Los Veintiocho buscan una nueva fórmula para renovar la cúpula de la UE
Berlín y París aspiran a repartirse la presidencia de la Comisión y el Banco Central Europeo y España podría hacerse con la jefatura de la diplomacia
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han retomado este martes las negociaciones para la renovación de los principales cargos de la cúpula comunitaria para los próximos cinco años. La hora de partida, fijada este lunes, eran las once de la mañana, pero el inicio se demoró hasta pasadas las cuatro de la tarde. Los líderes europeos buscan una nueva fórmula para desencallar ese reparto después de que Italia y los países del llamado grupo de Visegrado (República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia) bloquearan el acuerdo que habían perfilado cuatro países (Alemania, Francia, España y Holanda) en la cumbre del G20 en Osaka y que pasaba por situar al socialdemócrata Frans Timmermans en la presidencia de la Comisión Europea y al popular Manfred Weber en la de la Eurocámara. Según fuentes diplomáticas, los líderes discuten un nuevo paquete de cargos que daría al Partido Popular Europeo la presidencia del Ejecutivo comunitario, que encabezaría la actual ministra de Defensa, Ursula von der Leyen. Las mismas fuentes apuntan a que Josep Borrell optaría a ser jefe de la diplomacia europea.
Los Veintiocho tratan de desatascar ese paquete de cargos antes de que el miércoles el Parlamento Europeo vote a su presidente en el pleno de Estrasburgo. La opción de Timmermans ha ido perdiendo fuerza por el enroque de los países del Este de Europa. "Nosotros queremos a alguien para la presidencia de la Comisión que no tenga una opinión negativa de nuestra región. Timmermans no es aceptable para nosotros", insistió el presidente de la República Checa, Andrek Babis, a su llegada al Consejo. Pero también Italia y varios países gobernados por el PP, entre ellos Irlanda, se resistían a entregar la Comisión, la institución más emblemática de la UE, al socialdemócrata holandés.
Los líderes europeos han reanudado las negociaciones con un nuevo reparto sobre la mesa que daría a los populares la presidencia de la Comisión Europea, que asumiría la alemana Ursula von der Leyen, y el Banco Central Europeo, que podría pasar a manos a la actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa Christine Lagarde. Los socialistas se quedarían con el alto representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, que podría ser para el actual ministro de Exteriores español Josep Borrell, y la presidencia del Parlamento Europeo, que se plantea que pueda asumir el búlgaro Sergei Stanischev.
El liderazgo en el Consejo Europeo sería, según esas fuentes, para los liberales. Y ahí todo apunta al actual primer ministro belga en funciones, Charles Michel. Esta nueva propuesta, señalan fuentes diplomáticas, cuenta con el respaldo del grupo de Visegrado y de Italia. Sin embargo, plantea problemas en la Eurocámara, en especial entre las formaciones progresistas.
A su llegada, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, defendió un paquete que pivote en dos ejes: Timmermans como jefe del Ejecutivo comunitario y Weber como presidente del Parlamento Europeo. "Algunos países lo ponen en cuestión por haber defendido los valores y los tratados de la UE, y eso es inaceptable para nosotros", explicó Sánchez. Fuentes diplomáticas sostuvieron que Timmermans deberá tener un papel relevante en la futura arquitectura comunitaria, pero admitieron que tal vez no podrá optar a la presidencia de la Comisión.
El jefe del Ejecutivo español se ha reunido esta mañana con los líderes europeos de su partido y, antes de que se reanudara el Consejo, se ha visto con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, António Costa en la delegación española. Posteriormente, ha participado en un encuentro con los negociadores de los tres principales partidos (populares, socialdemócratas y liberales), a la que también estaba previsto que acudiera Macron, en las dependencias belgas.
Los jefes de Estado y de Gobierno esperaban también hallar por fin un mínimo consenso en las filas populares, que se rebelaron al acuerdo alcanzado por la canciller alemana Angela Merkel con Sánchez, Macron y el holandés Mark Rutte. "Espero que el Partido Popular Europeo haya tenido un buen reinicio durante la noche y que el sistema esté funcionando", sostuvo el primer ministro de Luxemburgo, el liberal Xavier Bettel, quien puso como prioridad hallar un equilibrio de género en los cuatro principales puestos europeos en juego: la Comisión, el Consejo Europeo, el alto representante y el Banco Central Europeo. "No venimos a buscar al European Idol", ironizó.
También Rutte afirmó que espera que durante esta jornada "se halle una mayoría" para la renovación de la cúpula comunitaria. Pero salvo Sánchez, los líderes apenas quisieron hablar de nombres para ocupar esas responsabilidades tras el baile de posibilidades que se barajó en las 20 horas de negociaciones de la noche del domingo y la madrugada del lunes.
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