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Suga reemplaza oficialmente a Abe como primer ministro de Japón

El antiguo jefe de Gobierno, elegido por 314 de los 462 diputados del parlamento, promete seguir incentivando la economía como su predecesor, pero carece de experiencia internacional

El nuevo primer ministro de Japón, Yoshihide Suga
El nuevo primer ministro de Japón, Yoshihide SugaKIMIMASA MAYAMA (EFE)
Macarena Vidal Liy

Japón ha abierto una nueva etapa. Yoshihide Suga, el flamante líder del Partido Liberal Demócrata (PLD), ha sido elegido formalmente en el Parlamento como nuevo primer ministro, en sustitución de Shinzo Abe, que dimitió el 28 de agosto por razones de salud tras casi ocho años como jefe de Gobierno. El hasta ahora jefe de gabinete y ministro portavoz, que en sus primeras horas al mando ha nombrado un equipo continuista, afronta enormes desafíos. Tendrá que gestionar la pandemia de covid-19, que ha dejado más de 76.000 casos y más de 1.400 víctimas mortales. Y rescatar una economía a la que el coronavirus ha asestado un durísimo golpe.

En la sesión extraordinaria de la Dieta (el parlamento nipón) Suga, de 71 años, recibió el respaldo de 314 de los 462 escaños. En la cámara alta logró 142 votos de un total de 243. No hubo sorpresas: su nombramiento era algo hecho desde que el lunes quedó designado como sucesor de Abe al frente del Partido Liberal Demócrata (PLD), mayoritario en el Parlamento. Al anunciarse el resultado de la votación de este miércoles, entre los aplausos de los diputados, el ya primer ministro se inclinó cinco veces, en otras tantas reverencias, para agradecer su nuevo cargo.

Suga, mano derecha de Abe durante el mandato más extenso de las últimas décadas en Japón, había prometido continuidad, tanto en política exterior como en cuestiones internas. Su primera decisión, el nombramiento de su Gobierno, lo confirma. De veinte ministros, once ocupaban hasta ahora puestos en el gabinete de Abe: ocho mantienen el mismo cargo, mientras que otros tres cambian de cartera.

Entre quienes conservan el puesto se encuentran dos ministros clave, Toshimitsu Motegi en Exteriores y Taro Aso en Finanzas. El hasta ahora ministro de Defensa, Taro Kono, percibido como un futuro primer ministrable, se ocupará de Reforma Administrativa; Katsunobu Kato deja Sanidad y Trabajo para relevar al propio Suga en el puesto clave de jefe de Gabinete y ministro portavoz. Entre los llamamientos más llamativos se encuentra el del nuevo ministro de Defensao Kishi, el hermano menor de Abe.

La continuidad también se extenderá al escaso historial de Abe a la hora de seleccionar candidatas femeninas para su equipo. En un gabinete de veinte carteras, solo dos corresponderán a mujeres: Yoko Kamikawa se ocupará de Justicia y Seiko Hashimoto, de los Juegos Olímpicos.

El nuevo primer ministro ha asegurado que seguirá adelante con las “Abenomics”, la estrategia económica que combina el gasto fiscal, una relajada política monetaria para incentivar el crecimiento y reformas. Entre ellas, ha adelantado una reforma regulatoria que reduzca el peso burocrático, y una digitalización que permita agilizar los trámites.

En política exterior también mantendrá el rumbo de Abe. Suga, que carece de experiencia diplomática, hereda de su predecesor la necesidad de revisar la política nacional de Defensa, después de que fracasaran los planes para el despliegue del escudo antimisiles Aegis estadounidense. Se enfrenta también a los desafíos que se abren ante el deterioro cada vez mayor de las relaciones entre Estados Unidos, su principal aliado, y China, el vecino y socio comercial con el que mantiene una disputa territorial por las islas Diaoyu/Senkaku en el mar del Este de China.

Su falta de experiencia internacional, apuntan los expertos, le puede suponer un lastre. “Tendrá que reforzar su exposición y su presencia internacional y nombrar un ministro de Exteriores sólido que hable en su nombre con autoridad”, opina Stephen Nagy, de la Universidad Cristiana Internacional en Tokio.

Continuidad sin garantías

Una de las grandes incógnitas es cuánto durará el gobierno de este político adicto al trabajo. En principio está limitado a un año, lo que le quedaba al mandato de Abe. En septiembre del año próximo se celebrarían nuevas elecciones internas dentro del PLD, y el país celebraría comicios no más tarde de octubre de 2021.

Pero una serie de declaraciones de altos cargos del Partido Liberal Demócrata han desatado las conjeturas sobre la posibilidad de que Suga aproveche el previsible tirón de popularidad tras su nombramiento para adelantar elecciones en los próximos meses. Ello reforzaría su legitimidad —la votación del PLD que le nombró al frente de la formación se limitó a poco más de medio millar de votos— y le otorgaría un mandato de cuatro años.

El lunes, el ministro Aso había subrayado que adelantar los comicios sería “necesario, dado que se celebrarán los Juegos Olímpicos el año próximo”. Suga, en cambio, ha evitado pronunciarse y se ha limitado a indicar que es “un asunto espinoso”. La convocatoria de elecciones en plena pandemia puede acarrear importantes complicaciones logísticas, entre otros problemas, según han recordado otros políticos.



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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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