El miedo a la violencia deja sin médicos la sierra de Chihuahua
Un grupo armado secuestró al director de un hospital y una decena de estudiantes han dejado la zona por temor a la violencia. Los servicios médicos se han suspendido en al menos cinco municipios.
El miedo al crimen organizado ha dejado sin servicios médicos a parte de la sierra de Chihuahua por temor a que vuelvan quienes incendiaron el pueblo de Gómez Farías dos veces en menos de un mes.
“Aviso a la ciudadanía se les informa que este hospital permanecerá cerrado por motivos de seguridad para el personal. Se exige la liberación del doctor Blas Godínez ”, dice un cartel colocado la noche del viernes en la puerta del hospital regional de Gómez Farías en el que son atendidos pacientes de varias comunidades indígenas de la sierra.
Médicos y estudiantes en prácticas han abandonado en los últimos días las zonas más pobres de Chihuahua tras la ola de violencia que recorre el lugar de la mano de los grupos de sicarios que actúan en la zona, una violencia encrucijada cerca de la frontera con Sonora.
Ante esta situación los estudiantes de medicina de Chihuahua han protestado en sus universidades y en la calle para no ser enviados a estas empobrecida región, donde el narcotráfico es la unica forma de vida para muchas de familias.
El detonante fue el secuestro el miércoles del doctor Blas Godínez, cuando un grupo de hombres irrumpió en su casa y se lo llevó por la fuerza. El médico era el director de la Clínica Regional de Gómez Farías, perteneciente a la Secretaría de Salud.
“El hospital permanece cerrado por cuestiones de seguridad. La gente debe buscar atención médica privada o en otro lado ya que ahorita se encuentra paralizado el sistema de salud en los municipios de Ignacio Zaragoza, Gómez Farías, Madera y Namiquipa”, dijo en rueda de prensa Blas Godínez, hijo del médico secuestrado.
Hasta el momento existen dos líneas de investigación sobre el secuestro: la primera apunta a que los sicarios se lo llevaron para obligarlo a atender a algún herido por alguno de los enfrentamientos de los últimos días entre grupos de narcotraficantes rivales.
La otra apunta a que fue víctima de una represalia, ya que el doctor es propietario de un restaurante en el que come habitualmente la policía desplazada a la zona. La misma noche del 8 de noviembre también fue secuestrado el propietario del un restaurante donde se daba servicio a los oficiales.
“Agradecemos a la autoridad los esfuerzos que han hecho para recuperar a mi padre, pero queremos pedirle mayor coordinación para que regrese sano y salvo. La prioridad en este momento es la seguridad y la integridad de mi padre, ya que padece hipertensión" rogó su hijo ante los medios.
Ubicada en la sierra de Chihuahua, la población de Gómez Farías, de unos 8. 000 habitantes, forma parte de lo que fue hacienda de Babícora; Un latifundio que, curiosamente, perteneció al magnate estadounidense William Randolph Hearst hace más de un siglo.
El lugar, sin embargo, está atrapado en un importante cruce para el trasiego de droga deseado por los grurpos criminales que controlan la zona, herederos del cartel de Sinaloa de Joaquín 'El Chapo' Guzmán.
Hace tres semanas la fiscalía envió 150 policías más después de que un grupo armado incendiara dos viviendas que, segun la prensa local, pertenecían a un capo conocido como ‘El 32’. El miércoles nuevamente un comando irrumpió en la población dejando varias viviendas y vehículos calcinados además del secuestro del doctor y otras dos personas más.
Su hijo denunció en las redes sociales que los policías de Gómez Farías se fueron del pueblo antes del ataque. Y el alcalde reconoció que la población vive con “el pánico” en el cuerpo.
Un día después, la policía obligó a dejar el municipio a diez estudiantes de medicina a petición de su universidad, la Autónoma de Chihuahua.
En respuesta, la Secretaría de Salud emitió un comunicado en el que señaló: “A pesar de ser retirados los pasantes (…) no se suspenderá la prestación de los servicios médicos”. Un día después un cartel anunciando su cierre apareció colgado de las puertas del centro.
En Chihuahua los asesinatos han repuntado con fuerza en los últimos meses. Su tasa de homicidios es de 48.6 por cada 100.000 habitantes, muy superior a la media nacional (23.1). En mayo se registraron 158 homicidios, un aumento de 129% comparado al mismo mes de 2016.
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