La oposición de Costa de Marfil rechaza las elecciones y pide un Gobierno de transición
Al menos cinco personas han fallecido en los incidentes violentos que se han producido durante los comicios de este sábado
La oposición en Costa de Marfil ha anunciado este domingo que no otorga ninguna legitimidad a las elecciones presidenciales celebradas el día anterior y ha instado a la creación de un Gobierno de transición para la organización de unos nuevos comicios. La jornada electoral del sábado, en la que fallecieron al menos cinco personas según fuentes oficiales recogidas por Reuters, y una docena según la oposición, estuvo marcada por incidentes violentos y la llamada al boicot de los dos principales candidatos rivales del actual presidente Alassane Ouattara, quien optaba a un tercer mandato pese a estar prohibido por la Constitución.
“Este golpe de Estado electoral ha sido un fracaso. El pueblo marfileño ha logrado hacer fracasar estas elecciones”, ha asegurado este domingo a los medios de comunicación uno de esos rivales, Pascal Affi N’Guessan, quien estimó la participación en apenas un 10% como resultado del boicot promovido por la oposición. “No reconocemos estas elecciones y constatamos el fin del mandato de presidente Alassane Ouattara este 31 de octubre”, ha añadido el líder del Frente Popular Marfileño (FPI), quien también instó a la comunidad internacional a dar su apoyo a la creación de un Gobierno civil de transición hacia unas nuevas elecciones “justas, inclusivas y transparentes”. Además, llamó a la movilización de sus militantes para “hacer frente a la dictadura”.
Por su parte, el presidente Ouattara pidió “paz y calma” tras ejercer su derecho al voto este sábado. “Hago un llamamiento a quienes lanzaron la consigna de desobediencia civil que ha provocado la muerte de hombres: ¡que paren! Pido a los jóvenes que no se dejen manipular”, ha asegurado el veterano dirigente, de 78 años, en referencia a Affi N’Guessan y a Henri Konan Bédié, líder del Partido Democrático de Costa de Marfil (PDCI). La comisión electoral, que tiene cinco días de plazo para proclamar los resultados, ha comenzado a facilitar los primeros datos provisionales este domingo y Ouattara obtiene una amplia ventaja en los 20 primeros departamentos escrutados de un total de 108.
Las elecciones estuvieron salpicadas de incidentes. En Daoukro, bastión del opositor Bédié, los potenciales electores se encontraron el sábado con barricadas que impedían el paso a los colegios electorales. Idéntica situación se vivió en otras ciudades del sur y este del país. En Yopougon, un barrio popular de Abiyán, se produjeron graves enfrentamientos entre partidarios del poder y la oposición, aunque la mayoría de los colegios abrieron sin problemas en la capital económica gracias a un fuerte despliegue policial. “La voluntad popular se ha podido expresar pese a que la oposición ha hecho durante meses apología de la no celebración de estas elecciones”, ha asegurado Adama Bictogo, miembro del partido en el poder, según France Press.
La ONG Iniciativa de Diálogo y de Investigación-Acción por la Paz, quien desplegó observadores electorales, se ha mostrado muy crítica con el desarrollo de las elecciones. “El 23% de los colegios permanecieron cerrados toda la jornada”, ha asegurado Arsène Konan, coordinador de esta organización, quien ha denunciado la existencia de 391 incidentes graves, como barricadas, amenazas, agresiones y ataques a agentes y centros de votación. Por su parte, la célula de vigilancia electoral de la Red para la Construcción de la Paz en África Occidental, organismo de la sociedad civil, constató numerosos “problemas y disfuncionalidades” durante los comicios, como el intento de llenado de urnas en varias localidades.
La decisión de Alassane Ouattara de presentarse a estas elecciones para un tercer mandato, que anunció el pasado 6 de agosto a través de un discurso televisado, ha vuelto a sumergir a este país africano en una grave crisis política e institucional que ha provocado al menos 35 muertos desde entonces. Aunque la Constitución prohíbe esta posibilidad, la reforma de la Carta Magna promovida por el propio Ouattara le habilita al poner el contador de mandatos a cero. Pese a ello, el presidente marfileño ha defendido en todo momento que se vio forzado a presentarse por la repentina muerte en julio de su primer ministro y delfín, Amadou Gon Coulibaly, quien ya había sido proclamado candidato por su partido, la Agrupación de Houphouëtistas por la Democracia y la Paz (RHDP).
Sin embargo, tanto Bédié como Affi N’Guessan consideraron que la candidatura de Ouattara era ilegal y a medida que se iba acercando el día de las elecciones iban alzando el tono contra unos comicios para los que llamaron al boicot. Desde Francia, el que fuera primer ministro y presidente del Parlamento Guillaume Soro, cuya candidatura fue rechazada por el Tribunal Constitucional, se unía a la campaña de desobediencia civil lanzada por la oposición. Tan solo dos días antes de la cita con las urnas, el expresidente Laurent Gbagbo concedía una entrevista a TV5 Monde en la que pedía diálogo. “La paz está amenazada”, dijo, “lo que se avecina es una catástrofe”.
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