Xi quiere potenciar Shenzhen como reemplazo a Hong Kong
El presidente de China asegura que la economía debe hacerse “más dependiente del mercado interno”
El presidente chino, Xi Jinping, ha anunciado este miércoles un plan para promover la ciudad de Shenzhen, junto a Hong Kong, como un centro de innovación, finanzas y comercio internacional. Shenzhen podría convertirse así en una alternativa a la antigua colonia británica, a la que el Gobierno central mira con profunda desconfianza desde las manifestaciones del año pasado. El fin de semana, el Gobierno chino ya había desvelado una serie de políticas para potenciar reformas en esa megalópolis del sur de China.
El discurso de Xi conmemoraba el 40 aniversario del lanzamiento de Shenzhen como Zona Económica Especial -un experimento económico que establecía zonas más orientadas al libre mercado, menor presencia gubernamental y más atractivo para las empresas extranjeras, que acabaría transformando lo que fue una pequeña localidad pesquera en la capital tecnológica de China, con el quinto mayor PIB de una ciudad de Asia-. Pero también llegaba durante una gira del presidente chino por las provincias del sur para preparar el futuro poscovid: una reunión de la alta jerarquía del Partido Comunista pergeñará en la última semana de octubre las líneas maestras del 14 Plan Quinquenal, la hoja de ruta de la economía china hasta 2025.
“La seguridad global, el desarrollo económico y la política se encuentran en una etapa de cambio, y el mundo ha entrado en un periodo inestable”, ha asegurado el líder chino. La economía china responderá acelerando lo que ya era una prioridad desde hace una década, el cambio de modelo para depender menos de las exportaciones baratas y más de las ventas de gran valor añadido y, sobre todo, del consumo interno: lo que el Gobierno ha dado en describir como “circulación dual”. “Debemos hacer la producción, distribución, circulación y consumo más dependiente del mercado interno… y responder a la creciente demanda interna con suministros de alta calidad”, ha apuntado.
El énfasis se pondrá en liderar la innovación tecnológica, uno de los capítulos más importantes del enfrentamiento que mantiene con EE UU. “Estamos en medio de cambios sin precedentes en los últimos 100 años, debemos dar pasos hacia la autodependencia, y esto quiere decir que debemos hacernos independientes en nuestra búsqueda de la innovación”, ha subrayado.
En este plan, ha venido a decir Xi, desempeñará un importante papel la macrozona económica que China planea en la zona del delta del río de la Perla, el “gran área de la bahía”, donde se encuentran las grandes ciudades de Cantón, Shenzhen, Hong Kong y Macao. A Shenzhen, donde se encuentran las sedes de gigantes como Huawei o Tencent, le corresponderá el liderazgo, según ha señalado el presidente chino.
La antigua zona económica especial, pionera en China cuando se lanzó, debe “desarrollarse con la valentía para romper moldes y tener como objetivo ser la primera”, afirmó el presidente chino.
Atraer talento joven
El desarrollo de esa zona atraerá a los jóvenes de Macao y Hong Kong a estudiar y trabajar en la China continental, según consideró. Precisamente han sido los jóvenes de Hong Kong los grandes protagonistas de las manifestaciones prodemocracia y contra Pekín que dominaron el enclave el año pasado, suprimidas primero por la pandemia y desde este verano tras la imposición de la durísima ley de Seguridad Nacional, que condena la “confabulación con fuerzas extranjeras”, el “separatismo” y la “subversión” con penas que pueden llegar a la cadena perpetua.
Precisamente, los planes de creación de esa gran zona habían alimentado la desconfianza de sectores de la población de la antigua colonia británica sobre las intenciones del Gobierno central hacia Hong Kong, y los temores a que el objetivo final fuera absorber el enclave dentro de la China continental. Esa desconfianza fue uno de los factores clave que acabaron desatando las manifestaciones del año pasado.
De hecho, en Shenzhen se encuentran detenidos 12 jóvenes activistas que fueron arrestados en aguas internacionales cuando trataban de escapar hacia Taiwán para huir de cargos relacionados con su supuesta participación en las manifestaciones del año pasado.
La jefa del Gobierno autónomo hongkonés, Carrie Lam, se encontraba entre los asistentes al discurso. Para poder desplazarse a Shenzhen tuvo que hacer algo sin precedentes: posponer hasta el mes próximo el acto político de mayor importancia en su calendario, el discurso sobre el estado de Hong Kong, en el que presenta las prioridades legislativas para los siguientes12 meses.
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