La UE intenta llenar un vacío regional en su primera cumbre con los países árabes
Cerca de 40 mandatarios debaten en Egipto sobre inmigración, terrorismo y cambio climático
Las probabilidades de que cerca de 40 jefes de Estado y de Gobierno de la UE y la Liga Árabe reunidos desde el domingo en Sharm el Sheij, el balneario egipcio situado a orillas de mar Rojo, se pongan de acuerdo este lunes sobre inmigración, terrorismo y cambio climático son escasas. La presencia de los mandatarios de 24 de los 28 países miembros en la cumbre revela, sin embargo, el interés de Europa por ocupar un espacio regional que comienza a ser abandonado por EE UU y en el que irrumpen con fuerza China y Rusia.
La canciller alemana, Angela Merkel, y la primera ministra británica, Theresa May, destacan al frente de la nutrida representación europea en la primera cumbre de la Unión con la Liga Árabe. El cónclave solo se ve ensombrecido por la ausencia del presidente francés, Emmanuel Macron; del jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez; y de los dirigentes de Letonia y Lituania.
El anfitrión, el jefe de Estado egipcio, Abdelfatá al Sisi, y el rey Salmán de Arabia Saudí encabezan la delegación de 21 países árabes en la que solo figuran 13 mandatarios. Al alejamiento forzoso de Siria —apartada de la Liga Árabe desde el inicio de la guerra civil— y de Sudán —sobre cuyo presidente, Omar al Bashir, pesa una orden de detención de la Corte Penal Internacional—, se suma, entre otros, el rechazo de Qatar a asistir tras la ruptura de canales diplomáticos con Egipto.
Algunos mandatarios parecen haber acudido a la cita en la costa del Sinaí solo en defensa de sus intereses particulares. La primera ministra británica busca reabrir la negociación sobre el Brexit, a pesar de que en Bruselas ya le habían advertido de que no habrá “un acuerdo del desierto”.
La mayoría recalca la importancia de las relaciones económicas entre ambos bloques. La UE es el principal socio comercial de los países árabes y sus exportaciones suman tanto como las de EE UU, Rusia y China en su conjunto, destaca un portavoz de la Unión.
Los contenciosos regionales también emergen en un orden del día de la cumbre que queda desdibujado por el disenso interno en cada organización. Las guerras en Siria y Yemen serán abordadas, así como conflictos recientes, como el de Libia, o antiguos, como el israelo-palestino. Los asistentes tendrán precisamente la oportunidad de escuchar al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
El rais palestino ha dejado de considerar a Washington como mediador para un acuerdo de paz tras el alineamiento con Israel de Donald Trump, en particular por el reconocimiento de Jerusalén como capital del Estado judío.
El presidente republicano también ha ordenado la retirada de las tropas desplegadas en Siria, un gesto interpretado como un nuevo paso en la desvinculación de EE UU en Oriente Próximo. El alejamiento de los intereses de Washington de la región coincide con la hegemonía militar rusa en Siria y la creciente presencia económica de China.
La plaga del terrorismo
“La asistencia de tantos líderes es la prueba de la relación que nos une. Debemos cooperar juntos”, afirmó Al Sisi, citado por Efe, en su discurso de apertura de la cumbre de Sharm el Sheij en medio de grandes medidas de seguridad. En el Sinaí actúa un grupo yihadista afiliado al Estado Islámico. El presidente egipcio, bajo cuyo mandato se ha multiplicado la represión de la disidencia política, hizo hincapié en la coordinación en la lucha contra “la maldita plaga del terrorismo”, de acuerdo con lo publicado en la edición digital del diario Al Ahram.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, invitó a impulsar la cooperación económica y en materia de educación y empleo. El exgobernante polaco llamó además a combatir el tráfico de personas entre ambas orillas del Mediterráneo. La oposición de algunos países, como Hungría, mantiene bloqueado el acuerdo de los ministros de Exteriores de la UE sobre una declaración final de cumbre con la Liga Árabe.
Precisamente el titular español de la cartera, Josep Borrell, encabeza la delegación española en Egipto en ausencia del presidente del Gobierno. Un portavoz de su Ministerio subrayó que la cumbre se va a centrar en los “asuntos que vinculan a ambas regiones”. “España juega un papel importante por su compromiso y por razones históricas”, declaró a Efe el jefe de la diplomacia española. Los mandatarios de la UE celebran reuniones conjuntas periódicas con sus homólogos de Asia, Latinoamérica y África, pero hasta ahora no habían mantenido un encuentro en la cumbre con los de la Liga Árabe.
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