La anexión de Crimea, la gran baza de Putin ante el electorado ruso
Más de la mitad del electorado considera la adhesión de la península el principal activo del jefe de Estado durante su mandato
La anexión de Crimea, que el 80% de los rusos apoyó, desempeña un papel importante en la campaña de Vladímir Putin para revalidar su cargo de presidente en los comicios del 18 de marzo. En esa fecha se cumplen cuatro años desde que las autoridades rusas incorporaran a Crimea al Estado, poniendo así fin al respeto de la integridad territorial de Ucrania declarado en los acuerdos firmados al desintegrarse la URSS.
“Crimea es el factor más sólido y sustantivo a favor de Putin, aunque puede no ser el motivo principal del voto, porque las emociones ya han pasado”, puntualiza Igor Míntusov, presidente de la asociación de asesores políticos de Rusia. “En la opinión pública rusa, Crimea ha fijado el papel de Putin como político que piensa en los intereses del Estado. Con estimaciones conservadoras, para un 50% o 60% del electorado, Crimea es el principal activo del jefe del Estado en los seis años que ha durado su último mandato”, afirma el veterano analista.
Las principales razones del gran apoyo de los rusos a la anexión, según Míntusov, fueron el valor del gesto como símbolo del “resurgir de la grandeza de Rusia” y la “defensa de los intereses de los rusos allí residentes junto con la restitución de la justicia histórica”. Dos candidatos presidenciales, los liberales Grigori Yavlinski, fundador del partido Yábloko, y la periodista Ksenia Sobchak, se han manifestado en contra de la anexión, lo cual quiere decir que “ pueden olvidarse de entrada del 60% del electorado”.
“Como las pulgas de un perro”
Aleksandr Gorni, un popular bloggero de Crimea, ha anunciado que no apoyará a Putin en las elecciones. En Crimea, afirma Gorni, “todo gira en torno a cuatro cosas, el dinero del presupuesto, la tierra, la privatización de los instalaciones nacionalizadas y las construcciones ilegales, que aquí son como las pulgas de un perro”.
“Estoy decepcionado. No votaré por Putin en las elecciones presidenciales mientras no ponga orden personalmente en Crimea. Los crimeos están hartos de promesas, Vladímir Vladímirovich. Usted ha entregado Crimea a la merced de los pillos. No la devolvieron a Rusia para esto”, dice el bloggero.
Gorni denuncia la persecución a la que están sometidos los periodistas locales que revelan las arbitrariedades de los dirigentes de la península, ante la indiferencia de las autoridades federales. Los “abusos, robos y corrupción” que “florecían” en época ucraniana y que motivaron a los habitantes de Crimea a correr hacia Rusia, florecen ahora protagonizados por “canallas” que se protegen “bajo la bandera rusa” y “con los retratos de Putin”, dice.
El tema de la “fortaleza acosada” y la idea de que “todo el mundo exterior está contra Rusia” serán utilizados en la campaña de Putin, porque permiten consolidar a la sociedad en torno al líder, señala Míntusov. En general, los rusos no relacionan los problemas económicos del país con la actuación del Kremlin en Crimea, y los vinculan más bien con el descenso del precio del crudo y las sanciones, consideradas un producto de actitudes “antirusas”.
El papel de Crimea en la campaña se refleja también en el nombramiento del periodista Andréi Kondrashov como responsable de prensa del equipo electoral de Putin, que fue constituido el miércoles y que dirigirá la recogida de las 300.000 firmas necesarias para la presentación de la candidatura en calidad de independiente. Kondrashov es el autor de “Crimea, el camino hacia casa”. Esta cinta de más de dos horas ofrece la versión rusa de los sucesos de febrero y marzo de 2014 en la península y fue estrenada por la televisión rusa al cumplirse su primer aniversario. En ella, Putin dijo que había estado preparado para poner en disposición de combate el arma nuclear durante la operación militar rusa, reconoció haber utilizado tropas del servicio de espionaje del Ejército (GRU), infantería de marina y paracaidistas en la toma del parlamento local en Símferópol (la capital de Crimea) y haber neutralizado el sistema de comunicaciones de los 20.000 militares ucranianos que se encontraban en la península.
En Crimea residen algo más de 2 millones de personas y los ciudadanos rusos (incluida los de “nueva hornada” que recibieron sus pasaportes tras la anexión) están invitados a votar en las presidenciales a partir de los 18 años de edad. Los crimeos están masivamente a favor de Putin, pero se quejan de sus líderes locales, que gozan de subvenciones desde Moscú envidiadas por muchas provincias de Rusia. La construcción del puente sobre el estrecho de Kerch, encargada a las empresas vinculadas con un amigo de infancia de Putin, avanza pese a todas las dificultades, pero otra cosa es la vida cotidiana de la población.
Nacionalizaciones en Crimea
En Crimea se nacionalizaron las propiedades estatales de Ucrania, pero además, las autoridades de la península expropiaron centenares de empresas (desde hoteles y residencias en la costa a gasolineras, pasando por compañías de transporte y alimentación) que pertenecían tanto a personas físicas como jurídicas, de diversas nacionalidades, incluidos ciudadanos rusos. Esta decisión contravenía la misma legislación de Rusia según la cual solo se puede expropiar al servicio del Estado por decisión judicial y con compensación económica.
Durante varios años, los tribunales rusos han ignorado las demandas de los afectados, hasta que el pasado noviembre el Tribunal Constitucional dio un veredicto “descafeinado” que permite a los afectados reivindicar sus propiedades en los juzgados, si es que pueden probar que eran suyas. El procedimiento es complicado debido a las dificultades para obtener documentos fidedignos sobre los títulos de propiedad en las condiciones actuales. Además, al día siguiente de conocerse la resolución del Constitucional, las autoridades de Crimea anunciaron subastas para desembarazarse de los bienes confiscados, lo que hace más difícil todavía seguirles el rastro. Zhan Zapruta, abogado de Crimea especializado en la defensa de afectados por expropiaciones, considera esta maniobra como “otra prueba de la manipulación por parte de las autoridades de Crimea. Al principio confiscaron (la propiedad) como una necesidad para la república, y ahora (la venden) para encubrir la incompetencia de su gestión”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.