Trump ve “muchos progresos” en la disputa con Corea del Norte
El presidente de EE UU se reúne en Seúl con el jefe de Estado surcoreano, Moon Jae-in
Una de cal y otra de arena. El presidente de EE UU, Donald Trump, asegura que se han logrado “muchos progresos” en la crisis en torno al programa nuclear de Corea del Norte y ha instado a este país a sentarse a la mesa de negociación. Pero también ha matizado que Estados Unidos está “dispuesto a defenderse a sí mismo y a sus aliados haciendo uso completo de nuestra capacidad [militar] sin rival, si es necesario”.
En una rueda de prensa en la Casa Azul, la residencia presidencial de Seúl, donde se ha reunido este martes con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, Trump ha asegurado: “Creo que tiene sentido para Corea del Norte hacer lo correcto, no solo por ellos mismos sino por toda la humanidad”.
Tras meses de intercambios crecientes de insultos y amenazas cada vez más duras a Corea del Norte, el inquilino de la Casa Blanca se mostró, durante su estancia en Seúl, mucho menos beligerante. Nada de apodar a Kim Jong-un “hombre cohete”, como hizo en un tuit en septiembre, o amenazar con destruir el país vecino “por completo”, como hizo en la Asamblea General de la ONU, a la que acudía por primera vez. Pero sí dio a entender que su amenaza de recurrir a cualquier método, incluida la fuerza, contra el programa nuclear de Corea del Norte ha servido en su opinión para conseguir avances.
“Creo que estamos mostrando mucha fuerza, creo que entienden que tenemos una fuerza sin paralelo”, afirmó Trump en la rueda de prensa junto a Moon. El presidente estadounidense recordó que tres portaaviones estadounidenses, con sus respectivos grupos de escolta, y un submarino nuclear se encuentran en el Pacífico para maniobras.
“Están ocurriendo muchas cosas que esperamos, esperamos -iré un poco más allá- esperamos por Dios que nunca tengamos que usar”. Por eso, opinó, “tiene sentido que Corea del Norte se siente a la mesa [de negociación] y llegue a un acuerdo”. “He visto cierto movimiento, pero veremos qué pasa”.
El jefe de Estado de EEUU elogió el papel del presidente chino, Xi Jinping, a quien verá mañana, miércoles, en la tercera etapa de su gira de doce días por Asia. “Ha ayudado mucho. Veremos pronto hasta qué punto. Pero realmente ha prestado mucha, mucha ayuda. China está tratando de colaborar para resolver el problema de Corea del Norte. Y esperamos que Rusia también lo haga”.
Trump tiene previsto pronunciar un discurso ante la Asamblea Nacional surcoreana este miércoles en el que expondrá las líneas maestras de su política exterior para la región que ha dado en llamar “Indo-Pacífico”. Se espera, según han adelantado funcionarios de la Casa Blanca, que lance un llamamiento a la comunidad internacional, y especialmente a China y Rusia, para que colaboren en la presión contra el régimen norcoreano.
“Si sumamos a China y Rusia, y otros países, queremos la mayoría, creemos que entonces pasarán cosas y podrían pasar muy rápido”, declaró en la rueda de prensa. Al comienzo de la gira, Trump ya había expresado su intención de reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, en los márgenes de la cumbre de la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico) al que asistirá en Vietnam. El Kremlin ha confirmado este martes que ambos tratarán sobre Corea del Norte.
Trump llegó este martes a Corea del Sur, la segunda etapa de su gira por Asia y una de las más complicadas de este viaje. En Seúl se encuentra a apenas 35 kilómetros de la frontera con Corea del Norte. Pero además, su relación con el Gobierno surcoreano no ha logrado la calidez que sí ha encontrado en el primer ministro japonés, Shinzo Abe, o incluso el presidente chino, Xi Jinping. Trump ha reclamado una reforma del tratado bilateral de libre comercio entre los dos países y ha llegado a acusar al presidente Moon Jae-in de “pacificar” al norte.
Mientras ambos presidentes se reunían, en el exterior de la Casa Azul miles de personas se manifestaban contra la presencia de Trump, un líder al que muchos surcoreanos acusan de ponerles en peligro de un ataque norcoreano con su retórica beligerante.
Tanto Trump como Moon pasaron de puntillas sobre los desacuerdos. El estadounidense, que en su parada en Japón se había salido en ocasiones del guion para bromear con Abe, en esta ocasión se atuvo casi exactamente a lo previsto y mantuvo un tono correcto. Aunque volvió a reclamar un tratado de libre comercio “justo y recíproco”, al considerar que el actual “ha tenido poco éxito y no es muy bueno para EEUU”. Pero también alabó -como había hecho con Abe- que Corea del Sur comprará “miles de millones de dólares” en equipamiento militar estadounidense, “el mejor del mundo”.
Como hizo en Japón, el primer acto a su llegada a Corea del Sur había sido una visita a las tropas estadounidenses destinadas en este país. Como en la rueda de prensa, también se mostró allí mucho más moderado en sus palabras hacia Corea del Norte que cuando se ha referido al asunto desde Washington. “Al final se resolverá. Porque siempre se resuelve - tiene que resolverse”, declaró.
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