Alemania detiene al “predicador sin cara”, uno de sus yihadistas más influyentes
El islamista, con 25.000 seguidores en Facebook, ayudaba a jóvenes a viajar a Siria y unirse al ISIS
“La mayor parte de los problemas del matrimonio se podrían solucionar si los cónyuges no discutieran por asuntos innecesarios”. Abu Walaa escribía mensajes como este a sus más de 25.000 seguidores en Facebook. Pero además de aconsejar sobre el camino a la felicidad conyugal, Ahmad Abdulaziz Abdullah —su verdadero nombre— también asesoraba sobre cómo viajar a Siria o Irak y enrolarse en la organización terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
La policía alemana detuvo en la mañana del martes a Abu Walaa y a otras cuatro personas que habían formado una red yihadista en distintos puntos del país. Ralf Jäger, ministro del Interior del Estado de Renania del Norte-Westfalia, describió al cabecilla del grupo detenido como uno de los predicadores más influyentes de Alemania. Los investigadores no tienen ningún dato que apunte a que los detenidos planearan un atentado.
Este iraquí de 32 años —conocido como “el predicador sin cara”, ya que nunca mostraba el rostro en sus vídeos de YouTube— era una de las figuras centrales del islamismo extremista alemán. “Es el peor de todos”, aseguraron fuentes de los servicios de seguridad citados por el diario Süddeutsche Zeitung. “Abu Walaa se declara abiertamente como miembro del ISIS y ha aparecido como orador en numerosos actos salafistas”, asegura la fiscalía general de Alemania en el comunicado donde informaba de las cinco detenciones.
Según los datos de la fiscalía, más de 900 personas han viajado de Alemania a Siria o Irak para formar parte de lo que los islamistas radicales consideran una guerra santa. La red ahora desmontada proporcionó la estructura necesaria para que al menos un menor y su familia se unieran a esta red de turismo yihadista.
La fiscalía investigaba desde hacía meses a la red de Abu Walaa, que reclutaba a jóvenes en el norte y oeste de Alemania. Los investigadores se fijaron en una mezquita de Hildesheim, al norte del país, el pasado mes de julio, cuando detectaron un aumento de los viajes a Siria e Irak tras unos seminarios organizados por el cabecilla del grupo.
El ministro Jäger explicó que el grupo se dedicaba a abordar jóvenes en situaciones personales complicadas que le hacían más receptivos. “Tenían una estrategia pérfida. Empezaban por acoger a jóvenes desorientados y luego les convencían de que en el salafismo podían encontrar un sentido a sus vidas”, aseguró.
La detención de los supuestos islamistas se produce un mes después del fracaso que supuso la operación contra Jaber Albakr, el refugiado sirio que ultimaba un atentado de gran alcance, y que logró suicidarse en la cárcel de Leipzig a los pocos días de haber sido capturado y pese a ser uno de los presos más importantes de Alemania.
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