La violencia en el primer mitin del ultra Éric Zemmour enturbia la campaña electoral francesa
La Fiscalía abre una investigación por los ataques contra activistas de SOS Racismo en el primer evento público del candidato de extrema derecha, que también sufrió una agresión
No había acabado Éric Zemmour de arremeter contra los inmigrantes, el islam y hasta la prensa en su primer mitin de campaña, el domingo, cuando la violencia estalló entre las últimas filas de la gigantesca sala del parque de exposiciones de Villepinte, en las afueras de París, hasta donde habían acudido más de 12.000 seguidores del candidato presidencial de ultraderecha francés. Un grupo de activistas de la organización SOS Racismo se subió a las sillas para mostrar unas camisetas con el mensaje “no al racismo”. La reacción fue inmediata: mientras el equipo de seguridad trataba de sacarlos de la sala, numerosos asistentes que los rodeaban comenzaron a increparlos, a golpearlos y hasta a lanzarles sillas.
En sus primeras declaraciones sobre el inusual ambiente de violencia en su convocatoria, donde varios periodistas también tuvieron que ser sacados de la sala por amenazas y donde el propio candidato sufrió una agresión todavía no aclarada, Zemmour aseguró este martes que condena “todas las violencias”. Pero también dijo que no se siente “para nada responsable”, porque los activistas antirracistas “no pintaban nada ahí” y les acusó de ser unos “perros rastreadores de subvenciones” que solo buscan “provocar”.
“Evidentemente, condeno todas las violencias, pero hay gente que viene para provocar”, dijo Zemmour en entrevista en la cadena BFM TV. “Saben muy bien que van a enfadar a la gente que está ahí y lo hacen por ello. Para que los medios digan ‘qué malos son, los otros son violentos’”, acusó, sin comentar el hecho de que los activistas no devolvieron en ningún momento los golpes, al menos según las imágenes de diversos medios. Preguntado sobre si puede garantizar que escenas de violencia así no volverán a suceder en sus encuentros, Zemmour, pendiente de conocer el fallo por un nuevo juicio en su contra por incitación al odio racial, se limitó a decir que “no se reproducirán si no vuelven a venir” activistas a sus actos.
El flamante candidato de ultraderecha lucía este martes una muñequera en la mano derecha, resultado de la agresión que también sufrió el domingo, cuando un hombre se abalanzó sobre él mientras Zemmour saludaba a algunos asistentes antes de subirse al escenario. “¿Por qué los medios no hablan de la violencia que he sufrido yo?”, criticó, mientras el entrevistador le recordaba que la prensa también se ha hecho eco de su caso, sobre el que, sin embargo, se desconocen aún los detalles.
El fiscal de la República del tribunal de Bobigny, en las afueras de París, Eric Mathais, informó el lunes de que se ha abierto una investigación judicial sobre “el conjunto de actos violentos cometidos durante el mitin”. Por un lado, se investiga sobre el caso de los activistas de SOS Racismo, con el objetivo de “determinar con precisión los diferentes actos de violencia cometidos (…) e identificar a sus autores”, sobre todo mediante las grabaciones de seguridad. Los cinco activistas habían sido detenidos tras los incidentes y pasaron la noche del domingo al lunes en detención preventiva, dijo uno de sus abogados, Ivan Terel, a EL PAÍS.
En su comunicado, el fiscal señaló que se les había ofrecido presentar una denuncia por la violencia de la que fueron objeto. Al menos una de las militantes, identificada como Dora y que en las imágenes de la prensa se ve cómo fue agredida a puñetazos por la espalda por un asistente al mitin, aseguró este martes al diario Libération que tenía intención de hacerlo en su “propio nombre y en nombre de la asociación”. Terel confirmó que SOS Racismo va a presentar, hasta este miércoles, en total una decena de denuncias, entre ellas las de los cinco activistas agredidos -y detenidos-, que además han presentado otra demanda por “denuncia calumniosa”, en vista de que fueron arrestados después de ser acusados de haber cometido infracciones, “lo cual no es verdad, pero les valió una noche” en comisaría, recordó su abogado. “Queremos que se aclare todo”, dijo en conversación telefónica.
“Nos esperábamos fuertes abucheos, incluso que nos molestaran un poco o a que la seguridad nos sacara por la fuerza. Pero no nos esperábamos que unos tipos se tiraran sobre nosotros con tanta violencia (…) Ese es el tipo de personas que Zemmour reúne en sus mítines y a los que después da las gracias”, dijo la activista a Libération. “Lo que constatamos es que en los mítines [de Zemmour] solo llevar una camiseta con un mensaje de “no al racismo”, que no debería molestar, visiblemente molesta mucho a los asistentes, entre los que aparentemente había gente ligada desde hace tiempo a grupúsculos de extrema derecha, lo da qué pensar”, acotó Terel. Según Mediapart, varios de cuyos periodistas también fueron agredidos, tras la violencia contra los activistas está el grupúsculo neonazi Zouaves Paris, a cuyos miembros los responsables de seguridad de Zemmour que sacaron a los activistas de SOS Racismo agradecieron su “ayuda”. “Gracias, qué gusto saber que podemos contar con vosotros (…) Sin vosotros, habría sido complicado”, se escucha decir a los agentes privados en varias grabaciones publicadas por la prensa.
La segunda investigación judicial, abierta por “violencia con premeditación”, se centra en el sospechoso de haber agredido a Zemmour, que continuaba este martes en detención preventiva, confirmaron fuentes de la fiscalía a EL PAÍS.
Tras anunciar oficialmente su candidatura el martes pasado, Zemmour celebró el domingo su primer gran acto de campaña en Villepinte. Originalmente, el polemista ultra había reservado la sala Zenith en París, pero acabó trasladando el evento a la periferia debido a la gran demanda, pero también por las amenazas de violencia después de que varias organizaciones anunciaran una manifestación en su contra a la misma hora.
Además de los incidentes dentro del parque de exposiciones, 58 personas fueron detenidas temporalmente el domingo en los alrededores del mitin, sospechosas de querer participar en actos violentos, aunque solo seis seguían detenidas el lunes y ninguna ya este martes. La fiscalía todavía no ha anunciado si abrirá otra investigación sobre estos casos.
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