Delta avanza en Estados Unidos y se debilita a depresión tropical
El fenómeno mantiene a las autoridades en alerta debido a las fuertes lluvias y ráfagas de viento mientras se mueve sobre Mississippi
El fenómeno Delta ha perdido fuerza en su paso por Estados Unidos. El Centro Nacional de Huracanes (CNH) ha informado de que se ha convertido en depresión tropical este sábado con vientos máximos sostenidos de 55 kilómetros por hora. “El centro de Delta debería moverse al oeste y norte de Mississippi hoy y en el Valle de Tennessee esta noche y el domingo”, indica el más reciente boletín del CNH. A pesar de este debilitamiento, los expertos advierten de la presencia de lluvia y ráfagas de viento con fuerza de tormenta tropical sobre el norte de Mississippi y el sureste de Arkansas.
De acuerdo al portal especializado PowerOutage.com, hasta unos 700.000 cortes de energía se habían registrado la mañana de este sábado en Luisiana, Texas y Mississippi. La ciudad de Lake Charles, al suroeste del Estado, se ha vaciado por el peligro de la tormenta. Los residentes, que aún seguían recogiendo los escombros que ocasionó el fenómeno Laura hace dos meses, evacuaron sus casas ante la amenaza de las rachas de viento, fuertes lluvias y posibles inundaciones de consecuencias fatales. Algunas calles ya estaban cubiertas de agua esta madrugada, desde la costa del Estado hasta la ciudad de Baton Rouge, en el interior. La Guardia Nacional estadounidense ha sido movilizada y gran parte de la población se ha marchado voluntariamente, avisados por este huracán que ocasionó daños materiales en la península de Yucatán (México) el pasado jueves.
En todo el suroeste de Luisiana, las escuelas y las oficinas gubernamentales han cerrado por los avisos de tormenta, los residentes han tapiado las ventanas y se han alejado de la trayectoria del huracán. El gobernador Bel Edwards ha advertido que Delta podría hacer volar “como misiles” los escombros que se han acumulado por las tormentas previas. El alcalde de Lake Charles, Nic Hunter, ha asegurado que el impacto del huracán Laura el pasado agosto aún está latente en la población. “En esta comunidad, hay muchas casas que resultaron dañadas y por eso mucha gente está preocupada por quedarse bajo estas estructuras otra vez”, ha dicho en una entrevista. Cathy Evans, una residente de 63 años ayuda a su familia a abandonar Lake Charles para que se muden con ella a Texas hasta que pase el peligro. “Nunca tuvieron tiempo de recuperarse de Laura y ahora la siguiente tormenta los golpea otra vez. No creen que puedan sobrevivir a la segunda”, ha expresado a la agencia Reuters.
Shannon Fuselier, un vecino de Lake Charles, clava planchas de madera sobre las ventanas de la casa de un amigo para protegerlas de las rachas de viento. Las casas del vecindario aún están cubiertas con lonas para aminorar los daños de huracanes anteriores. La casa que refuerza Fuselier fue dañada por un árbol que arrancó el huracán Laura. “Las ramas y hojas no dañan”, dice Fuselier a la agencia AFP. Lo que causa destrucción son “pedazos de metal, acero, los marcos de ventanas de los vecinos o carteles de tiendas”, explica. Fuselier dice que se quedará en casa porque no cree que Delta sea lo suficientemente poderoso como para obligarle a huir.
Laura devastó miles de casas a su paso por esta población hace dos meses. Más de 6.000 personas tuvieron que trasladarse temporalmente a hoteles, ya que los vientos arrancaron los techos de varias viviendas. Cuando Delta llegue a la costa norte del Golfo, será la tormenta número 26 en una temporada de huracanes anormalmente activa.
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