Fallece Duch, verdugo de los Jemeres Rojos en el genocidio de Camboya
Kaing Guek Eav admitió haber supervisado la tortura y asesinato de más de 16.000 personas como responsable de la principal cárcel del país, por lo que expresó su arrepentimiento
Kaing Guek Eav, jefe de prisiones de los Jemeres Rojos condenado por crímenes contra la humanidad, ha fallecido este miércoles en Camboya. Duch, sobrenombre por el que era conocido, admitió haber supervisado la tortura y asesinato de más de 16.000 de sus conciudadanos como responsable de la principal cárcel del país, Tuol Sieng. También fue jefe de Santebal, una rama del aparato a cargo de la seguridad nacional y de los campos de prisioneros. Durante el juicio, que le condenó en 2010 a una pena de cadena perpetua, expresó su arrepentimiento.
Los Jemeres Rojos controlaron Camboya entre 1975 y 1979, sembrando el terror hasta convertirse en uno de los regímenes más sanguinarios de la historia. Durante esos cuatro años, la dictadura maoísta liderada por Pol Pot se cobró más de 1,7 millones vidas, cifra equivalente a una cuarta parte de la población que entonces tenía el país. En 2003, las autoridades del país asiático establecieron en colaboración con Naciones Unidas una corte judicial conocida como el Tribunal de Camboya, encargada de investigar y juzgar a los culpables del genocidio.
Duch se convirtió en un símbolo del horror al ser la primera persona juzgada por la institución. El proceso en su contra comenzó en 2009 y al año siguiente fue condenado a 35 años de cárcel, más tarde extendidos a cadena perpetua. Solo nueve personas han sido Investigadas por este tribunal. Entre ellas, el expresidente Khieu Samphan y la mano derecha del líder, Noun Chea. Pol Pot falleció en 1998 en su cama sin que aún estén claras las circunstancias.
Un representante del Tribunal de Camboya ha informado hoy del fallecimiento de Duch, sin revelar ningún tipo de información sobre las causas. “Falleció esta mañana a las 00:52, el 2 de septiembre, en el Hospital de la Amistad Jemer-Soviética. No puedo desvelar más detalles”, ha declarado Neth Pheaktra, portavoz de la institución. Duch, de 77 años y enfermo desde hace tiempo, fue trasladado al centro médico desde la prisión provincial de Kandal en la que estaba recluido tras presentar dificultades respiratorias.
Duch fue responsable de la cárcel S-21, también conocida como Tuol Sleng, uno de los lugares de tortura más terribles del país. Más de 16.000 hombres, mujeres y niños catalogados como enemigos del régimen fueron a parar a las celdas de lo que antes había sido una escuela. La mayor parte de ellos fueron torturados y obligados a confesar crímenes ficticios, involucrando a familiares y amigos, antes de ser ejecutados en los “campos de la muerte” de Choeung Ek a las afueras de la capital, Phnom Penh. Solo siete personas salieron con vida del lugar, que ahora se ha convertido en un museo de lo que sucedió en esa época.
Tras la caída del régimen en 1979, Duch pasó dos décadas escondido en un pueblo cercano a la frontera con Tailandia hasta que en 1999 fue descubierto por un periodista británico. Durante el juicio reconoció su culpa y pidió perdón en repetidas ocasiones. Su defensa se basó en que solo seguía órdenes. “Todos los que fueron arrestados y enviados a la S-21 ya se daban por muertos”, testificó en una de sus comparecencias.
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