Las redes sociales en Egipto se llenan de insultos a Sergio Ramos
Los medios de comunicación egipcios también se han ensañado con el defensa madridista por haber puesto en peligro la participación de Mohamed Salah antes del mundial de Rusia
Si una visita a las pirámides figuraba entre los planes de viaje de Sergio Ramos para sus próximas vacaciones, más vale que los posponga durante unos meses. O quizás incluso años. Después de su brusca entrada en la final de la Champions League a Mohamed Salah, que provocó la lesión del delantero egipcio del Liverpool, el defensa madridista se ha convertido en persona non grata en Egipto. Tanto los medios de comunicación egipcios como, sobre todo, las redes sociales se han ensañado con Ramos por haber puesto en peligro la participación de Salah, un auténtico dios en Egipto, antes del mundial de Rusia.
El diario Masry al-Youm, uno de los más prestigiosos del país, dedicó la parte superior de la portada del domingo al percance del delantero egipcio. Ilustrado con una fotografía de Salah tendido en el suelo, un titular escrito en tinta roja calificaba de “carnicero” al futbolista español. Por su parte, el periódico on line Youm7, el más leído en las redes, publicaba una viñeta del momento del placaje en la que Ramos aparece representado como un demonio. “El diablo Ramos mata los sueños de Salah”, reza el tuit con el que la publicación acompaña la caricatura.
Los adjetivos que dedicó la prensa egipcia al central madridista son los epítetos más suaves que se pueden oír o leer estos días en Egipto. Como suele suceder, los comentarios de las redes sociales fueron aún más sangrantes. En las horas que siguieron al final del partido, varios insultos referidos al jugador se convirtieron en trending en Twitter. Los dos más populares fueron #Ramos_kalb (“perro”, un insulto muy ofensivo en árabe) e #ibn_wasja (“hijo de puta”). Los hashtags insultantes solían ir acompañados de mensajes acusando a Ramos de ser el jugador más sucio del planeta o una desgracias para el mundo del deporte.
La reacción furibunda de los egipcios se explica, más que por la derrota del Liverpool, el equipo europeo más popular ahora en el país de los faraones, por el temor a que la lesión impida a Salah disputar el Mundial, que se inicia dentro de menos de tres semanas. El delantero, de 25 años, ha realizado una temporada memorable con los reds que le ha consolidado en la élite mundial. Además, una diana suya otorgó el pase a Egipto a la Copa del Mundo 28 años después de su última aparición. El gol decisivo llegó nada menos que en el último minuto del último partido de la fase de clasificación. Desde entonces, Salah forma parte del panteón de héroes patrios.
La mayoría de aficionados al fútbol en Egipto están convencidos de que la lesión de Salah no fue fortuita, sino que la acción de Ramos pretendía sacarlo de circulación. En una país tan proclive a las teorías de la conspiración en el mundo de la política, el deporte no se libra de extrañas conjeturas. La más alocada sostiene que Turki al-Sheij, máximo responsable del deporte saudí, habría sobornado al internacional español para que lesionara a la estrella egipcia. Tanto Arabia Saudí como Egipto integran el Grupo A del Mundial junto con Uruguay y el anfitrión, Rusia.
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