Veteranos holandeses de las SS siguen cobrando una pensión de invalidez de Alemania
Lo mismo ocurre con antiguos voluntarios belgas y la cuestión ha llegado a ambos Parlamentos
Durante la Segunda Guerra Mundial, al menos 25.000 holandeses se sumaron como voluntarios a las Waffen SS, el cuerpo de protección de élite del partido nazi, convertido luego en fuerza de combate, según el Instituto para el Estudio de la Guerra, el Holocausto y el Genocidio (NIOD, en sus siglas neerlandesas). Hitler ordenó que este tipo de soldados disfrutaran del mismo sueldo y pensión de invalidez que los germanos, y así ocurrió. En estos momentos, al menos 34 ciudadanos holandeses siguen percibiendo una jubilación por incapacidad abonada por las autoridades alemanas. El historiador holandés Cees Kleijn sostiene que hay también unos 27 veteranos belgas en la misma situación, y otros más sin calcular en Reino Unido, Estados Unidos, Australia y Canadá, adonde emigraron. En España, lo hace extensivo a la División Azul para los que tengan una minusvalía derivada del combate.
Los pagos, iniciados hacia 1950, pueden ascender hoy a 1.300 euros mensuales, pero el Gobierno holandés no sabe quién los recibe porque la Administración germana mantiene la privacidad de los receptores, que pudieron pertenecer también a la Wehrmacht, las Fuerzas Armadas del Tercer Reich. “Ha habido preguntas en el Parlamento, la última estos días desde las filas de la democracia cristiana, para que el Ejecutivo averigüe la identidad de estos jubilados, o de sus viudas. He hablado con 300 de estos viejos voluntarios, y pude entrevistar a 150, junto con el periodista Stijn Reurs. Unos seis o siete recibían la pensión. Tuvieron que demostrar, viajando a Alemania, que su minusvalía era por las heridas de guerra. Los pagos fueron asumidos, después de la contienda, por la República Federal de Alemania, y están libres de impuestos. El dinero recibido por las víctimas de trabajos forzados por los nazis sí cotiza. Alemania dice que paralizará los envíos si se demuestra que el receptor fue un criminal de guerra, pero no abre sus archivos para comprobarlo. También ha habido criminales de guerra con doble nacionalidad que huyeron allí y luego no hubo forma de extraditarlos”, señala Kleijn, en conversación telefónica.
El Centro holandés de Información y Documentación para Israel, que reúne a la comunidad judía, ha calificado de "escandaloso" que antiguos SS reciban un pago mensual de esta índole. “Pelearon del lado de los nazis y todavía se aprovechan de ello”, según su directora adjunta, Naomi Mestrum.
El historiador holandés considera lógico que ocurra lo mismo con la División Azul, la unidad de voluntarios españoles de infantería que, entre 1941 y 1943, lucharon contra la Unión Soviética. “Tal vez sean muy mayores, o hayan fallecido, pero la orden de las pensiones de invalidez salió del propio Hitler, y no es descabellado pensar que alcance a todos los así heridos. Piense que en las Waffen SS no solo había holandeses, que según mis cálculos fueron entre 26.000 y 27.000. Los voluntarios eran belgas (17.000), estonios, ucranios, finlandeses (1.400), a pesar de que Finlandia no fue invadida, e incluso musulmanes bosnios. Fueron un cuerpo de élite al principio, en 1941, y un verdadero Estado dentro del Estado debido a su expansión hacia el final de la guerra. Para 1943, cuando precisó efectivos, admitieron soldados con los que no contaban”,dice Kleijn.
Las pensiones de los voluntarios belgas también han llegado al Parlamento. El pasado 19 de febrero, la comisión de Asuntos Exteriores analizó la petición de seis diputados para que “aborde la situación por vía diplomática urgente”, en palabras del liberal Olivier Maingain, presidente del partido DéFI (Demócrata, Federalista, Independiente). Por su parte, Alvin de Coninck, investigador de Remembrance, una asociación belga que agrupa a supervivientes de la Segunda Guerra Mundial, asegura que los pagos de invalidez llegan a los 1.275 euros mensuales.
“La Segunda Guerra Mundial es un asunto muy delicado en Holanda. No hay que olvidar que centenares de holandeses de las SS fueron guardianes en campos de concentración en Polonia, como Auschwitz. Y el campo de tránsito de Westerbork, desde donde los judíos eran llevados a los de exterminio, estaba en manos de la policía militar holandesa. Muchos de los veteranos con invalidez ocultaron la verdad a sus familias. Uno de ellos, ya con alzheimer, cantaba canciones alemanas por los pasillos de la residencia, y los médicos llamaron a la familia para ver qué sabían de su pasado. Otro dijo que la herida de su pierna era de un accidente de moto. Y dos más se encontraron años después en un partido de fútbol entre el Ajax y el Feyenoord, y evitaron saludarse para no levantar sospechas. He dado clase en escuelas y en la Universidad de Ámsterdam, y trato de ofrecer una visión real de la contienda”, asegura Cees Kleijn.
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