El vicepresidente de Sudán del Sur da positivo por coronavirus
Riek Machar se encuentra en cuarentena junto a su esposa, también contagiada, en su domicilio particular de Juba
El vicepresidente de Sudán del Sur, Riek Machar, y su esposa, Angelina Teny, han dado positivo por coronavirus y comenzaron este lunes una cuarentena de 14 días en su domicilio de Juba, la capital del país, según ha asegurado el equipo de Machar a través de un comunicado. Algunos de sus colaboradores más próximos y de sus guardaespaldas también contrajeron la enfermedad, añade la nota.
La oficina de Vicepresidencia asegura que Machar se encuentra bien y que por ahora no presenta síntomas de la enfermedad. Se hizo la prueba el 13 de mayo, pero los resultados se conocieron este lunes. El comunicado asegura que ya el pasado 27 de abril se sometió a un primer test de coronavirus, pero en aquella ocasión dio negativo.
Riek Machar, de 69 años, es una de las figuras políticas más importantes de Sudán del Sur de los últimos años. Como jefe de uno de los principales movimientos rebeldes combatió para conseguir la independencia de Sudán del Sur durante décadas hasta que se convirtió en el primer vicepresidente del país en 2011. Sin embargo, tan solo dos años después, su rivalidad con el presidente Salva Kiir acabó con el cese de Machar y el comienzo de la guerra sursudanesa, que ha provocado unos 400.000 muertos y unos cuatro millones de refugiados y desplazados internos.
La firma de un primer acuerdo en paz en 2015 permitió a Machar regresar a la vicepresidencia del país en mayo de 2016. En esta ocasión duraría tan solo dos meses en el cargo pues la vuelta a los hostilidades hizo saltar por los aires el citado acuerdo. Tras una estancia en Sudáfrica, durante la cual llegó a permanecer en arresto domiciliario, el líder sursudanés regresó a Juba en octubre de 2018 gracias a la firma de un nuevo armisticio. En febrero de este año volvió a jurar el cargo de vicepresidente por tercera vez en siete años y en marzo pasado se nombró por fin un gobierno de unidad nacional, aunque la situación es muy volátil.
Hasta el pasado 29 de abril, la pandemia de covid-19 apenas había rozado a Sudán del Sur. Sin embargo, en tan solo tres semanas se ha producido un crecimiento exponencial de los casos y en la actualidad se han declarado 285 positivos y cuatro personas fallecidas. La fragilidad del sistema público de salud sursudanés tras siete años de conflicto, la existencia de 1,5 millones de desplazados internos y la irrupción del virus, la pasada semana, en dos campos de protección de civiles en Bentiu y Juba donde decenas de miles de personas viven hacinadas y con difícil acceso a agua y alimentos hace temer lo peor a las agencias humanitarias.
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