Luisiana evalúa los “catastróficos” daños que ha dejado el paso del huracán ‘Ida’
El gobernador de la entidad cree que el número de víctimas mortales de la poderosa tormenta crecerá este lunes
Pasada la tormenta, los equipos de rescate salieron la mañana de este lunes (la tarde, según la hora peninsular) a ver los estragos que ha dejado el huracán Ida en la ciudad de Nueva Orleans. Han sido los primeros ojos en atestiguar lo que ha dejado la tormenta más salvaje que ha golpeado Luisiana desde 1850. Los trabajos se han visto obstaculizados por los árboles caídos y los escombros ocasionados por ráfagas de viento que alcanzaron los 240 kilómetros por hora desde que el meteoro tocó tierra el mediodía del domingo. “El daño ha sido catastrófico”, ha dicho la mañana del lunes John Bel Edwards, el gobernador del sureño Estado de Luisiana, el más afectado por el huracán que impactó exactamente 16 años después de que lo hiciera el trágico Katrina.
Una persona falleció la noche del domingo tras la caída de un árbol. Hasta la mañana del lunes esta era la solitaria baja de la peor tormenta de la temporada. Las autoridades, sin embargo, esperan que el número de víctimas ascienda en las próximas horas mientras los servicios de emergencia se despliegan sobre el terreno. Más de 200 llamadas de auxilio se hicieron durante el peor momento de Ida. “No había forma de ir a responder a esos llamados”, dijo Edwards en una entrevista televisiva. Algunas de estos se hicieron desde complejos de apartamentos que estaban colapsando bajo las lluvias y el viento. “Estoy seguro de que mientras avance el día conoceremos nuevas muertes”, añadió el mandatario local, del Partido Demócrata.
Ida ha cumplido con la promesa de destrucción que cargaba. “Ha tenido un golpe muy poderoso. Tuvo los vientos y la lluvia que fue pronosticada”, añadió Edwards, quien aseguró que la respuesta de emergencia tomará “un tiempo” y la recuperación “varios meses”. La Administración de Joe Biden ha declarado al Estado zona de desastre y ofrece préstamos para la reparación de los daños en las casas o créditos bajos para cubrir pérdidas por las propiedades no aseguradas. El huracán abandonó el Estado la madrugada del lunes y se degradó a una tormenta tropical. El servicio meteorológico considera que se convertirá en una depresión durante su paso por el oeste de Misisipi.
Las fuertes lluvias, que en algunos lugares provocaron inundaciones de hasta 20 centímetros de altura, anegaron 58 calles y cruces de avenidas de Nueva Orleans, una ciudad de 384.000 personas. Esta era la gran prueba a la que estaba llamada la urbe, una de las más importantes del Estado, que fue el epicentro del desastre de Katrina, que inundó el 80% de la ciudad provocando daños por más de 100.000 millones de dólares y dejando casi 1.800 muertos. Después del impacto de aquel huracán, en agosto de 2005, diversos gobiernos federales y locales inyectaron más de 14.000 millones de dólares para reforzar la infraestructura de diques y barreras en una ciudad definida por el agua.
Este sistema de protección, una barrera circular de más de 500 kilómetros de longitud entre compuertas, muros y diques que fue concluida en 2018, parece haber pasado la prueba. Las autoridades han reconocido que la situación sería “mucho peor” sin ese sistema de defensa. “No anticipamos ninguna falla”, dijo la noche del domingo Kelli Chandler, el director regional del organismo que se encarga de vigilar la crecida de los niveles del agua y los riesgos de inundación. Las autoridades de Nueva Orleans, no obstante, han pedido a quienes salieron de la ciudad que no regresen todavía a sus casas por la gran afectación que Ida causó a los servicios públicos.
El escudo no pudo evitar una gran afectación al servicio eléctrico. La tormenta dañó las ocho líneas de suministro que abastecen a Nueva Orleans, que ahora solo tiene luz producida por generadores de emergencia. Un millón de clientes, negocios y hogares han sido perjudicados por el corte. El gobernador Edwards considera en sus cálculos que son dos millones los afectados que no tienen electricidad. Entergy, la compañía encargada de la red, estaba evaluando la mañana del lunes los daños a su infraestructura. El presidente Joe Biden, no obstante, adelantó el domingo que los fallos en el servicio puede que se mantengan durante un tiempo. “Puede tomar semanas en algunos lugares”, afirmó el mandatario en una visita al centro que coordina la respuesta de emergencia.
Otras zonas, como Jefferson Parish, al oeste de Nueva Orleans, no solo carecían de luz sino también de agua. Las autoridades detallaban un plan para evacuar a cientos de personas en autobuses a otras partes de la zona metropolitana. “Es el peor escenario posible, estar sin luz ni agua potable”, alertó un concejal local.
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