Duque y Petro en cabeza, pero Fajardo sería más competitivo en la segunda vuelta en Colombia

En la reciente encuesta realizada por la firma Cifras & Conceptos para las elecciones presidenciales colombianas que se celebrarán el próximo 27 de mayo, el candidato del uribista Centro Democrático, Iván Duque, confirma su liderazgo. Lo hace, sin embargo, con un nivel de intención ligeramente más bajo que en pasados sondeos. Mientras en la media realizada por EL PAÍS el pasado mes rozaba el 42%, ahora no llegaría al 40%*. Esta diferencia, aunque exigua, se corresponde con la cifra de otra encuesta reciente, la del Centro Nacional de Consultoría, que también ponía a Duque en niveles más alcanzables por sus rivales. Quien le compite en el voto de derecha, Germán Vargas Lleras, llega a este sondeo con un volumen de votos potencial que casi duplica a la media de marzo. Se queda, en cualquier caso, en el entorno del 10%. Muy lejos de la actual cabeza de carrera.

Por el lado izquierdo del espectro, Gustavo Petro se mantiene en niveles incluso por encima de las últimas referencias. Su ascenso en la serie de encuestas de Cifras & Conceptos desde enero es menos pronunciado que el de Duque, pero igualmente claro.

Todo ello viene a confirmar que, al menos en voto de opinión, la polarización sigue dominando el escenario electoral colombiano. Esto deja por detrás a los candidatos menos extremos ideológicamente: no sólo Vargas Lleras, también el verde Sergio Fajardo y en particular el liberal Humberto De La Calle, quien ya está fuera de todas las quinielas.

Con Fajardo, sin embargo, sucede algo interesante: aunque su pase a la segunda vuelta se antoja complicado, la encuesta de Cifras & Conceptos revela que sería probablemente un candidato competitivo en segunda vuelta.

Fajardo cuenta con la desfavorabilidad más baja de todos. También acumula un escasísimo 5% de votantes que afirman que jamás le apoyarían. Y, de hecho, es el que más puntea en la pregunta: “si su candidato no pasase a segunda vuelta, ¿por qué otro votaría?”. Ubicarse en el centro del eje izquierda-derecha le ayuda a obtener estos resultados. Como también lo hace, probablemente, ser un candidato que no es visto como viable por la mayoría de los encuestados: se trata de una opción poco polémica, en defitiva. Paradójicamente, es esto mismo lo que le dificulta el ganarse un hueco en la segunda vuelta. En una competición fragmentada con un debate polarizado, son los candidatos que levantan más pasiones (tanto de amor como de odio) quienes pueden movilizar el suficiente voto como para obtener el pase.

El candidato centrista intenta, de hecho, explotar esta ventaja en sus discursos. Lo hace hablando de recuperar la unidad de Colombia, de la necesidad de superar las divisiones. Pero su repunte en la reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría no ha quedado confirmada por esta nueva entrega de Cifras & Conceptos, que le sitúa en niveles estancados en torno al 10%.

Gustavo Petro, con quien compite por una parte sustancial del voto progresista, parece haber conseguido coordinar a una mayoría del mismo en torno a su candidatura. El cambio se produjo entre enero y marzo, como muestra la evolución de la intención de voto de cada uno. La razón por la que ha tenido lugar, sin embargo, no está clara. Parece difícil argumentar que en estos últimos meses el debate se haya polarizado más en Colombia, pues se trata de una dinámica que lleva meses, años en gestación. Lo que sí se aprecia es una mayor división dentro de cada bloque, que a su vez se refleja en los datos. En esta batalla por las distintas parcelas de opinión, parece claro que tanto Duque como Petro llevan las de ganar. Sin que esto les haga, necesariamente, los candidatos más sólidos para vencer en una probable segunda vuelta.