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El ISIS asume la autoría del ataque que costó la vida a seis franceses en Níger en agosto

El grupo terrorista asesinó a ocho personas, entre ellas dos nigerinos, en el suroeste del país

José Naranjo
Vehículo en el que viajaban seis cooperantes franceses y dos nigerinos, el pasado 9 de agosto, en Níger.
Vehículo en el que viajaban seis cooperantes franceses y dos nigerinos, el pasado 9 de agosto, en Níger.BOUREIMA HAMA (AFP)

El grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) reivindicó este jueves el asesinato de ocho personas, seis cooperantes franceses y dos ciudadanos nigerinos, cometido el pasado 9 de agosto en Níger, según informó este jueves SITE Intelligence Group, un organismo especializado en terrorismo. El ataque se produjo en la reserva de jirafas de Kouré, a unos 65 kilómetros de Niamey, la capital del país, hasta donde se habían trasladado los trabajadores de la ONG francesa Acted acompañados de un chófer y un guía nigerinos.

La reivindicación del ISIS, que califica el ataque como una “gran infiltración” por haberse producido en una zona hasta entonces considerada segura, no especifica qué rama de la organización cometió el atentado, pues en Níger operan tanto el Estado Islámico de África Occidental (ISWAP) como el Estado Islámico del Gran Sahara (EIGS). Sin embargo, por el lugar donde se produjeron los asesinatos, en la región de Tillaberi, todo apunta a esta última facción, liderada por uno de los terroristas más buscados del Sahel, Abou Walid Al Saharaui.

Según los testimonios recabados sobre el terreno, los terroristas viajaban en motocicletas y atacaron el vehículo en el que viajaban los cooperantes, disparando contra sus ocupantes. Una vez este se detuvo, los asesinaron y prendieron fuego al coche. Este múltiple crimen provocó una inmediata reacción de las autoridades galas, que calificaron a todo Níger como “zona roja” salvo a la capital, lo que ha provocado un enorme malestar en el país. La Fiscalía antiterrorista francesa abrió una investigación.

La región de Tillaberi es el escenario frecuente de atentados y ataques, pero hasta el pasado 9 de agosto todos tenían lugar en la zona próxima a la frontera con Burkina Faso, donde EIGS tiene sus principales bases. A finales de junio, este grupo terrorista secuestró a 10 trabajadores humanitarios nigerinos de la organización Acción y Programa de Impacto en el Sahel (APIS) cuando estaban repartiendo comida y material sanitario. Posteriormente fueron liberados.

En lo que va de 2020 ha habido más de 5.000 víctimas mortales a consecuencia de la violencia en el Sahel central, sobre todo en las regiones de Mopti (Malí), Sahel (Burkina Faso) y Tillaberi, en Níger, según los últimos datos de la ONG Acled. Esta cifra supone que este año es el más letal en la región desde que estallara la crisis yihadista en el norte de Malí en enero de 2012. También se ha disparado la cantidad de refugiados y desplazados internos a consecuencia de la violencia, alcanzando los 1,5 millones.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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