Un escándalo sexual acaba con la carrera del gobernador de Misuri, una estrella republicana emergente

Eric Greitens, de 44 años, era hasta hace poco considerado una estrella emergente del Partido Republicano. El retirado Navy Seal, condecorado por su servicio militar, y doctor por la Universidad de Oxford se convirtió en enero de 2017 en gobernador de Misuri. La revista conservadora National Review describió su currículum como “casi demasiado bueno para ser verdad”. Este martes, sin embargo, esa aura de éxito se evaporó. Tras meses en la cuerda floja, Greitens anunció su dimisión acechado por una investigación por una relación extramatrimonial en 2015, antes de que se convirtiera en gobernador. La que fue su amante asegura que el político la golpeó y la coaccionó sexualmente.

Aislado por su propio partido que le reclamaba renunciar, el republicano Greitens decidió dar un paso atrás al constatar que los congresistas de Misuri estaban sopesando iniciar un proceso de destitución (impeachment) contra él. Un subcomité legislativo le había llamado a declarar el próximo lunes. “Este sufrimiento ha sido diseñado para causar un daño increíble a mi familia”, dijo el gobernador, casado y padre de dos hijos, al anunciar su dimisión, que será efectiva el viernes.

Los problemas de Greitens -que acabó con ocho años de Gobierno demócrata en el Estado del Medio Oeste de EE UU- empezaron el pasado enero cuando una televisión local difundió una grabación de una mujer que asegura que él la invitó a su casa, tomó fotografías de ella desnuda y luego la amenazó con usarlas si revelaba la relación. Esa grabación proviene una conversación que mantuvo la mujer con su exmarido.

El gobernador reconoció que tuvo en 2015 una aventura con una mujer, que era su peluquera en San Luis, pero negó haberla amenazado. En febrero, un jurado popular imputó a Greitens por un delito de invasión de privacidad al supuestamente tomar sin consentimiento una fotografía de una mujer en “estado de desnudo parcial o total”. Sin embargo, durante la selección de un jurado, esa acusación fue desestimada. Un fiscal especial considera volver a presentar esos cargos.

La crisis se agudizó en abril cuando la Fiscalía de San Luis imputó al gobernador por otro asunto: una presunta irregularidad en la financiación de su campaña electoral. Y luego surgió otro frente polémico al aflorar la posibilidad de que Greitens hubiera acosado sexualmente a la mujer. La peluquera, que no ha revelado su identidad, aseguró ante un subcomité legislativo que el político la golpeó y la amenazó durante un encuentro sexual.

Una mañana, él la invitó a su casa bajo el argumento de ejercitar juntos y ella accedió. Según su versión, una vez en la casa, él le tapó los ojos, empezó a besarla, luego le rompió la camiseta, bajó sus pantalones y tomó una fotografía de ella con su móvil. Ella empezó a llorar y él la consoló pero después, mientras seguía llorando, Greitens se desnudó y acercó su pene a la boca de ella. Una de las incógnitas es si fue una relación sexual consensuada. Durante su testimonio, la mujer dijo que “quizá” fue “coaccionada” a efectuar sexo oral a Greitens. "Sentí que eso me permitiría marcharme", explicó.