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El cambio climático y la pandemia enmarcan la apertura de sesiones de la ONU

El presidente Joe Biden intervendrá en la Asamblea General el próximo martes en una convocatoria en formato híbrido, presencial y remoto

María Antonia Sánchez-Vallejo
António Guterres contempla cómo el nuevo presidente de la Asamblea General de la ONU
António Guterres contempla cómo el nuevo presidente de la Asamblea General de la ONU marca el inicio de las sesiones, este martes en Nueva York.Evan Schneider (AP)

La apertura del 76º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, este martes, ha inaugurado un curso marcado en lo inmediato por la acuciante crisis humana en Afganistán y por al menos dos amenazas globales, la pandemia y el cambio climático. La división de la comunidad internacional y las fuertes tensiones entre las grandes potencias -con EE UU y China a la cabeza- enmarcarán otra vez el nuevo periodo de sesiones. La semana grande, en la que participará al menos un centenar de líderes mundiales, será la próxima, con el discurso del presidente Joe Biden el martes 21. Aunque se espera más asistencia en persona este año, el alto número de intervenciones virtuales será un recordatorio de la persistencia del virus.

En su discurso inaugural, el secretario general, António Guterres, subrayó los retos que afronta la comunidad internacional, así como su división. “Nos encontramos en un momento de grandes problemas y división. Cambio climático, creciente pobreza, exclusión y desigualdad, y una pandemia que sigue amenazando vidas”, dijo el portugués. “Estos desafíos se ven empeorados por las divisiones que marcan nuestro mundo”, especialmente las diferencias entre “ricos y pobres”, reflejadas en cuestiones como el acceso a las vacunas contra el coronavirus, cuando el mundo desarrollado apuesta por una tercera dosis y dos tercios del planeta aún no ha podido acceder a la primera.

Los urgentes llamamientos de numerosas ONG a la ONU para prestar ayuda humanitaria a la población de Afganistán, teóricamente abandonada a su suerte tras la salida de los occidentales, han resonado también como un eco en el inicio de las sesiones.

El mayor evento diplomático del mundo contará con una asistencia mayor que el año pasado. La composición de las delegaciones se ha ampliado a cinco personas, frente a solo dos en 2020. En contra de las recomendaciones de las autoridades estadounidenses, que temen que la cita pueda convertirse en un foco difusor de la enfermedad, las sesiones de la semana próxima se realizarán en formato híbrido -algunas intervenciones presenciales; otras, mediante discursos grabados en vídeo.

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Esta semana será la de las formalidades -un nuevo presidente de la Asamblea General, de Maldivas, sustituirá a Turquía al frente del plenario- y de la redacción de la agenda. El nuevo presidente, el maldivo Abdulla Shahid, explicó este martes que tiene previsto organizar en octubre una reunión de alto nivel preparatoria de la próxima cumbre del clima (COP26), que se celebrará en noviembre en Glasgow (Reino Unido). Una cita de la que los responsables de la ONU esperan “compromisos contundentes” en la lucha contra el calentamiento global.

La atención política y mediática no se disparará hasta la semana próxima, cuando, entre el 21 y el 27 de septiembre, los líderes mundiales se turnen para dirigirse al plenario durante el debate general. Siguiendo la tradición, Brasil será el encargado de pronunciar el primer discurso, lo que significa que Joe Biden seguirá al presidente brasileño, Jair Bolsonaro. Biden permanecerá apenas un día en Nueva York, lo que permite prever que los encuentros bilaterales -antes de la pandemia, una de las actividades más concurridas de la Asamblea General- revestirán este año un tono menor.

La presencia de Biden reafirma el compromiso de su Administración con el organismo y su defensa de un nuevo enfoque multilateral de su política exterior, tras cuatro años de aislamiento de Donald Trump. Debilitado tras el caótico repliegue de las tropas estadounidenses de Afganistán, que le valió muchas críticas de sus aliados, Biden inaugurará con su presencia en la sede de la ONU un intenso calendario diplomático. Tres días después de su discurso en la Asamblea General, el presidente de EE UU mantendrá una importante reunión en la Casa Blanca con los primeros ministros del resto de países miembros del grupo denominado Quad (de Diálogo Cuadriliteral): Australia, India y Japón. Un grupo con un interés común: frenar el auge de China en la región y en el mundo.

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