Vicentillo Zambada, el hijo del gran capo mexicano de la droga, estará libre en cuatro años

Vicente Zambada Niebla ha sido sentenciado en Chicago (Illinois) a 15 años de prisión por conspirar para distribuir droga en Estados Unidos. El primogénito de Ismael El Mayo Zambada, el actual líder cartel de Sinaloa, fue uno de los cooperantes estrella en el juicio a Joaquín El Chapo Guzmán. También facilitó a la agencia antidroga información clave de organizaciones rivales. Vicentillo, como se le conoce en el mundo del narco, se enfrentaba a cadena perpetua. Ahora, el juez descontará los más de diez años que ha cumplido en la cárcel –tanto en México como en EE UU–, por lo que quedará en libertad en cuatro. 

Es el primer testigo protegido en la causa contra El Chapo que se beneficia de una rebaja en la condena. Vicentillo ocupó una posición única en el cartel de Sinaloa, hasta el punto de que se le vio como el sucesor natural de El Mayo. Durante dos décadas supervisó el envío masivo de cocaína desde Colombia y otros países latinoamericanos hacia México, para transferirla después a EE UU. También estuvo involucrado en las decisiones en materia de seguridad y violencia de la organización criminal.

El narco fue arrestado a comienzos de 2009 y extraditado a EE UU en febrero de 2010. Empezó a cooperar con las autoridades de una manera activa a final de 2011. Facilitó información sobre los líderes del cartel de Sinaloa y la organización de los hermanos Beltrán-Leyva. Gracias a su “extraordinaria” cooperación, según afirmó la Fiscalía, se presentaron cargos contra docenas de narcos, como Dámaso López Núñez. El Licenciado fue condenado a cadena perpetua en noviembre.

Vicentillo testificó, además, en el juicio contra El Chapo. Sus abogados explicaron este jueves al juez Rubén Castillo antes de que dictara sentencia que su defendido se negó a subir al estrado por las consecuencias que este acto podría tener. "Muchos familiares y amigos fueron asesinados", añadieron. El magistrado respondió que las consecuencias de sus crímenes son "simplemente tremendas". "Si hay una guerra del narco", añadió, "la estamos perdiendo".

La defensa de Guzmán presentó a Vicentillo durante el juicio como parte de una conspiración de los Gobiernos de EE UU y México para que El Mayo siga en libertad. “Mi papá es el líder del cartel”, admitió en varias ocasiones durante su testimonio en enero en Brooklyn. Otro de los cooperantes que pasó por el estrado fue su tío Jesús El Rey Zambada, con el que empezó a conocer los entresijos del narco. Ambos contaron cómo El Chapo y El Mayo acordaron repartirse el negocio.

Protección del cartel

Los Zambada ofrecieron también a El Chapo los contactos que tenían para que pudiera evadir las operaciones militares de captura. Vicentillo hizo referencia, asimismo, a cómo su padre sobornaba en persona a altos cargos policiales y militares para así proteger los intereses del cartel. La oficina antidroga de EE UU ofrece una recompensa de cinco millones de dólares a quien ayude a capturar El Mayo. “Si no lo han detenido aún, no es culpa mía”, dijo el hijo de Zambada.

En este sentido, explicó que había ofrecido a las autoridades toda la información que conocía para poder localizarlo, incluidas coordenadas de sus escondites y la dirección de las casas de sus amantes. También reveló que El Chapo le facilitó un contacto en la agencia antidroga de EE UU para cooperar cuando se planteara dejar el negocio. Pero al mismo tiempo dejó claro que la figura de Guzmán no era un mito y que el narco era tan jefe como su padre.

Vicentillo ya se declaró en dos ocasiones culpable para evitar el juicio. Buscaba beneficiarse de una reducción significativa de la condena y garantizar la protección de su familia. La Fiscalía ya había aceptado que fuera penado con 17 años de cárcel, lo que representaba una rebaja considerable. Así espera "incentivar" a otros narcos a seguir su ejemplo. La sentencia a Guzmán está prevista para el 25 de junio, aunque la defensa está tratando de que se repita el juicio.

También esta semana fue extraditado José Antonio Torres Marrufo, alias Jaguar. Era el jefe de sicarios del cartel de Sinaloa y una de las personas más próximas a El Chapo. Su nombre se citó en numerosas ocasiones durante el juicio. El miércoles se personó ante el juez en un tribunal en El Paso (Texas) y se declaró no culpable. Integra la lista de individuos acusados de liderar la organización criminal o de ser asociados directos de la cabeza del cartel.