadounidense, había una serie de notas políticas que criticaban a los taiwaneses y su posición independiente de Pekín. Los delitos de odio pueden sumar más años de prisión para Chou, quien no tiene derecho a fianza por las circunstancias especiales de su caso.
“Aunque hay evidencias muy claras de que esto ha sido motivado por el odio, queremos asegurarnos de que podamos reunir toda la evidencia que pueda confirmar esta teoría”, ha dicho el fiscal. El FBI había puesto a disposición de las autoridades locales intérpretes del mandarín y taiwanés para entrevistar a los ancianos presentes en el templo el domingo. El teléfono móvil de Chou también ha sido recuperado de la escena del crimen.
La prensa estadounidense ha dibujado a Chou como un hombre al límite. El sospechoso nació en Taiwán, pero se consideraba a sí mismo chino. Esta información ha sido corroborada por la oficina económica y cultural de Taipei en Los Ángeles. El ahora acusado de homicidio trabajaba como periodista en China. Después de migrar a Estados Unidos ingresó a los Marines.
Balmore Orellana rentaba un apartamento a Chou en un pequeño edificio que este tenía en Las Vegas. El vecino asegura que Chou era un casero comprensivo. En los cinco años que vivió ahí nunca le subió la renta. Durante la pandemia, incluso le ofreció suspender momentáneamente el arrendamiento si las cosas se ponían difíciles. En ocasiones le regalaba fruta y verduras a los inquilinos.
Orellana ha descrito la difícil relación marital de Chou. Este y su esposa peleaban a gritos, lo que el vecino podía oír a través de las paredes. Las autoridades dijeron el lunes que ella y el hijo de ambos habían dejado Estados Unidos recientemente y vuelto a Asia. Orellana aseguró que esto era porque la mujer había recibido un diagnóstico avanzado de cáncer. “Fue muy duro para él”, afirmó el inquilino a Los Angeles Times.
Después de la partida de su exmujer, Chou puso en venta el edificio con varios apartamentos. Los nuevos dueños subieron la renta de su propia casa. El hombre no pudo costearla. Chou pidió ayuda económica al Gobierno, pero esta le fue denegada. En febrero fue desalojado de su casa. Buscó que varias iglesias de la ciudad le dieran techo, pero fue rechazado de varias. Orellana contó que todo esto aumentó la rabia y amargura dentro de su excasero, quien consideraba esto un trato injusto para un hombre de la tercera edad. “Era un sin techo más. Me dijo que su vida no le importaba ya”, dijo Orellana, subrayando que la salud mental de Chou se había desgastado en los últimos años. Esa frustración se descargó el domingo a mediodía en una pacífica iglesia a más de cuatro horas de Las Vegas.
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