18.600 compradores salvan un castillo francés de la ruina
La fortaleza de La Mothe-Chandeniers ha sido rescatada con una campaña de 'crowdfunding' que recaudó 1,6 millones de euros
Situado en el centro de un lago artificial, en la ribera del Loira, en Francia, el castillo de La Mothe-Chandeniers se acaba de convertir en el símbolo más imponente del micromecenazgo. Gracias a una campaña de crowdfunding, 18.632 internautas de 115 países han adquirido esta fortaleza erigida en el siglo XIII tras recaudar 1,6 millones de euros, convirtiéndola en la propiedad patrimonial colectiva más grande del mundo.
La campaña “Adopto el castillo de La Mothe-Chandeniers”, lanzada a través de la web de la startup francesa dartagnans.fr, ha superado por mucho las expectativas. Difundida hace casi tres meses, la iniciativa que finalizó el 25 de diciembre superó tres veces el objetivo inicial (el precio del castillo ascendía a 500.000 euros). Cada uno de los donantes, que cedió al menos 50 euros, podrá decidir sobre el futuro de su pertenencia, por medio de una sociedad que será la propietaria del edificio. La sociedad funcionará de manera democrática, con un comité ejecutivo, una asamblea general anual y un comité de pilotaje.
“Era la primera vez que se proponía la compra colectiva de un monumento y el éxito ha sido histórico”, ha asegurado a la Agencia EFE, Roman Delaume, responsable de la operación en la web especializada en financiación popular. Por primera vez un proyecto de este tipo propone a los mecenas convertirse en copropietarios de un palacio, que podrán gestionar desde sus residencias en Estados Unidos, Afganistán o Burkina Faso, entre otros países, a través de la plataforma corporativa.
Tras su apariencia de abandono, sin tejado y con una frondosa vegetación que se ha apoderado de cada rincón, el castillo promete ser el escenario de múltiples planes, desde una residencia para artistas, o un centro cultural popular, hasta un espacio para el rodaje de películas. Pese a que todavía no se sabe con exactitud en qué se convertirá este histórico lugar, Delaume espera que las ideas y experiencias de las personas que han apostado por él –entre las que hay arquitectos e ingenieros– ayuden a reformarlo.
La Mothe-Chandeniers ha sido testigo de la historia de Francia desde hace ocho siglos y ha pasado por muchas manos. Durante la revolución francesa, fue saqueado y parcialmente destruido. En 1809 un adinerado emprendedor parisino, François Hennecart, lo compró, restauró y plantó un viñedo, conservando una parte del edificio medieval. Pero años después, en 1870, el barón Edgard Lejeune, llevó a cabo una restauración masiva con un estilo romántico. En 1932, un terrible incendio destruyó la biblioteca, valiosos tapetes, muebles antiguos y cuadros con un gran valor. Desde 1963, cuando fue adquirido por un jubilado interesado más en la explotación agrícola aledaña que en el palacio, el estado del lugar empeoró.
Desde 2016, la asociación "Amigos de la Mothe-Chandenier" ha impulsado la lucha por la conservación del castillo. La firma para cerrar la venta entre el propietario de las ruinas, un octogenario de Maine-et-Loire, y los contribuyentes, se realizará a principios de enero. Los promotores de la iniciativa esperan recibir hasta 70.000 visitantes en los próximos cinco años.
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