Navalni afirma que ha engañado a un supuesto espía ruso para que le cuente cómo lo envenenó el FSB
El opositor ruso difunde una llamada con un presunto agente que le explica que puso el Novichok en su ropa interior
El prominente opositor ruso Alexéi Navalni asegura que ha tendido una trampa a uno de los supuestos espías rusos que le envenenaron este verano en Siberia para que confiese cómo fue la operación. Navalni, que se recupera en Alemania del ataque con una sustancia tóxica de uso militar que casi le cuesta la vida, ha difundido el vídeo de una conversación telefónica con uno de los presuntos agentes del Servicio de Seguridad Federal (FSB, heredero del KGB) identificados en una investigación periodística como los responsables del intento de asesinato. En la charla, en la que el opositor se hace pasar por asesor de un alto cargo del Consejo de Seguridad que pide explicaciones sobre qué falló en la operación, el supuesto espía explica que pusieron el veneno en la ropa interior del disidente y que todo podría haber terminado de manera diferente si el avión en el que Navalni colapsó no hubiera aterrizado de emergencia y los médicos que le atendieron hubiesen sido más lentos. El FSB ha asegurado que el vídeo de la llamada es “falso” y la investigación son falsos, “obra de servicios extranjeros anti-rusos”.
Navalni ha explicado que, presentándose como asesor de Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad ruso, llamó a dos miembros de la unidad clandestina del FSB que supuestamente intentó asesinarle, identificados junto a otros seis presuntos agentes rusos en una investigación periodística liderada por Bellingcat. Uno de los hombres reconoció a Navalni o la llamada como sospechosa y colgó inmediatamente, según el opositor. El otro, a quien se identifica como el agente Konstantín Kudryavtsev en la investigación publicada la semana pasada, sí pica el anzuelo, asume que está hablando con un general superior y da a Navalni todos los detalles del ataque del pasado agosto en la ciudad siberiana de Tomsk, según el vídeo y la transcripción de la llamada difundidos por el opositor en su canal de YouTube. La conversación, de 45 minutos, se produjo días antes de que se publicase la investigación, a la que tuvo acceso El País.
Cuando Navalni preguntó al supuesto espía por los fallos de la maniobra, este le contesta que la rapidez de los pilotos para aterrizar de emergencia, cuando en pleno vuelo el opositor se empezó a sentir mal fue clave. También la llegada de la ambulancia a la pista. “Si hubiera sido un poco más largo, entonces posiblemente todo hubiera terminado de forma diferente”, dice el presunto agente, que también explica que sus colegas aplicaron Novichok –una neurotoxina de la época soviética utilizada también contra el exespía ruso Serguéi Skripal en 2018 en el Reino Unido— en las “costuras interiores” de la ropa interior de Navalni cuando el prominente opositor estaba en la ciudad siberiana de Tomsk. Que se rociase en su ropa puede explicar por qué tardó varias horas en hacer efecto. Antes de hacerlo, un equipo de reconocimiento acudió al hotel en el que se alojaba y apagó las cámaras de circuito cerrado.
El supuesto agente también cuenta que sus superiores le enviaron cinco días después a Omsk, la ciudad donde el avión en el que viajaba Navalni aterrizó de emergencia y el primer lugar donde estuvo ingresado antes de ser trasladado a Berlín, para recuperar y desinfectar la ropa del opositor y eliminar cualquier rastro del veneno.
El FSB ha desestimado tanto el vídeo de Navalni como la investigación periodística. “La llamada investigación publicada por A. Navalni sobre las presuntas acciones en su contra es una provocación planificada destinada a desacreditar al FSB ruso y a los empleados del servicio de seguridad federal, cuya implementación no habría sido posible sin el apoyo organizativo y técnico de servicios especiales extranjeros”, dice el servicio de inteligencia ruso en un comunicado a la agencia estatal Tass.
Putin acusó el jueves a Washington de estar detrás de la investigación periodística que desvela las claves del ataque contra el prominente opositor, muy conocido en Occidente en su faceta política y en Rusia por sus investigaciones sobre corrupción de las élites. El presidente ruso reconoció que sus agentes seguían a Navalni y adujo que era debido a que, según aseguró, el opositor colabora con EE UU. “Eso no significa que sea necesario envenenarlo”, dijo. “Si hubiera sido necesario se habría llevado hasta el final”, aseguró el líder ruso en su maratoniana rueda de prensa anual.
Laboratorios de Francia, Alemania y de la Organización para el control de las armas químicas confirmaron que el opositor fue envenenado con una sustancia de la familia de Novichok. La Unión Europea ha impuesto sanciones contra varios funcionarios del entorno de Putin por el envenenamiento. En su informe, Bruselas señala que el envenenamiento con una sustancia tan específica como el Novichok no pudo ser posible sin el conocimiento del Kremlin, y más cuando agentes de la inteligencia rusa seguían al opositor, que ha asegurado que planea regresar a Rusia cuando se recupere.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.