Un rechazo multitudinario fuerza a ‘The New Yorker’ a borrar a Steve Bannon de un evento
La participación del antiguo estratega de Trump desata duras críticas contra el editor de la publicación por darle voz en su cita más prestigiosa
La decisión de la revista The New Yorker de invitar a Steve Bannon a su ciclo de conferencias de otoño creó este lunes un estruendo entre sus leales lectores, que le obligó a rectificar a las pocas horas y descolgar al gran agitador de la ultraderecha estadounidense de la lista de participantes. La carga fue también contra el The Economist, que incluyó al antiguo estratega jefe de Donald Trump en su programa. La controversia pone, una vez más, de relieve el grado de confrontación política en un país dividido y aviva el debate sobre la función de la prensa.
El Festival Ideas es un evento que es utilizado como plataforma por figuras del espectro político, literario y del mundo de las artes para debatir con detalle sobre cuestiones de actualidad. David Remnick, el editor de la publicación, defendió en un primer momento la decisión de invitarle diciendo que así tendría que dar la cara ante el público y no podría escudarse en el off the record como hizo en al Casa Blanca. Prometió así que sería una discusión “seria” e “incluso combativa”, porque pensaba plantearle “preguntas difíciles”.
I'm disgusted that @NewYorker Ideas Festival has invited Steve Bannon as their headliner. He's not a public official. He's not a legitimate intellectual. But he is a far-right organizer drawing intellectual cred from their platform.
— Lindsay Beyerstein (@beyerstein) September 3, 2018
Los críticos con esta decisión hicieron escuchar su rabia pese a los argumentos de Remnick. Entre los comentarios destacaba, por ejemplo, el de Chelsea Clinton, que acusaban a la revista de dar voz a una persona que considera peligrosa y que profesa un discurso de odio mientras que estrellas invitadas al festival, como los comediantes Judd Apatow, John Mulaney, Jim Carrey y Jimmy Fallon o el músico Jack Antonoff junto a Boots Riley y Sally Yates amenazaban con no participar mientras se mantuviera Steve Bannon. "Mira si Milo Yiannopoulos está libre", recomentaba Patton Oswalt.
For anyone who wonders what normalization of bigotry looks like, please look no further than Steve Bannon being invited by both @TheEconomist & @NewYorker to their respective events in #NYC a few weeks apart. https://t.co/u0TDfCYrQ1
— Chelsea Clinton (@ChelseaClinton) September 3, 2018
Bannon dejó la Casa Blanca hace justo un año, poco después de las violentas protestas en Charlottesville (Virginia). El presidente se opuso a condenar a los supremacistas blancos. Desde entonces, se concentró en alimentar en Europa un movimiento similar al que dio a Trump la victoria en las elecciones de 2016, tratando de aupar a más figuras de la ultraderecha. El pasado marzo, por ejemplo, intervino en el congreso del Frente Nacional francés. “Es normalizar el odio”, advertía Judd Apatow en las redes sociales rechazando intervenir en la misma plataforma.
i’m no longer going to be speaking/performing at the new yorker festival as long as steve bannon is there
— jackantonoff (@jackantonoff) September 3, 2018
If Steve Bannon is at the New Yorker festival I am out. I will not take part in an event that normalizes hate. I hope the @NewYorker will do the right thing and cancel the Steve Bannon event. Maybe they should read their own reporting about his ideology.
— Judd Apatow (@JuddApatow) September 3, 2018
Bannon? And me? On the same program?
— Jim Carrey (@JimCarrey) September 3, 2018
Could never happen.
“Apoyo un debate intelectual público y pago por ver a gente con la que no estoy de acuerdo”, explica Mulaney, para después compararlo con el espectáculo de los horrores de P.T. Barnum. A las voces de denuncia se sumó la de la columnista Katheyrn Schultz, que acudió a las redes sociales para pedir a sus lectores que expresaran sus sentimientos con la decisión del editor. Es lo que le dice, por ejemplo, Laura Hogan. “Felicidades. He ido suscriptora durante 35 años y acabo de cancelarla. Espero que otros me sigan. Es una vergüenza”.
Congratulations, @NewYorker. I’ve been a subscriber for 35 years and I just cancelled my subscription. I hope others follow suit. This is disgraceful. https://t.co/nP3sd7e4EV
— Virginia Hamm (@holborne) September 3, 2018
David Remnick no tuvo otra salida que enviar una nota interna en la que trataba de calmar los ánimos anunciando que Steve Bannon no aparecerá por el evento. “No quiero que los lectores bienintencionados y los miembros de la revista piensen que ignoro sus preocupaciones”, indica el editor en una nota, “lo he pensado profundamente y discutido con los colegas, y lo he reconsiderado. Cambié de parecer". "Hay una manera mejor de hacerlo”, concluye, dejando la puerta abierta a entrevistarlo más adelante en un formato peridístico más tradicional.
Steve Bannon, que dirigió la publicación ultraconservadora Breitbart antes de llegar a la Casa Blanca. arremetió contra la dirección de The New Yorker por retirar su nombre del festival. En una breve nota afirma que el editor de la revista no tiene "agallas". Explicó que le contrataron hace meses y acabó respondiendo a la invitación tras siete semanas de peticiones continuadas. "Acepté porque pensaba que iba a hacer frente a uno de los periodistas con menos miedo de su generación", concluye, para decir que al final se dejó arrastrar por el "clamor de la multitud en la red".
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