El periódico que más molesta en Marruecos
La redacción de Ajbar al Yaum lucha por sobrevivir tras el encarcelamiento de su director, acusado de delitos sexuales
Younes Mashine tiene 35 años y es desde el 4 de mayo director de Ajbar al Yaum, el diario más crítico frente al Palacio Real de Marruecos. Esta publicación ha sido una de las que mayor despliegue ha dedicado para informar sobre el boicot anónimo que comenzó en Facebook el 20 de abril contra tres marcas líderes en el mercado marroquí: la leche Centrale, el agua Sidi Ali y las estaciones de servicio Afriquia, pertenecientes a Aziz Ajanuch, el ministro de Agricultura y Pesca, y segundo hombre más rico del país después del rey. Ajanuch y el ministro de Economía y Finanzas, Mohamed Busaid, denunciaron al propietario del periódico en 2015 tras una publicación sobre unos fondos de desarrollo rural adjudicados a Ajanuch y consiguieron que el Tribunal de Apelaciones de Casablanca le conminara a indemnizarles con el equivalente a 40.000 euros.
Mashine viaja cada mañana en tren desde Rabat a Casablanca, y toma asiento en el mismo despacho donde el fundador, director y aún propietario del diario, Toufic Buachrín, fue detenido por una veintena de policías el 23 de febrero. La fiscalía le acusa de violación, acoso sexual, tráfico de seres humanos y explotación de la debilidad y precariedad de mujeres, entre las cuales hay una embarazada. Desde febrero, Buachrín permanece en prisión.
Los policías desalojaron la redacción situada en la planta 17 de un céntrico edificio de Casablanca y se incautaron de 50 vídeos grabados en el despacho de Buachrín. Los vídeos fueron filmados desde el 6 de enero de 2015 al 30 de enero de 2018. En ellos, según la fiscalía de Casablanca, aparecen ocho mujeres “víctimas” del “abuso de autoridad con fines sexuales”. La policía asegura que en 38 de esas grabaciones el director aparece practicando un acto sexual.
Al menos cinco mujeres, antiguas empleadas del periódico, prestan declaración contra Buachrín en un juicio que se celebra a puerta cerrada en Casablanca. Los abogados de Buachrín estiman que el periodista está siendo víctima de un ataque político. Buachrín asegura que nunca grabó a una mujer en su despacho. Sus abogados y él se niegan a ver los vídeos hasta que no se aclare cómo han sido grabados. Mientras tanto, Younes Mashine ha tomado el 4 de mayo las riendas del periódico.
El director de la publicación fue detenido en su despacho el 23 de febrero. La fiscalía de Casablanca le acusa de violación y acoso sexual, entre otros delitos
“Todo el mundo me pregunta si tengo cámaras en el despacho”, comenta Mashine. “Yo no lo sé. Tengo miedo de estar siendo vigilado, pero no puedo hacer nada. El riesgo forma parte de mi profesión”. El periódico tiene fama de ser favorable al islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), ganador de las últimas elecciones legislativas.
Toufic Buachrín mantenía un estrecho contacto con el anterior jefe del Gobierno, el islamista Abdelilá Benkirán, el político más carismático del país. Pero Benkirán fue destituido por el rey en marzo de 2007. Mohamed VI nombró en su lugar al segundo del PJD, Saadedín el Otmani. Ahora, una parte del PJD responde a los intereses de El Otmani, que encabeza un Gobierno de coalición junto a otros cuatro partidos. Y la otra parte, entre los cuales se encuentra los militantes jóvenes, sigue siendo leal a Benkirán.
Mashine aclara que su diario no sigue las consignas del PJD. “De hecho, nosotros somos los más críticos con el PJD. Lo que sí es cierto es que Ajbar al Yaum es el periódico de las nuevas élites. En los últimos años ha surgido unas élites en Marruecos que son islamistas y arabófonas, no francohablantes como las de siempre. Nosotros somos el diario de referencia para esa nueva clase, a pesar de que en número de ventas somos los cuartos”.
Desde que Toufic Buachrín fue encarcelado el diario ha perdido buena parte de sus ingresos publicitarios. “Todo el mundo sabe que en Marruecos el mercado publicitario no es independiente. Antes teníamos dos o tres páginas diarias de publicidad y hoy solo llevamos un cuarto de página”, explica Mashine. Para equilibrar las cuentas, los gestores del diario decidieron aumentar su precio hace un mes. “Es el único periódico escrito en árabe que cuesta cinco dírhams (casi medio euro)”, explica el redactor Toufic Slimani. El resto cuesta cuatro. Pero nuestros lectores han sido fieles. Para nosotros es un orgullo seguir en la brecha. Nadie se ha marchado del diario y hasta ha habido algunas incorporaciones a la redacción”, señala Slimani.
El despacho del director, como el resto de la redacción, tiene las persianas bajadas en plena mañana y las luces encendidas. La razón no obedece a ningún motivo de seguridad, sino a que los periodistas creen que la luz del día es demasiado intensa en esa altura del edificio.
¿Dónde están las empleadas que han denunciado a Buachrín por violación o intento de violación? “Dos o tres no trabajaban ya en el diario y otras han tomado una baja médica”, explica Mashine. Fátima Abounaji es una redactora de 36 años. “Cuando encarcelaron a Buachrín”, explica, “yo publiqué en Facebook un mensaje donde decía que nunca tuve problemas con él. Tampoco he dicho que las que han denunciado no hayan sido acosadas. Eso lo tendrá que decidir la justicia”.
Afaf Bernani, de 26 años, era secretaria del director. Ha sido la única de las ocho mujeres implicadas en el caso que ha denunciado a la policía por supuesta falsificación de su declaración. La policía se defendió presentando un vídeo donde Bernani presentaba su denuncia. Y el tribunal de Casablanca la ha condenado a seis meses de prisión y el equivalente a 100 euros de multa. Bernani ha recurrido la sentencia. “Yo creo que aquí estamos ante un juicio político contra Buachrín”, señala su antigua secretaria. “A mí me citó la policía como testigo para que confirmase la versión de una denunciante. Yo no confirmé su versión. Pero mi nombre apareció como denunciante de Buachrín. Ahora me han condenado sin escucharme. Pero voy a recurrir la sentencia”.
Mounir Abu el Maali, director adjunto, es el hombre que se hizo cargo del periódico cuando encarcelaron a Buachrín. “Los primeros días fueron muy duros. Sobre todo, para las chicas de la redacción”. indica. “Comenzó a correr la versión de que aquí se abusaba de todas las mujeres. Y las chicas tienen familia, una reputación. Finalmente, ellas se dieron cuenta de que las autoridades están atacando al periódico, no a Buachrín”.
El Maali creía hasta hace poco que Toufic Buachrín estaba pagando las consecuencias de su apoyo al islamista Abdelilá Benkirán. “Pero en realidad, lo que está pagando es su oposición al ministro Aziz Ajanuch. El régimen político puede aceptar que se hable bien de Benkirán. Pero no tolera que se ataque a Ajanuch”.
El actual director, Younes Mashine, dice que mucha gente le aconseja prudencia para mantener Ajbar al Yaum. Asegura que no ha visto a Buachrín desde que entró en la cárcel y al contrario de lo que publicó un medio local, no recibe ninguna consigna de ningún dirigente del PJD. “Me limito a cumplir con mi función de periodista, sin cálculos políticos. Eso sucedió con el boicot: primero nos tomamos nuestro tiempo para investigar y después hicimos nuestro trabajo. Y eso es lo que vamos a seguir haciendo”.
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