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Argelia libera al periodista Khaled Drareni, el preso más conocido de las protestas que expulsaron a Buteflika

El presidente Abdelmayid Tebún decreta una gracia para decenas de presos de opinión, en vísperas del segundo aniversario de las manifestaciones que reclaman un cambio de régimen

El periodista Khaled Drareni, con mascarilla, a la salida de la cárcel de Kolea, este viernes al oeste de Argel. En vídeo, declaraciones de Drareni tras ser liberado de prisión.Foto: AFP | REUTERS
Francisco Peregil

El periodista independiente Khaled Drareni, de 41 años, gran referente en la cobertura de las manifestaciones masivas que comenzaron el 22 de febrero de 2019 y consiguieron la dimisión forzada del presidente Abdelaziz Buteflika —tras 20 años en el poder—, ha sido liberado la noche de este viernes tras pasar once meses en la cárcel de Kolea, en el oeste de la capital. Su liberación se produce tras muchas presiones por parte de organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional. El jefe del Estado, Abdelmayid Tebún, anunció el jueves una gracia presidencial que afectaría a entre 55 y 60 presos. Todos ellos son simpatizantes del Hirak, el movimiento pacífico de protestas que permanece latente, reclamando una apertura democrática. El gesto intenta salir al paso de las posibles marchas que podría registrar el país el próximo lunes, con motivo del segundo aniversario del Hirak.

Drareni es el más conocido entre lo que las organizaciones humanitarias denominan como “presos de opinión”, aunque el Gobierno siempre negó que nadie estuviera en la cárcel por expresar su opinión. Drareni era corresponsal en Argelia del canal de televisión francés TV5 Monde, representante de Reporteros sin Fronteras y fundador del sitio digital de Casbah Tribune. A través de sus casi 150.000 seguidores en Twitter consiguió convertirse en la principal fuente para informar sobre el alcance de las manifestaciones que desafiaban al poder viernes tras viernes, hasta que llegó la pandemia de coronavirus.

Este viernes, tras salir de la cárcel, Drareni ha declarado en un vídeo filmado en el interior de un coche: “Muchas gracias a todos los que me han apoyado y que han apoyado a las víctimas de opinión, porque vuestro apoyo es esencial para todos nosotros. Y vuestro apoyo es la prueba de nuestra inocencia”.

El presidente Abdelmayid Tebún ya había decretado otra absolución de unos 70 prisioneros de conciencia nada más llegar al poder, en diciembre de 2019. Dijo tender la mano hacia el Hirak, en busca de diálogo. Pero el régimen siguió encarcelando a decenas de activistas, siguió censurando a sitios de internet que eran grandes referentes para seguir las protestas masivas y mantuvo listas negras de medios de comunicación extranjeros a los que no se les permite la entrada en el país.

El mismo en que Tebún llegó al poder fue encarcelado el multimillonario franco argelino Rachid Nekkaz, de 49 años, quien había sido candidato presidencial. Estaba acusado de incitación a portar armas contra representantes del Estado y de publicar en Facebook mensajes contra “el interés nacional”. El estado de salud de Nekkaz se había deteriorado, según sus abogados, y había iniciado una huelga de hambre.

El presidente Tebún ha optado, en esta ocasión, por conceder otro gesto hacia el Hirak, en vísperas del segundo aniversario del movimiento, que se cumplirá el próximo lunes. Para ese día se prevén grandes marchas de nuevo en Argelia.

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La Liga Argelina por la Defensa de los Derechos del Hombre (LADDH) emitió un comunicado en donde señaló que la liberación de los presos de conciencia solo es ”la reparación de una injusticia, tras varios meses de detención arbitraria”. La organización indicó que aún espera “gestos más concretos” en el terreno de las libertades, de los derechos humanos y de la apertura democrática.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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