Alemania condena a 10 años y medio de cárcel a un predicador que reclutaba jóvenes para el Estado Islámico
El tribunal considera a Abu Walaa el representante de la organización terrorista en el país
La justicia alemana condenó este miércoles al considerado como jefe del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en Alemania a 10 años y medio de prisión por pertenecer a esa organización terrorista y por reclutar a jóvenes dispuestos a perpetrar atentados. Abu Walaa, conocido como el predicador sin rostro por presentarse siempre cubierto en los vídeos de YouTube con los que hacía proselitismo, fue detenido en 2016. Se le consideraba uno de los predicadores más influyentes de Alemania y sus mensajes llegaban a miles de personas en redes sociales como Facebook. En sus apariciones vestía una túnica y un turbante negros y se sentaba de espaldas a la cámara.
Walaa, de 37 años, era una de las figuras más relevantes del islamismo extremista. “Se declara abiertamente como miembro del Estado Islámico y ha aparecido como orador en numerosos actos salafistas”, aseguró la fiscalía general de Alemania en el comunicado con el que informó de su detención y la de otras cuatro personas. El tribunal superior de Celle (cerca de Hanover, en el norte del país) declaró culpable al clérigo iraquí de pertenencia al ISIS y de proselitismo y captación de jóvenes a los que animaba a unirse a la yihad en Irak y en otros territorios del ISIS. Otros tres acusados, de entre 32 y 55 años, fueron condenados a entre cuatro y ocho años de cárcel. Walaa no solo era miembro de la organización terrorista sino “representante del ISIS en Alemania”, según el tribunal.
Walaa y sus socios se dedicaban a radicalizar a jóvenes en las regiones de la cuenca del Ruhr y de Baja Sajonia. Su centro de operaciones era la mezquita de Hildesheim, en este último Estado. Consiguieron enviar al menos a ocho combatientes voluntarios, muy jóvenes, según la Fiscalía, a Irak y a Siria. La Fiscalía cree que dos de los hombres que reclutaron, dos hermanos gemelos alemanes, llegaron a cometer un sangriento atentado suicida en Irak en 2015.
El principal acusado en el proceso llegó a Alemania como solicitante de asilo en 2001 y fue detenido en noviembre de 2016 tras una larga investigación. La Policía acabó fijándose en la mezquita de Hildesheim tras detectar un aumento de los viajes a Siria e Irak después de unos seminarios que organizó Walaa. El entonces ministro del Interior del Estado de Renania del Norte-Westfalia Ralf Jäger relató que el grupo ese acercaba a jóvenes que pasaban por un mal momento personal. “Empezaban por acoger a jóvenes desorientados y luego les convencían de que en el salafismo podían encontrar un sentido a sus vidas”, aseguró tras la detención.
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