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Argelia endurece la represión mientras los manifestantes boicotean las presidenciales de diciembre

El régimen del general Ahmed Gaid Salah ha encarcelado a decenas de activistas tras nueve meses de protestas multitudinarias

Francisco Peregil
Protesta contra el Gobierno, este viernes en Argel.
Protesta contra el Gobierno, este viernes en Argel. RYAD KRAMDI (AFP)
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Los argelinos temen que las nuevas purgas del régimen deriven en dictadura militar

Tal día como este viernes, hace nueve meses, comenzaron en Argelia las protestas multitudinarias que acabaron con la presidencia de Abdelaziz Buteflika. Acabaron con él, pero no con su régimen. Ahora, hay decenas de detenidos en las cárceles tras haber reclamado en las calles un proceso de transición y elecciones democráticas. El régimen ha convocado unas presidenciales para el próximo 12 de diciembre en las que concurren cinco candidatos. Sin embargo, buena parte de la sociedad civil tacha a los cinco de ser simples marionetas al servicio del hombre fuerte del país, el general del Estado Mayor, Ahmed Gaid Salah.

Los manifestantes han superado el mes de ramadán, los meses de verano y ahora los de invierno sin que disminuya la afluencia en las calles. Cada martes protestan miles de estudiantes y cada viernes siguen el mismo ritual decenas de miles de personas en las principales ciudades. Cada semana se produce el prodigio de que las marchas sigan siendo pacíficas, sin derramamiento de sangre. Pero aumentan los detenidos por delitos relacionados con la libertad de expresión y ya superan el medio centenar, según distintas fuentes humanitarias.

“No daremos marcha atrás”, fue uno de los cánticos más repetidos en la manifestación de Argel, según comentaron varios internautas. “Liberad a los presos políticos”, “Gaid Salah, márchate”, y “No a las elecciones” , fueron otros de los más repetidos. En Orán, en un ambiente festivo, coreaban: “Puesto que no hay ni ley ni justicia, tampoco habrá voto”, según informaba el diario digital TSA.

Algunos presos por la libertad de expresión son muy conocidos. En septiembre fue detenido uno de los activistas más carismáticos, Karim Tabú, de 46 años. El junio fue encarcelado por “atentar contra la moral del Ejército” el antiguo combatiente contra la independencia, Lajdar Buregá, de 86 años, miembro del opositor Frente de Fuerzas Socialistas (FFS). Un mes antes también ingresó en la cárcel el general retirado Hocine Benhadid, de 73 años, tras publicar una carta dirigida a Gaid Salah donde le pedía que la democracia no fuera una palabra hueca.

El pasado miércoles, miles de jóvenes salieron a la calle en Argel para protestar contra los comicios del 12 de diciembre. Y fueron detenidos una veintena de jóvenes. El lunes, cuatro activistas en la ciudad de Tlemcen fueron condenados a 18 meses de prisión firme, solo 24 horas después de abuchear en un mitin a Alí Benflis, uno de los cinco candidatos.

Un periodista que prefiere ampararse en el anonimato señala a la Unión Europea “está animando al poder” a hacer lo que hace. “El poder está probando los límites de su impunidad. Un día censura a un medio digital, otro día detiene a un conocido activista, después detienen a decenas. Y como ha visto que eso funciona, que la comunidad internacional no protesta, siguen reprimiendo. No solo reprimen, sino que ya no presentan propuestas para alcanzar un diálogo. Al principio había señales de apertura y ya no las hay”.

La misma fuente señala: “La gente no pide que la Unión Europea apoye el Hirak [Movimiento de protestas, en árabe], sino que deje de apoyar al régimen. Bruselas habla de que quiere mantenerse neutral. Pero callarse ante la detención de inocentes, no es ser neutral”.

España importe de Argelia la mitad del gas que consume. Durante la manifestación de ayer una periodista argelina tuiteó: “Curiosamente, la lista de países que se abastecen de gas de Argelia coincide con la lista de países cuyos dirigentes evitan hablar de Argelia”.

Por su parte, el general Gaid Salah parece interpretar las manifestaciones de una manera bien distinta. El pasado martes, durante un mensaje televisado en un viaje que efectuó a la cuarta región militar, ensalzó el “ímpetu popular que se ha propagado en todo el país” con “el pueblo alrededor de su Ejército” “ coreando con una misma voz eslóganes” que expresan la intención de “dirigirse a las urnas el próximo 12 de diciembre”.

Este periódico, como tantos otros medios internacionales, ha solicitado el visado para cubrir las elecciones presidenciales. De momento, no ha recibido ninguna respuesta por parte de las autoridades argelinas.

Moscas electrónicas contra periodistas críticos

FRANCISCO PEREGIL

Muchas de las páginas de Facebook que animan a boicotear las elecciones del 12 de diciembre están siendo cerradas por el régimen. “El régimen está deteniendo a los administradores de esas páginas, informó ayer un periodista argelino que solicitó no revelar su nombre.

“Además”, añadió, “los periodistas estamos sufriendo muchas amenazas en Internet. Hay gente que trabaja para el poder y se dedica a difamar a los periodistas. Aquí les llamamos a ellos ‘moscas electrónicas’. Esas moscas también amenazan a los periodistas y miembros del Hirak (movimiento de protestas, en árabe)”.

Más de 300 periodistas han firmado en Argelia un escrito titulado: “Grito contra la represión y la arbitrariedad y por las libertades”. El texto denuncia las detenciones de tres periodistas: Sofiane Merrakchi, Abdelmonji Khelladi y Azeb El Cheikh. Los firmantes protestan contra el hecho de que se les haya prohibido salir del país a los reporteros Khelaf Benhadda Saïd Boudour y Adlène Mellah, entre otros. “Condenamos de forma enérgica las prácticas represivas que sufren los periodistas en medios públicos y privados, así como la prohibición que se les hace de cubrir eventos importantes que se desarrollan en el país, lo que constituye un atentado flagrante contra la libertad de expresión en Argelia”, señala la carta.

El escrito no ha tenido demasiado efecto sobre el régimen. Este viernes, sin ir más lejos, ha sido detenida en Orán la periodista Djamila Loukil , junto al activista local Kadour Chouicha.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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