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Conte se desmarca del Movimiento 5 Estrellas y marca un perfil propio

El primer ministro italiano se posiciona en contra de asuntos clave para los grillinos y provoca el abandono en el Senado de gran parte de los parlamentarios de su partido

Daniel Verdú

Giuseppe Conte, primer ministro italiano, ya no acepta órdenes. El autodenominado “abogado del pueblo” ha aprovechado los escándalos de una posible financiación rusa de la Liga y la debilidad del Movimiento 5 Estrellas (M5S) para marcar un perfil propio. El premier, elegido por los grillinos hace poco más de un año como garante del acuerdo firmado con la Liga, se ha desmarcado además de sus promotores y el martes se posicionó a favor de la alta velocidad entre Turín y Lyon. Este miércoles, la mitad de parlamentarios de su bancada abandonó el Senado para afeárselo.

Giuseppe Conte, este martes en el Senado italiano, en Roma.
Giuseppe Conte, este martes en el Senado italiano, en Roma.Andrew Medichini (AP)

Las placas tectónicas de la política italiana vuelven a moverse y la escenografía y sus protagonistas cambian. Giuseppe Conte, el anónimo primer ministro que fue elegido hace poco más de un año como notario del acuerdo de Gobierno que firmaron la Liga y el Movimiento 5 Estrellas, es hoy uno de los protagonistas principales. Crecido, convertido en el líder mejor valorado de Italia, compareció en el Senado para dar cuenta del escándalo de una presunta financiación rusa a la Liga. Matteo Salvini, el protagonista, había rechazado hacerlo, pero los asesores de Conte —que diseñan ya un recambio del denostado Luigi Di Maio— vieron una nueva oportunidad para terminar de moldear a un nuevo líder que no todos reconocen. La mitad de parlamentarios del M5S abandonó la sala en protesta por una decisión tomada el día anterior.

Conte se refirió al caso de la trama rusa tras un proceso de recogida de información en el que, dijo, Salvini no quiso colaborar. El ministro del Interior, muy molesto porque decidiese comparecer en el Senado para hablar sobre un caso que le afecta a él y a su partido, se ha negado a dar ninguna explicación en las últimas semanas. Las que dio el primer ministro, sin embargo, tampoco aportaron demasiada luz. El primer ministro confirmó que Gianluca Savoini, el hombre que según las escuchas publicadas por la web Buzzfeed, negoció con enviados del Kremlin, formaba parte de la comitiva de Salvini. Sin embargo, al no tratarse de un cargo público, desvinculó el caso del ámbito político y los circunscribió al ámbito de la Fiscalía de Milán, que ha abierto una investigación. “No hay elementos en este momento que puedan reducir la confianza que tengo en todos los miembros del Gobierno”, lanzó.

El tema ruso, sin embargo, preocupa más a los aliados de Italia por la cercanía del país a Rusia que por el propio caso de corrupción, en el que muchos ven una trampa a un personaje sinuoso y poco prudente. El primer ministro, por eso motivo, aprovechó la tribuna y la expectación generada en la comparecencia especial para lanzar un discurso de estado y confirmar el compromiso de Italia con sus aliados estadounidenses.

Más allá de la cuestión rusa y de las cuitas con Salvini, la puesta en escena del miércoles confirma que el M5S se encuentra en el peor momento desde su fundación. No solo por su estrepitosa caída en las encuestas y en las últimas elecciones europeas, sino por la falta de ideas y un alejamiento progresivo de su corazón ideológico. El partido ha perdido todas sus grandes batallas: el cierre de la siderúrgica ILVA en Taranto, el oleoducto de Puglia… Pero el golpe más duro, lo recibieron el día anterior de la mano del propio Conte: un hombre elegido por los grillinos que empieza ya a cobrar un perfil tan propio que va contra los intereses de sus promotores.

Di Maio, un líder amortizado

El actual líder político del Movimiento 5 Estrellas y vicepresidente de Italia tiene cada vez menos peso en el Gobierno. Tras perder la batalla con Matteo Salvini —el otro vicepresidente—, ha visto cómo el primer ministro adquiría relevancia y terminaba de desdibujar su figura. Di Maio, además, no podría presentarse de nuevo a unas elecciones ya que las reglas del M5S lo prohíben. Esta semana, a través de un vídeo, el partido ha tratado de modificar esa norma para algunos casos.

El día anterior, en un extraño movimiento, el primer ministro se posicionó a favor de las obras de construcción de un túnel para unir Turín y Lyon a través de una línea de alta velocidad. La oposición a dicha infraestructura ha sido uno de los principales caballos de batalla del Movimiento 5 Estrellas durante los últimos años. Una guerra que le ha costado la popularidad a figuras relevantes del partido, como la alcaldesa de Turín, Chiara Appendino, o al fundador de la formación, Beppe Grillo, que el martes aseguró que el M5S actual ya no se parece al que él creó.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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