La Eurocámara recela de Rusia con una becaria vinculada al Kremlin
La hija del portavoz de Putin hace prácticas como asistente en el Parlamento Europeo de un antiguo miembro del partido de Le Pen
Con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina, Bruselas mira a Rusia de reojo. Las instituciones comunitarias se han preparado en los últimos meses contra posibles ataques informáticos desde los dominios de Vladímir Putin, y se teme una campaña de noticias falsas inspirada por Moscú. En ese ambiente de sospecha, un nuevo elemento ha venido a enrarecer una relación marcada por la desconfianza mutua. El eurodiputado francés Aymeric Chauprade, antiguo miembro del Frente Nacional de Marine Le Pen, ha confirmado que Elizaveta Peskova, hija del portavoz del Kremlin Dmitri Peskov, trabaja a sus órdenes como becaria desde noviembre.
La revelación ha avivado el temor a una infiltración rusa que permita a Moscú tener acceso a información confidencial. Así lo han denunciado la eurodiputada letona del Grupo Popular Sandra Kalniete —la primera en alertar de la presencia de Peskova en declaraciones a Radio Free Europe— o la española Beatriz Becerra, del liberal ALDE. Preguntado por este diario, el europarlamentario Chauprade, experto en geopolítica, autor de varios libros sobre el choque de civilizaciones, y abiertamente prorruso, ha negado que se esté poniendo información sensible a disposición de la hija de uno de los hombres fuertes de Putin. "No ha visto ningún contenido confidencial. Ni siquiera yo mismo, como diputado, he tenido la intención de pedir acceso a ese tipo de datos", tranquiliza.
Fuentes del Parlamento Europeo indican que la presencia de Peskova no contraviene ningún reglamento interno, pero sus movimientos por los pasillos de Bruselas generan una inquietud propia de una película de espías. "Esta lamentable situación pone de relieve un preocupante déficit en nuestros servicios de seguridad e inteligencia europeos, especialmente dentro de nuestras propias instituciones", afirma la eurodiputada Becerra.
Chauprade, que es ahora vicepresidente del grupo de la Eurocámara que incluye al partido eurófobo inglés UKIP y al Movimiento 5 Estrellas italiano, y miembro de la delegación UE-Rusia, niega cualquier conflicto de interés. Explica que los trabajos de esa comisión se producen a puerta cerrada, y ningún becario tiene acceso. "Peskova no sabe lo que allí se dice", añade. Y señala que suele encargarle tareas sin relación con su país natal. "La semana pasada me ayudó a preparar un dosier sobre las elecciones presidenciales en Senegal".
El eurodiputado admite que hace años que conoce al padre de la estudiante y portavoz del Kremlin, pero trata de quitar dramatismo a la información que la joven pueda trasladar a su familia y, en última instancia, a oídos de Vladímir Putin. "No hay que obsesionarse con Rusia", insiste.
Peskova, estudiante de Derecho y Ciencias Políticas en París, y muy activa en redes sociales, —cuenta con más de 80.000 seguidores en Instagram—, realiza prácticas desde hace poco más de un trimestre en la Eurocámara. Su contrato es de tres meses con opción a ser renovado una vez, como así ha sido. Antes que ella, Chauprade ha tenido otros cuatro becarios, todos ellos franceses, con condiciones idénticas a las de Peskova: un salario de 1.000 euros al mes, inferior al máximo permitido de 1.600 euros. "Soy libre de decidir quién quiero que trabaje en mi oficina mientras respete las normas", defiende el parlamentario. "En nuestra civilización occidental juzgamos a las personas por sí mismas, no por sus lazos familiares", replica.
El padre de la joven también ha confirmado que su hija forma parte del equipo en prácticas del Parlamento Europeo. El secretario de prensa de Putin no ve conflicto de interés en el trabajo de la joven Peskova y ha eludido dar más detalles, aduciendo que todo lo relacionado con su familia forma parte de su vida privada. "Se trata de una estudiante normal y de unas prácticas normales. No tiene nada que ver con mi función profesional ni con mi trabajo", ha respondido a preguntas de los medios.
Peskov empezó a trabajar en el departamento de prensa del Kremlin en el 2000, el mismo año en que Putin llegó a presidencia. El líder ruso se lo llevó consigo después, como portavoz, en su periodo como primer ministro. Desde entonces le ha acompañado siempre. Es la segunda polémica a la que se enfrenta en cuestión de semanas. The Guardian reveló hace unos días que su esposa, la patinadora Tatiana Navka, está siendo investigada en Estados Unidos por sus cuentas en paraísos fiscales.
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