May flexibiliza la fecha de salida de la UE por las presiones desde su partido
La primera ministra británica acepta incluir un retraso en la gran ley del Brexit "en circunstancias excepcionales”
Theresa May anunció hace poco más de un mes que el Reino Unido se desentenderá de la UE a las 23.00 horas (GMT) del 29 de marzo del 2019, pero este miércoles se ha visto forzada a aceptar que esa fecha pueda sufrir un retraso. El giro de la primera ministra británica obedece a la presión de los rebeldes de su propio Partido Conservador, que amenzaban con infligirle una nueva derrota parlamentaria en la tramitación de la gran ley del Brexit si no transigía en ese punto.
El sector crítico de los diputados tories (minoritario aunque decisivo, al estar el Gobierno en minoría parlamentaria) considera que congelar un momento preciso para la salida de Europa y sin posibilidad de cambios acabaría atando las manos de losnegociadores con Bruselas. Finalmente se ha impuesto una solución de compromiso en la votación esta noche, por 319 votos a favor y 294 en contra, de una enmienda que si bien incluye la fecha inicialmente fijada por May también deja abierta su posterior modificación si así lo acabara decidiendo el Parlamento.
La primera ministra modificaría su hoja de ruta “si ese fuera el caso, y sólo en circunstancias excepcionales”, según ha verbalizado durante la última sesión de control del Gobierno antes del receso navideño que se ha celebrado esta tarde en la Cámara de los Comunes. Lo ha hecho poco antes de comparecer ante el comité parlamentario que tramita las enmiendas y escrutina la gran ley del Brexit, encargada de terminar con la supremacía de la legislación comunitaria, derogando el acta de adhesión a la UE y trasladando automáticamente el acervo comunitario al ordenamiento jurídico británico.
Sólo seis días atrás, May encajó su primer revés parlamentario en el proceso del Brexit, después de que un grupo de rebeldes conservadores se aliara con la oposición para hacer prosperar una enmienda que otorga el voto final del Parlamento sobre el acuerdo que Londres alcance con los Veintisiete. Una semana después, los mismos protagonistas han logrado imponer esta noche a la jefa de Gobierno una actitud de flexibilidad en cuanto a ese monolítico 29 de marzo del 2019 que ya no lo será tanto. La oposición laborista ha calificado esa claudiación de May como “un humillante derrumbre” del Gobierno conservador, al que aventaja en las últimas encuestas.
“Probablemente habrá elecciones el próximo año y los laboristas las ganaremos”, se ha atrevido a aventurar el líder del principal partido de la oposición, Jeremy Corbyn, en las horas más bajas de una primera ministra que en su día no hizo campaña por el Brexit pero que ahora es la máxima responsable de hacerlo realidad.
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