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Vivir como Madame de Pompadour

El palacio de la amante de Luis XV, a la venta por 30 millones de euros

Silvia Ayuso
El palacio de Menars de la marquesa de Pompadour
El palacio de Menars de la marquesa de Pompadour GONZALO FUENTES (REUTERS)

Vivir a cuerpo de rey, o al menos a cuerpo de la amante de un rey absolutista, es posible. Siempre que se tengan entre 20 y 30 millones de euros. Ese es el precio de salida del Château de Menars, el palacio en el que residió Jeanne-Antoinette Poisson, más conocida como Madame de Pompadour, la amante favorita del rey Luis XV de Francia (1710-1774). Pese a su alto precio, al que hay que incluir los 450.000 euros anuales que cuesta su mantenimiento, la oferta tiene casi aires de ganga. Porque es una fracción de lo que le ha costado su extensa y cuidadosa remodelación a su último dueño, el multimillonario empresario inmobiliario asentado en Mónaco de origen libanés Edmond Baysari, que se ha gastado casi 100 millones de euros en su restauración desde que se hizo con la hermosa —pero ajada— propiedad, en los años ochenta.

La construcción, un monumento del Renacimiento, tiene 62 habitaciones y 12.000 metros cuadrados

Cuando la marquesa de Pompadour adquirió este château del siglo XVII en el céntrico Valle del Loira, en 1760, ya poseía varias propiedades, entre otras el hôtel d’Evreux, el que hoy es el Palacio del Elíseo y que Luis XV le ofreció como residencia parisina. Una muestra más de la influencia de una mujer que, pese a no ser de origen noble, logró ascender en la jerarquía social francesa y superó las intensas intrigas de la corte. Y aunque solo fue la amante favorita de Luis XV durante un lustro —enamoró al monarca durante un baile de máscaras en 1745— consiguió mantener su estatus como amiga y confidente real hasta su muerte, por tuberculosis, en 1764, a los 42 años. Al conocer su fallecimiento, el rey lamentó la pérdida de “una amiga durante 20 años”.

Madame de Pompadour, una gran impulsora de las artes y del conocimiento —apoyó la publicación, en 1751, de los dos primeros tomos de la Enciclopedia de Diderot y d’Alembert— se encargó personalmente de la costosa y lujosa remodelación del palacio de Menars, que encargó a prestigiosos arquitectos como Ange-Jacques Gabriel, responsable también del Palacio de Versailles, como primer arquitecto del rey y director de la Academia Real de Arquitectura.

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Su actual dueño también se ha dejado una fortuna en reconstruir minuciosamente este monumento histórico del Renacimiento de 62 habitaciones y más de 12.000 metros cuadrados.

Baysari, de 83 años, se enamoró del palacio y de la figura de Pompadour cuando era joven, fascinado por su vertiginoso ascenso hacia la prominencia, explicó a Reuters el abogado del empresario encargado de la venta del château, Jack Anderson. “Ella era una mujer del renacimiento y él es un hombre del renacimiento”, aseveró.

El palacio de Menars cuenta con todos los lujos que puede soñar un millonario. Además de las decenas de habitaciones, su nuevo dueño o dueña podrá disfrutar de extensos jardines que llegan hasta la orilla del Loira, un patio donde puede aterrizar un helicóptero y una cava de vinos para albergar más de 30.000 botellas. También cuenta con el glamur dejado por sus más ilustres invitados, desde Voltaire en la época de Pompadour —a quien conoció en los salones que ambos frecuentaban— a, ya en la era de Baysari, el líder de los Rolling Stones, Mick Jagger, el príncipe Carlos o los presidentes Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, que celebraron en este château una cumbre informal, destaca Le Figaro.

La venta comenzará a partir del 15 de enero. Baysari es consciente de que no logrará jamás recuperar el dinero invertido, pero esa no fue nunca su intención, asegura su abogado. “Su objetivo es saber que queda en manos de alguien que continuará manteniendo la belleza de este palacio”, explicó Anderson. “Él sabe que el destino se lo va a llevar y espera ser bien recibido por Madame de Pompadour en el próximo mundo”.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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