Ocho muertos y un centenar de heridos en un atentado contra un seminario islámico en Pakistán
El ataque reaviva el recuerdo de la violencia de los talibanes hace una década, pero el grupo niega la autoría
Al menos ocho personas murieron este martes y un centenar resultaron heridas en un atentado contra un seminario islámico en Peshawar, al noroeste de Pakistán y muy cerca de la frontera de Afganistán. El ataque, el primero de esa naturaleza que sufre la ciudad desde 2014, ha recordado la violencia durante la insurgencia talibán de la pasada década. Sin embargo, en esta ocasión nadie se ha responsabilizado del atentado y el grupo integrista ha negado su implicación.
La explosión se produjo sobre las ocho y media de la mañana, cuando medio millar de alumnos de la madraza (escuela coránica) Jamia Zubeiria, en el barrio de Dir Colony, se habían congregado para escuchar a un influyente clérigo. La bomba contenía seis kilos de explosivos, según declaró a Reuters el jefe de la policía de Peshawar, Mohammad Ali Gandapur. Los investigadores abordaron el caso como un atentado terrorista.
La mayoría de las víctimas mortales fueron jóvenes de entre 20 y 30 años, según fuentes hospitalarias citadas por los medios locales. Entre los 110 heridos, había varios niños y al menos una docena de estudiantes del vecino Afganistán. Aunque la mayoría fueron dados de alta a lo largo de la mañana, al menos cinco se encontraban en estado crítico. Un vídeo grabado poco después del atentado y difundido en las redes sociales muestra el estado en el que quedó el seminario, con estanterías volcadas y libros y papeles esparcidos por el suelo.
“Quiero garantizar a mi país que vamos a asegurarnos de que los terroristas responsables de este ataque bárbaro y cobarde afrontan la justicia lo antes posible”, tuiteó el primer ministro paquistaní, Imran Khan, a menudo acusado de mostrarse ambiguo sobre los yihadistas.
Deeply saddened by terrorist attack on madrassah in Peshawar. My condolences go to the victims families & prayers for early recovery of the injured. I want to assure my nation we will ensure the terrorists responsible for this cowardly barbaric attack are brought to justice asap
— Imran Khan (@ImranKhanPTI) October 27, 2020
Peshawar y la provincia de Khyber Pakhtunkhwa de la que es capital han sido escenario de algunos de los atentados más sangrientos de los talibanes paquistaníes. Hace seis años un grupo de armados entraron en un colegio militar de la ciudad y dejaron al menos 150 muertos, incluidos numerosos niños.
Aquel ataque llevó al Ejército paquistaní a lanzar una operación contra los santuarios terroristas en la frontera común con Afganistán. Dos años después dieron por concluida la misión. Desde entonces, la violencia se ha reducido en la zona y en todo Pakistán. Sin embargo, este año se ha producido un repunte en los ataques contra las fuerzas de seguridad y también contra algunos políticos nacionalistas en Khyber Pakhtunkhwa.
El Movimiento de los Talibanes de Pakistán, conocido como TTP por las iniciales de sus siglas en urdu de Tehreek-e-Taliban Pakistan, siempre ha tenido una especial fijación con las instituciones educativas. Además del citado ataque, se les atribuye la destrucción de numerosas escuelas primarias (sobre todo femeninas) en todo el país y en 2012 intentaron asesinar a Malala Yousafzai, la joven activista por el derecho a la educación de las niñas que terminaría recibiendo el Premio Nobel dos años más tarde.
Algunos analistas sugieren que los talibanes están reagrupándose en algunas de las áreas de las que los militares les echaron hace unos años. Su objetivo sería combatir tanto el ascenso del nacionalismo pastún como influir en el proceso político en el vecino Afganistán, de donde las tropas de EE UU se están retirando. Los pastunes son la etnia mayoritaria en la zona fronteriza entre ambos países y de la que proceden la mayoría de los talibanes, para quienes los partidos nacionalistas constituyen un rival.
De momento, el TTP no solo ha negado su implicación en el atentado de este martes, sino que ha emitido un comunicado condenándolo. Está por ver si, como sucede en el lado afgano de la frontera, otros grupos yihadistas aún más radicales están tomando el relevo a esa milicia.
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