La policía cree que el atacante de Münster era un alemán con problemas mentales que actuó solo

Ayer, a las tres y media de un sábado soleado, una furgoneta gris embistió contra una multitud en una céntrica plaza de Münster, en el noroeste de Alemania. Dos personas han muerto arrolladas y otras seis se encuentran en estado grave. El conductor se disparó en el acto y se mató.

Un día después, los investigadores ofrecen algunos detalles sobre la autoría del ataque Se sabe, según ha confirmado la policía, que el autor responde al nombre de Jens R. Que era un alemán, originario de la región del Sauerland, en el noroeste del país y que al contrario de lo que pudo parecer inicialmente, actuó en solitario. Tenía problemas psicológicos, había comparecido en el pasado ante la policía y que tenían conocimiento de sus ideas suicidas.

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Una extensa carta obtenida por el diario Bild, que el Jens R. envió a sus familiares, amigos y conocidos nueve días antes del ataque ofrece un retrato estremecedor de los problemas psicológicos que sufría. Confiesa que ya desde pequeño tuvo ataques de ira y asegura haber sido maltratado por sus padres. Cuenta que nunca tuvo relaciones sexuales normales y que bebía demasiado. Sus vecinos, sus padres o sus clientes –era diseñador industrial- tenían siempre la culpa de todos sus males, según su propio relato, que publica el diario sensacionalista alemán. Jens R. era un paciente conocido por los servicios psiquiátricos de la ciudad.

La policía indica que el presunto autor había comparecido hasta en cinco ocasiones ante la policía en el pasado por infracciones menores entre 2014 y 2016. La policía también asegura que Jens R. escribió en marzo un correo electrónico a un vecino apuntando a la posibilidad de un suicidio. Cuando los agentes tuvieron conocimiento de esa comunicación, acudieron al domicilio del sospechoso en Münster, pero no le encontraron. Lo mismo sucedió en sus otras dos viviendas, donde tampoco apareció.

La policía ha encontrado en una de las viviendas del presunto autor un arma, un A47 desactivada, que Jens R. utilizaba como elemento decorativo. Un comunicado de la policía indica que han hallado además bidones de gasolina y una bombona de gas. En total, el presunto autor tenía tres apartamentos, dos de ellos en el este de Alemania y el otro en Münster. En el vehículo, encontraron el arma con la que se suicidó, otra de fogueo y petardos.

Las sospechas iniciales de que pudiera ser un atentado de corte islamista han quedado descartadas. La policía se plantea la posibilidad de que pueda tratarse de un suicido como el del piloto Andreas Lubitz, que estrelló su avión en los Alpes hace dos años matando a 150 personas, pero todas vías de investigación siguen abiertas. “No hay elementos que muestren que hubo motivaciones políticas”, ha dicho Hajo Kulish, jefe de la policía local.

“Ahora sabemos que con una alta probabilidad de trata de un acto en solitario, y que era alemán, no era un refugiado”, ha dicho Herbert Reul, ministro de Interior en Renania del Norte-Westfalia, el Estado en el que se encuentra Münster. Reul quiso así acallar las voces de la extrema derecha que especularon con la tesis de que el atacante fuera uno del más del millón de demandantes de asilo que han recalado desde 2015 en Alemania. Horst Seehofer, el ministro de Interior alemán que el domingo ha visitado el lugar del ataque aseguró no obstante que la policía investiga “en todas direcciones”.