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India baraja prohibir el acceso a Sentinel del Norte tras la desaparición del misionero

Una delegación de la Comisión Nacional de Tribus Desfavorecidas visitará la isla la semana que viene para comprobar si es factible recuperar el cuerpo de John Allen Chau

Un indígena de Sentinel del Norte en una imagen de 2004, tomada por la marina india.
Un indígena de Sentinel del Norte en una imagen de 2004, tomada por la marina india.AFP PHOTO / INDIAN COAST GUARD / SURVIVAL INTERNATIONAL

India estudia cerrar a cal y canto la isla de Sentinel del Norte (en el archipiélago de Andamán y Nicobar, en el este del país), donde la semana pasada desapareció el estadounidense John Allen Chau, de 26 años, al intentar evangelizar a una tribu protegida. Las leyes de áreas restringidas, que prohíben todo acceso a determinadas zonas en India sin autorización especial, podrían volver a entrar en vigor en esta isla de 72 kilómetros metros cuadrados donde supuestamente yace el cuerpo sin vida de Chau. El estadounidense fue atacado por la tribu local tras sus repetidos intentos de contactarles con la intención de evangelizar a sus miembros. Según recogen medios locales, el Ministerio del Interior empezó a barajar la opción del cierre total tras recibir el informe de homicidio de la Administración de Andamán y Nicobar.

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En agosto, India levantó el permiso de áreas restringidas para visitar 29 de las 300 islas ─incluida Sentinel del Norte─ que forman el archipiélago ubicado en medio del mar que baña las costas de India, Myanmar y Tailandia. Sin embargo, la legislación aún obliga a cualquier turista a pedir permiso del Departamento Forestal y de la propia Administración del archipiélago para entrar a Sentinel del Norte, ya que es una zona protegida por dos leyes independientes y complementarias: la Ley de Protección de Aborígenes de 1869 y la Ley Forestal de 1929. El desenlace fatal, como consecuencia de la malinterpretación de la decisión del Gobierno indio, ha llevado a este a replantearse la posibilidad de restablecer la prohibición total del acceso a la isla y a otros islotes protegidos del archipiélago.

Según las pesquisas policiales, el misionero estadounidense fue ayudado por un ingeniero electrónico local y un proveedor de servicios de deportes acuáticos, además de cinco marineros a los que pagó 313 euros para que le llevasen a la orilla de la isla donde, según la declaración de unos pescadores, la tribu enterró el cuerpo de Chau en la playa después de atacarle con flechas. Los que ayudaron a Chau han sido arrestados.

Tras varios intentos fallidos por rescatar los restos del misionero en la última semana, se espera que una delegación de la Comisión Nacional de las Tribus Desfavorecidas (NCST, por sus siglas en inglés), se desplace al archipiélago el próximo 4 de diciembre para evaluar la situación y decidir si continuar o no con la misión de rescate del cuerpo del estadounidense. Este organismo vela por las comunidades aborígenes del país, un 8,6% de la población, cuya discriminación y marginación es fuente de tensión social pese a contar con derechos especiales reflejados en la Constitución de India.

En relación con el delito de penetrar en una zona prohibida, poniendo en peligro la integridad de una tribu que ha vivido apartada decenas de miles de años, el medio local The Hindu informa de que el Ministerio del Interior confirma el registro de hasta 44 infracciones recientes de las normas y regulaciones en el archipiélago de Andamán y Nicobar por parte de extranjeros. El mismo alto funcionario ministerial ha insistido en que la isla de Sentinel del Norte es una zona prohibida y que Chau entró en esa área ilegalmente.

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La postura del Gobierno reafirma lo repetido por las autoridades locales. El propio director general de la policía de Andamán y Nicobar, Dependra Pathak, justificaba la suspensión temporal de las pesquisas sobre la base del cumplimiento de la ley: “La policía mantiene un delicado equilibrio entre continuar con la investigación y respetar la ley que prohíbe a forasteros todo contacto con los sentineleses”. Sin embargo, el grupo misionero que adiestró a Chau antes de volar a India está convencido de que no cometió ningún delito ya que India cambió la ley el pasado verano. Esto, supuestamente, habría llevado al joven estadounidense a cumplir con su obsesiva misión de entrar en la isla para evangelizar a la tribu.

El incidente de la pasada semana no solo ha llevado a una complicada situación diplomática, con los restos de un ciudadano estadounidense en paradero desconocido, sino que ha puesto en evidencia la fragilidad del control marítimo por parte de las autoridades locales además de avivar el debate sobre la protección de las comunidades indígenas fuera y dentro de las fronteras de India. 

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