El primer ministro de Lesoto dimite salpicado por la investigación de la muerte de su exmujer

El primer ministro de Lesoto, Thomas Thabane, ha anunciado este martes que dejaba su cargo: “He decidido comparecer personalmente e informaros de que renuncio como primer ministro de Lesoto”. El líder del país africano lo ha comunicado ante sus seguidores desde su casa en las afueras de la capital, Maseru, en lo que representa el fin de un cerco político que ha durado meses, desde que, a principios de año, la justicia señaló a Thabane y a su actual esposa como presuntos implicados en el asesinato de la anterior primera dama. "El trabajo que tenía asignado no está terminado, pero el momento de retirarme del escenario, tomar vacaciones de la vida pública y del cargo, ha llegado finalmente”, ha explicado Thabane por televisión a todo el país.

El partido de Thabane, el ABC -All Basotho Convention- ha notificado que el nuevo primer ministro tomará posesión este mismo miércoles, aunque sigue la confusión entre sus filas, ya que Thabane ha dicho que seguirá liderando el partido. Su sucesor, tras el acuerdo alcanzado entre el ABC y la oposición, será el ministro de Finanzas, Moeketi Majoro. A sus 80 años, Thomas Thabane se ha visto forzado a renunciar, perseguido por el escándalo del homicidio de su segunda esposa, Lipolelo Thabane.

Lipolelo fue abatida a tiros el 14 de junio de 2017, dos días antes que Thabane jurara el cargo por segunda vez como primer ministro. Aunque se habían separado hacía años, Lipolelo seguía siendo la esposa legal de Thabane y, por lo tanto, asumía los beneficios de primera dama. El caso quedó apagado en la justicia durante más dos años, pero a principios de 2020, la policía encontró evidencias que vinculan a Thabane y a su actual esposa, Maesaiah, con el asesinato. Y ella fue inculpada en febrero. Ambos han negado cualquier implicación con la muerte de Lipolelo y Thabane insiste que las acusaciones tienen motivación política.

La investigación encontró llamadas hechas desde la escena del crimen al teléfono del primer ministro y se le investiga como suspuesto cerebro del homicidio, junto a su actual esposa, pero a él no se la ha podido acusar formalmente por la inmunidad de su cargo. Thabane ha estado intentando negociar esta protección legal durante las últimas semanas de crisis política, antes de dejar el puesto.

Cuando saltó el escándalo a principios de año, Thabane aceptó dimitir, pero solo a finales de julio; quería asegurar una salida digna. Sin embargo, la coalición le ha ido acorralando hasta empujarle a un final con una inmunidad incierta. El mandato de Thomas Thabane hubiera terminado a finales de 2022.

La semana pasada, pretendiéndose ajeno a la inestabilidad política alrededor de su figura y sin mención al asesinato, Thabane dijo en una entrevista que “estaba intentando sentar un precedente entre los líderes africanos, dando ejemplo que se podía dejar el cargo voluntariamente cuando se crea que es el momento de irse o en el peor de los casos, cuando acabe su mandato”.

El reino de Lesoto, país de montañas y 2,2 millones de habitantes, tiene una historia política convulsa. Rodeado por Sudáfrica, el país depende económicamente de su potencia vecina y miles de migrantes basoto –habitantes de Lesoto– trabajan en las minas sudafricanas.