Trump firma una orden ejecutiva para reducir el uso de fuerza policial tras semanas de protestas
El documento prohíbe las inmovilizaciones por el cuello, salvo cuando la vida de un agente corra peligro
Donald Trump ha respondido al clamor de la calle y ha firmado este martes una orden ejecutiva para reformar el protocolo policial, que incluye prohibir las inmovilizaciones por el cuello salvo cuando la vida de un agente corra peligro y una base de datos de policías con historiales violentos. Durante el anuncio en los jardines de la Casa Blanca, el presidente estadounidense no mencionó al afroamericano George Floyd, cuya muerte en manos de un policía blanco el pasado 25 de mayo desencadenó la mayor ola de protestas en medio siglo contra la brutalidad aplicada a los negros. El racismo no estuvo presente en el discurso del presidente, pero sí los disturbios en Minneapolis, la ciudad donde se encendió la mecha de las protestas: “La violencia y la destrucción no serán toleradas”, ha advertido el mandatario frente a agentes y autoridades como el fiscal general William Barr.
La orden ejecutiva, enfocada en ese “pequeñísimo” grupo de policías que no cumplen con el protocolo, ha dicho Trump, contempla subvenciones federales a los departamentos de la policía que establezcan un programa de acreditación para “buenas prácticas” del uso de la fuerza. También incluye la propuesta del proyecto de ley aprobado por los demócratas la semana pasada de crear una base de datos para registrar a los agentes con mal comportamiento y que se pueda compartir en caso de que un policía se cambie de departamento. Ja’Ron Smith, asistente adjunto del presidente, y el yerno y asesor principal de Trump, Jared Kushner, lideraron los esfuerzos para redactar el documento que busca hacer frente a las demandas de los manifestantes que piden una reforma de la justicia penal tras la muerte de Floyd.
Otras de las medidas troncales es incluir a trabajadores sociales en los departamentos de la policía para que asesoren a los agentes sobre cómo abordar casos no violentos que involucren drogadictos y personas sin hogar. El paquete de medidas busca establecer “los estándares más altos y fuertes” dentro de los departamentos, como lo describió el presidente estadounidense, pero no prohíbe del todo las inmovilizaciones por el cuello, la técnica que aplicó el agente Derek Chauvin durante ocho minutos y 46 segundos y acabó con la muerte de Floyd. Cuando la vida de un agente corra peligro podrá aplicarse. Tampoco contempla impartir cursos de capacitación sobre los prejuicios raciales, ni exigir el uso obligatorio de las cámaras corporales en la policía federal, todas propuestas elaboradas por los demócratas.
Antes de hacer el anuncio, Trump se reunió con familiares de afroamericanos muertos en manos de la policía, como Ahmaud Arbery, el joven de 25 años que murió el pasado 23 de febrero producto de tres tiros perpetrados por dos hombres blancos mientras corría por una zona residencial de Brunswick, en Georgia. “A todas las familias que han sufrido [una pérdida] les digo que todos los estadounidenses están viviendo el duelo junto a ustedes”, ha afirmado el republicano. “La muerte de sus seres queridos no será en vano”, agregó. La primera acción concreta de la Administración del republicano tras la ola de protestas pretende “ofrecer un futuro de seguridad para los estadounidenses de todas las razas, religiones, colores y credos”, ha dicho.
Una de las demandas de algunos manifestantes es reducir los fondos a la policía que no cumpla con los estándares del protocolo federal, una iniciativa que el presidente ha rechazado en reiteradas ocasiones. “La gente quiere ley y orden, puede que no lo digan, pero eso es lo que quieren”, ha afirmado esta tarde el mandatario. Tanto los congresistas demócratas como los republicanos continúan trabajando en sus propios paquetes de medidas para reformar el protocolo policial.
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