Johnson lograría mayoría absoluta en las elecciones del 12 de diciembre
La encuesta de YouGov, la mayor muestra hasta la fecha, pronostica una debacle del laborismo
Boris Johnson podría lograr una holgada mayoría absoluta el próximo 12 de diciembre, que le permitiría sacar adelante su plan del Brexit y lograr que los conservadores se mantengan en Downing Street más de una década. La encuesta realizada por YouGov para el diario The Times, la más completa de las publicadas hasta ahora, otorga a los tories un 43% de los votos y 359 escaños. La mayoría, en un Parlamento con 650 diputados, se sitúa en los 326, pero con la ausencia de los representantes del Sinn Féin irlandés y al quedar excluidos el speaker (presidente de la Cámara) y sus dos ayudantes de las votaciones, cualquier cifra por encima de los 320 escaños garantiza una mayoría más que suficiente. Los conservadores parten en estos momentos de 298 diputados.
El Partido Laborista, por el contrario, rozaría una catástrofe similar a la que sufrió en 1983 su candidato Michael Foot. El sondeo les atribuye 211 diputados, 22 menos de los que han tenido en esta legislatura.
A pesar de tener un amplio margen de error (de hasta el 5%), el sondeo de YouGov, realizado en base a 150.000 entrevistas, utiliza un método denominado MRP (su propia cocina, en la que combina datos demográficos, recuerdo de voto y nivel previsto de participación) que en 2017 tuvo los resultados más exactos. El sistema mayoritario británico, en el que el ganador de una circunscripción se lleva el único escaño en juego, hace muy difícil predecir de qué lado se inclinará la balanza en aquellos territorios donde la diferencia entre conservadores y laboristas es de unos miles de votos. La estrategia de Johnson ha consistido en centrarse en aquellos lugares de voto tradicional de izquierdas pero en los que el Brexit triunfó en el referéndum de 2016. Son poco más de 20, la mayoría situados en el norte de Inglaterra y en la franja central que se denomina las Midlands (Tierras Medias, el centro del país).
A pesar de las elevadas expectativas creadas en torno al Partido Liberal Demócrata y a su nueva candidata, Jo Swinson, el sondeo atribuye a esta formación un resultado mediocre: 13 diputados. Es uno más de los que lograron en 2017, pero siete menos de los 20 que llegaron a tener a fuerza de atraer a su bancada a desencantados del campo conservador y del laborista. La posición claramente favorable a la permanencia en la UE del partido fue un catalizador de mensajes y voluntades durante la pasada legislatura, pero la encuesta vaticina un regreso al voto útil de muchos electores. Los simpatizantes históricos de la izquierda parecen contentarse con la promesa de Corbyn de un nuevo referéndum. Los conservadores se muestran aterrados ante la promesa liberaldemócrata de revocar la decisión del Brexit, y conducir de nuevo al país a un clima de división que en los últimos tres años se ha vuelto irrespirable.
La tercera fuerza en la Cámara de los Comunes, el Partido Nacional de Escocia (SNP, en sus siglas en inglés) vería recompensada su campaña a favor de una nueva consulta popular sobre la independencia y de su postura beligerante contra la salida del Reino Unido de la UE. El sondeo les atribuye 43 escaños, ocho más de los 35 que tenían. Sin embargo, en el caso de que la debacle laborista se confirme, los nacionalistas, que confiaban en apuntalar a un Corbyn débil a cambio de ver despejado el camino hacia el referéndum, no podrán hacer valer esa fuerza.
Si Johnson obtiene la mayoría absoluta, ya ha dejado claro, a diferencia de lo que hizo en 2014 David Cameron, que no contemplará la posibilidad de permitir que los escoceses puedan volver a pronunciarse sobre su posible abandono del Reino Unido.
El gran fantasma del Partido del Brexit, del ultranacionalista Nigel Farage, que ha supuesto la pesadilla de los conservadores durante los últimos años, vuelve a desinflarse cuando se enfrenta al desafío de unas elecciones generales. El sondeo no les atribuye ningún escaño. Los electores, probablemente, han olido a trampa desde el minuto en que Farage anunció que retiraba los candidatos de más de la mitad de las circunscripciones: todas aquellas en las que los conservadores tuvieran asegurada la victoria. Y si del Brexit se trata, muchos han entendido que el producto original se llama Boris Johnson.
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