La prueba que necesitaba una madre para demandar a un policía por esposar a su hijo autista
Una mujer de Carolina del Norte demanda a un agente por el maltrato que infligió a su hijo de siete años en la escuela
"¿Has estado acusado de un delito antes?", le preguntó un agente de policía escolar a un niño de siete años al que acababa de esposar en su colegio. "Bueno, pues ahora estás en camino de estarlo". El policía Michael Fattaleh se había presentado en el colegio de educación especial en el que estudiaba el pequeño, que había empezado a escupir. Casi 40 minutos duró el incidente y buena parte transcurrió con los brazos del menor esposados a la espalda y la cabeza puesta contra una almohada echada en el suelo.
El suceso ocurrió el 11 de septiembre de 2018 en una escuela de Statesville, en Carolina del Norte (Estados Unidos). Una grabación obtenida por vía judicial el pasado día 9 por la cadena de televisión WSOC-TV es una prueba aportada por la madre del menor, A. G., para presentar el pasado viernes una demanda contra el agente, el municipio y el consejo escolar del que depende el centro Pressly Alternative School.
"Si tú, amigo, no estás familiarizado con el sistema de justicia juvenil, lo vas a estar dentro de muy poco", incriminó el agente al niño. En otro momento, le preguntó: "¿Has escuchado alguna vez la palabra babysitter? ["niñero", pero que literalmente significa "sentador de bebés"] Pues voy a tomarme esa palabra de manera literal, amigo". En las imágenes difundidas por la cadena de televisión se aprecia que el agente agarra al niño para evitar que se levante.
A los 25 minutos, el pequeño comenzó a llorar y a gritar, y decía que sentía dolor. Dos de personas del centro asistían a la escena sin hacer aparentemente nada al respecto. En otros momentos, el agente de policía le pregunta al menor si tiene calor y le da una palmadita en la espalda, recoge el diario The Charlotte Observer.
Cuando la madre del alumno llegó, fue ella quien levantó a su hijo del suelo. "Estaba iracunda, furiosa y hecha polvo", ha apuntado la mujer en una entrevista a la cadena de televisión, en la que asegura que escogió el centro precisamente porque pensaba que el personal sabría atender las necesidades de su hijo.
"Sufría una ansiedad por separación bastante fuerte", ha apuntado la mujer, para quien su hijo es "inteligente y comunicativo, pero también asustadizo". Considera que sufrió un episodio de tortura y que el personal del centro no hizo nada. "El personal y el agente, mientras estaba torturando a mi hijo, hablaban del huracán que se avecinaba, sus efectos, y de fútbol".
Tras el suceso, el agente insistió en que iba a acusar al niño por agredirlo y dijo a la madre que el niño se había enfrentado a él, pegándole y dándole patadas, apunta el diario The Charlotte Observer. No se aprecian esos episodios en los fragmentos del vídeo difundidos.
La demanda se ha presentado por violación de derechos constitucionales, de grave negligencia y de propinar dolor y sufrimiento extremos y angustia emocional al menor. "El papel del policía escolar es asegurarse de que los alumnos y los profesores están seguros". Que un agente infligiera daño a un niño por un asunto menor es algo "inexplicable", ha señalado a la cadena de televisión el abogado de la madre, Alex Heroy.
Según WSOC-TV, la Agencia Estatal de Investigación de Carolina del Norte emprendió una investigación independiente para esclarecer los hechos. La fiscal de distrito concluyó que no había encontrado pruebas suficientes en el vídeo grabado en la escuela para demostrar más allá de la duda razonable que Fattaleh había cometido un delito.
El agente ya no trabaja en la escuela, ni como policía. Renunció al puesto poco después del incidente, recoge The Washintong Post. El niño no ha vuelto al colegio desde entonces y su madre dejó su trabajo para educarlo en casa.
El caso se suma a una serie de incidentes de la policía con autistas o enfermos mentales en EE UU. El mes pasado un adolescente de 13 años que sufría una crisis nerviosa derivada del síndrome de Asperger que padece fue tiroteado por la policía a la que había recurrido su madre para contenerlo. También en septiembre una madre del Estado de Washington denunció que el colegio de su hijo había puesto el pupitre de su hijo en el cuarto de baño. El pasado marzo, un hombre con problemas mentales murió a consecuencia de la asfixia infligida durante un arresto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.